Internet puede ser un recurso maravilloso para obtener información, pero se debe utilizar con cautela a fin de proteger a las familias y a las personas de los posibles peligros que existen en línea. Los líderes de la Iglesia han aconsejado repetidas veces a los miembros que deben evitar la pornografía, los juegos de azar y otros males que están disponibles por medio de la red. La Iglesia también proporciona vínculos a muchos recursos para ayudar a las personas y a las familias a utilizar Internet en forma segura y prudente.
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El élder L. Edward Brown de los Setenta enseñó:
“Ustedes viven en un mundo de milagros tecnológicos. Por medio de Internet tienen acceso a recursos que uno no puede siquiera imaginar. No obstante, allí también acecha un siniestro mal, tan mortal como un cáncer que se propaga rápidamente. Si dan lugar en su corazón a esta enfermedad de la pornografía, el Espíritu se aparta y, antes de que se den cuenta, quedan abandonados e indefensos (véase D. y C. 121:37). Deben evitar todo ambiente pornográfico. La misma autodisciplina se requiere con relación a los materiales que escojan para leer y los videos que seleccionen para ver. ¡La pornografía es veneno!” (“Bring Your Mission Home with You”,Ensign, diciembre de 2000, pág. 18).
