La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles han enseñado que “el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es la parte central del plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos” (
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Nuestro Padre Celestial concibió el evangelio de Jesucristo con el fin de ayudar y fortalecer a las familias, las cuales ocupan el lugar central en Su plan para Sus hijos. Cada una de las personas que se encuentra sobre la tierra forma parte de la gran familia de Dios el Padre. Aquellos que se unen a la Iglesia pasan a formar parte de otra gran fraternidad, una verdadera asociación de hermanos y hermanas que han escogido seguir a Jesucristo.
En un discurso en que el presidente Gordon B. Hinckley se dirigió a los miembros adultos solteros, dijo lo siguiente:
“El hecho de que no estén casados no los hace, en esencia, diferentes a otras personas. Todos nosotros nos parecemos mucho físicamente y en la manera de expresar nuestras emociones; nos parecemos en nuestra capacidad de pensar, de razonar, de sentirnos desdichados, de ser felices, de amar y de ser amados.
“Ustedes son igual de importantes que cualquier otra persona en el plan de nuestro Padre que está en los cielos, y, de acuerdo con Su misericordia, no se les privará de manera permanente de ninguna bendición a la que tengan derecho.
“Ustedes son muy importantes y tienen un inmenso valor para Él. Son muy importantes y tienen un inmenso valor para la Iglesia. Son muy importantes y tienen un inmenso valor para todos nosotros” (“To Single Adults”, Ensign, junio de 1989, pág. 72).
Materiales adicionales para el estudio
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“Adultos solteros”
Encyclopedia of Mormonism -
“Miembros solteros”
Servir en la Iglesia