Dios el Padre es el Ser Supremo en quien creemos y a quien adoramos. Él es el supremo Creador, Soberano y Preservador de todas las cosas. Él es perfecto y tiene todo poder y conocimiento. Tiene “un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre” (D. y C. 130:22).
Información adicional
El Padre de nuestros espíritus
Uno de los grandes interrogantes de la vida es: “¿Quién soy?” Una canción muy conocida de la Primaria ayuda incluso a los niños pequeños a saber la respuesta. Cantamos “Soy un hijo de Dios; Él me envió aquí”. El conocimiento de que somos hijos de Dios nos brinda fortaleza, consuelo y esperanza.
Somos literalmente hijos de Dios, y fuimos engendrados espiritualmente en la vida preterrenal. Como Sus hijos, podemos estar seguros de que tenemos un potencial divino y eterno, y de que Él nos ayudará en nuestros esfuerzos sinceros por alcanzar ese potencial.
El Creador Supremo
Nuestro Padre Celestial es el Creador Supremo. Por medio de Jesucristo, Él creó los cielos y la tierra y todo lo que en ellos hay (véase Moisés 2:1). Alma dijo: “todas las cosas indican que hay un Dios, sí, aun la tierra y todo cuanto hay sobre ella, sí, y su movimiento, sí, y también todos los planetas que se mueven en su orden regular testifican que hay un Creador Supremo” (Alma 30:44).
Autor del Plan de Salvación
Nuestro Padre Celestial quiere que moremos con Él por toda la eternidad. Su obra y Su gloria es “llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39). Para que eso fuera posible, preparó el Plan de Salvación. Envió a Su amado Hijo, Jesucristo, a soltar las ligaduras de la muerte y expiar los pecados del mundo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Ese sacrificio es la máxima expresión del amor de nuestro Padre por nosotros.
Cómo llegar a conocer a Dios el Padre
Como hijos de Dios, tenemos una relación especial con Él, lo cual nos distingue de todas Sus demás creaciones. Debemos esforzarnos por conocer a nuestro Padre Celestial. Él nos ama y nos ha dado la preciada oportunidad de acercarnos a Él por medio de la oración. Las oraciones que ofrezcamos con humildad y sinceridad serán escuchadas y contestadas.
Podremos conocer al Padre al aprender acerca de Su Hijo Amado y al aplicar el Evangelio en nuestra vida. El Salvador enseñó a Sus discípulos: “Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais… El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:7, 9).
Al estudiar las Escrituras y las palabras de los profetas de los últimos días y al prestar servicio a los demás, nos acercaremos a Dios el Padre. Cuando sigamos la voluntad de Dios y vivamos como Él desea, llegaremos a parecernos más a Él y a Su Hijo. Nos prepararemos para regresar a vivir en Su presencia.
Véase también Creación; Plan de Salvación; Trinidad
—Véase Leales a la fe, 2004, págs. 62–63
Referencias de las Escrituras
Materiales adicionales para el estudio
-
“Dios, Trinidad”
Guía para el Estudio de las Escrituras -
“Dios el Padre”
Encyclopedia of Mormonism -
“Padre Celestial”
Guía para el Estudio de las Escrituras -
“Dios”
Bible Dictionary, págs. 681-82 -
“Nuestro Padre Celestial”
Principios del Evangelio, Capítulo 1