A pesar de que el terminar con la vida de uno es incorrecto, una persona que comete suicidio quizás no sea responsable de sus propios actos; sólo Dios puede juzgar en este asunto. El élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo:
“Es obvio que no conocemos todas las circunstancias que hay detrás de cada suicidio; únicamente el Señor las sabe y Él es quien juzgará todas nuestras acciones aquí en la tierra.
“Cuando llegue ese día de juicio, yo pienso que tendrá todas las cosas en cuenta: nuestra composición química y genética, nuestro estado mental, nuestra capacidad intelectual, las enseñanzas que hayamos recibido, las costumbres de nuestros padres, nuestra salud, etc.” (“