Dar el diezmo es que uno dé libremente la décima parte de su ingreso anual al Señor por medio de Su Iglesia.
¿Qué es el diezmo?
La Biblia señala que el pueblo de Dios obedeció la ley del diezmo en la antigüedad; a través de los profetas modernos, Dios restauró esta ley nuevamente para bendecir a sus hijos. A fin de cumplir con este mandamiento, los miembros de la Iglesia dan una décima parte de sus ingresos al Señor a través de Su Iglesia. Estos fondos se emplean para edificar la Iglesia y promover la obra del Señor por todo el mundo.
Una de las bendiciones de ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el privilegio de pagar diezmos. Tal privilegio representa una bendición doble. Al pagar los diezmos, los miembros de la Iglesia demuestran su gratitud a Dios por las bendiciones, así como su determinación de confiar en el Señor en vez de en las cosas materiales. También ayudan a avanzar la obra del Señor en la tierra, con lo cual otorgan a otros hijos de Dios la bendición de aprender de Él y crecer en el Evangelio.
El diezmo se conoce desde la época del Antiguo Testamento. Por ejemplo, está registrado en Génesis 14:17-20 que Abram pagó los diezmos a Melquisedec.
Por medio del profeta Malaquías, el Señor declaró:
“Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10).
Los miembros de la Iglesia entregan sus donaciones de los diezmos a los líderes locales. Dichos líderes transfieren los fondos directamente a las Oficinas Generales de la Iglesia, donde un consejo determina las formas específicas de usar estos fondos sagrados. Este consejo se compone de la Primera Presidencia, el Quórum de los Doce Apóstoles y el Obispado Presidente. Actuando de conformidad con la revelación, toman decisiones basadas en la dirección recibida del Señor. (Véase D. y C. 120:1.)
Los fondos de los diezmos siempre se emplean para los propósitos del Señor: construir y mantener templos y centros de reuniones, apoyar la obra misional, educar a los miembros de la Iglesia y efectuar la obra del Señor en el mundo entero.
Véase también Ayuno y ofrendas de ayuno.
Al igual que los miembros de otras religiones, los Santos de los Últimos Días creen que el pago de los diezmos demuestra gratitud a Dios y trae bendiciones espirituales y temporales.