Los profetas de los últimos días desaprueban enérgicamente tatuarse el cuerpo. Las personas que desobedecen este consejo demuestran falta de respeto por sí mismas y por Dios. El apóstol Pablo enseñó la importancia de nuestro cuerpo y el peligro de profanarlo a propósito: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno profanare el templo de Dios, Dios le destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (
Información adicional
Las personas con tatuajes llevan un constante recordatorio del error que han cometido. Deberían considerar la posibilidad de quitárselos.
Véase también Perforación del cuerpo
—Véase Leales a la fe, 2004, pág. 186
Materiales adicionales para el estudio
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“El modo de vestir y la apariencia”
Para la Fortaleza de la Juventud, pág. 14