El apóstol Pablo enseñó que “la fe [es] la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (
Información adicional
Fe en el Señor Jesucristo
Para que la fe conduzca a la salvación, debe estar centrada en el Señor Jesucristo (véase Hechos 4:10–12; Mosíah 3:17; Moroni 7:24–26; Artículos de Fe 1:4). Podemos ejercer la fe en Cristo si tenemos la certeza de que Él existe, si tenemos una idea correcta de Su carácter y si sabemos que estamos esforzándonos por vivir de acuerdo con Su voluntad.
Tener fe en Jesucristo significa confiar totalmente en Él: confiar en Su poder, inteligencia y amor infinitos, lo cual incluye creer en Sus enseñanzas; significa creer que aunque no entendamos todas las cosas, Él sí las entiende. Debido a que Él ha experimentado todos los dolores, las aflicciones y las enfermedades que podamos sufrir, Él sabe cómo ayudarnos a superar las dificultades del día a día (véase Alma 7:11–12; D. y C. 122:8). Él ha “vencido al mundo” (Juan 16:33) y ha preparado el camino para que recibamos la vida eterna. Siempre está dispuesto a ayudarnos con tal que recordemos lo que Él nos pidió: “Elevad hacia mí todo pensamiento; no dudéis; no temáis” (D. y C. 6:36).
Vivir por la fe
La fe es mucho más que una creencia pasiva. Expresamos nuestra fe por medio de hechos, por la forma en que vivimos.
El Salvador prometió: “Si tenéis fe en mí, tendréis poder para hacer cualquier cosa que me sea conveniente” (Moroni 7:33). La fe en Jesucristo puede motivarnos a seguir Su ejemplo perfecto (véase Juan 14:12); la fe puede inducirnos a hacer buenas obras, a obedecer los mandamientos y a arrepentirnos de nuestros pecados (véase Santiago 2:18; 1 Nefi 3:7; Alma 34:17); la fe puede ayudarnos a vencer la tentación. Alma aconsejó a su hijo Helamán: “Enséñales a resistir toda tentación del diablo, con su fe en el Señor Jesucristo” (Alma 37:33).
Según nuestra fe, el Señor obrará grandes milagros en nuestra vida (véase 2 Nefi 26:13). La fe en Jesucristo nos ayuda a sanar tanto espiritual como físicamente por medio de la Expiación (véase 3 Nefi 9:13–14). Durante los momentos de prueba, la fe nos dará fuerzas para seguir adelante y encarar las dificultades con valor. Aun cuando el futuro se vea incierto, la fe en el Salvador nos dará paz (véase Romanos 5:1; Helamán 5:47).
Cómo aumentar nuestra fe
La fe es un don de Dios, pero debemos nutrirla para mantenerla fuerte puesto que es como un músculo: si se ejercita, crece y se fortalece; pero si se mantiene inactiva, se debilitará.
Nutrimos el don de la fe al orar a nuestro Padre Celestial en el nombre de Jesucristo. Al expresar gratitud al Padre y al suplicarle las bendiciones necesarias para nosotros y los demás, nos acercaremos más a Él. Nos acercaremos al Salvador, cuya Expiación nos hace posible suplicar misericordia (véase Alma 33:11). También seremos más receptivos a la apacible guía del Espíritu Santo.
Fortalecemos nuestra fe al guardar los mandamientos. Al igual que todas las bendiciones de Dios, la fe se obtiene y aumenta por medio de la obediencia personal y los hechos rectos. Si deseamos fortalecer nuestra fe al grado más alto que nos sea posible, debemos guardar los convenios que hayamos hecho.
También podemos cultivar la fe mediante el estudio de las Escrituras y de las palabras de los profetas de los últimos días. El profeta Alma enseña que la palabra de Dios fortalece la fe y compara la palabra a una semilla. Él dice que el “deseo de creer” le “[dará] cabida” a la palabra para que sea “sembrada en [nuestro] corazón”. Después, sentiremos que la palabra es buena, porque empezará a ensanchar nuestra alma y a iluminar nuestro entendimiento, y eso fortalecerá nuestra fe. Al nutrir continuamente la palabra en nuestro corazón, “con gran diligencia y con paciencia, mirando hacia adelante a su fruto, echará raíz; y he aquí, será un árbol que brotará para vida eterna”. (Véase Alma 32:26–43).
Véase también Arrepentimiento; Bautismo; Dios el Padre; Jesucristo
—Véase Leales a la fe, 2004, págs. 90–92
Referencias de las Escrituras
Materiales adicionales para el estudio
-
“Los primeros principios y ordenanzas del Evangelio”
Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: David O. McKay, Capítulo 21 -
“Fe en Jesucristo”
Deberes y bendiciones del sacerdocio, Parte A, Lección 27 -
“Fe en Jesucristo”
La Mujer Santo de los Últimos Días, Parte A, Lección 1 -
“Fe”
Guía para el Estudio de las Escrituras -
“Fe en el Señor Jesucristo”
Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young, Capítulo 8 -
“Los primeros principios y ordenanzas del Evangelio”
Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee, Capítulo 4 -
“Por medio de la fe todas las cosas se cumplen”
El Libro de Mormón, Doctrina del Evangelio: Manual para el maestro, Lección 46 -
“La fe: El fundamento de toda rectitud”
Véase enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, Capítulo 6 -
“Fe en Jesucristo”
Encyclopedia of Mormonism -
“Los primeros principios y ordenanzas del Evangelio”
Doctrina y Convenios y la Historia de la Iglesia, Doctrina del Evangelio: Manual para el maestro, Lección 7 -
“La fe en Jesucristo”
Principios del Evangelio, Capítulo 18 -
“Tu fe te ha salvado”
El Nuevo Testamento, Doctrina del Evangelio: Manual para el maestro, Lección 19