Thy Faith Hath Made Thee Whole
Vivir el Evangelio

Los relatos de las Escrituras podrían motivarnos a hacernos preguntas

09/19/24 | 2 min de lectura
¿Podríamos también ser sanados milagrosamente?

¿Alguna vez has leído un relato milagroso de las Escrituras y has pensado: “¡Ojalá hubiera estado allí!”? Especialmente en el Nuevo Testamento, cuando leemos acerca de las historias de personas que son sanadas por el Salvador, puede ser tentador pensar: “¿Por qué no me pasa eso a mí?”.

¿Hay algo que desearías que Jesucristo sanara instantáneamente? A continuación hay algunas ideas que sería útil recordar:

  • El Salvador ofrece Su sanación de muchas maneras, incluso mediante medicamentos, tecnología y ayuda profesional. Su luz abre la mente de aquellos que estudian, guiándolos a obtener una nueva comprensión y a desarrollar nuevas invenciones1. En el mundo actual, ¡muchos de nosotros nos estamos beneficiando de Su sanación de esas maneras!
  • No debemos confundir una sanación específica con una vida sin problemas. Las personas de las Escrituras todavía tenían otros desafíos que afrontar después de que su milagro ocurrió. Por ejemplo, el hecho de que la hija de Jairo haya sido levantada de entre los muertos no significa que nunca más haya tenido que preocuparse por nada. ¿Quién sabe qué otras pruebas tuvo a medida que crecía? Probablemente puedas recordar las bendiciones que has recibido en algunos aspectos de la vida, incluso si el Salvador te está dejando luchar de otras maneras para que puedas aprender y crecer2.
  • Al igual que la mujer enferma que tocó el manto del Salvador, tal vez se te pida que esperes mucho tiempo antes de recibir sanación3. Mientras tanto, acepta la ayuda de los demás y sigue invitando más bendiciones a tu vida al tratar de seguir al Salvador. Cada buena decisión que tomes te califica más plenamente para las bendiciones que Él te dará cuando sea el momento adecuado.
  • Su sanación llegará. ¡Esa es una promesa! Cada uno de nosotros algún día recibirá un cuerpo perfeccionado, libre de dolor y enfermedades, y para aquellos que lo hayamos seguido, el Salvador nos compensará y recompensará más de lo que podemos imaginar4.
  • Por último, si anhelas una vida fácil sin desafíos ni decisiones que tomar, mala suerte, porque ese era el plan de Satanás. Dios no quiere que vivas una vida sin esfuerzo; Él desea que aprendas y crezcas, lo cual requiere incomodidad. La Trinidad está allí para ayudarte en cada paso.

¡No pierdas la esperanza! Sí, todavía ocurren milagros hoy en día. “Hagan el esfuerzo espiritual para procurar milagros”, dijo recientemente el presidente Russell M. Nelson. “… oren pidiendo a Dios que los ayude a ejercer ese tipo de fe”5. ¡Eres fuerte y se te ama!

Esto puede ayudar

A veces, cuando nos sentimos mal por nuestra vida, puede ser útil hacer una lista de las cosas por las que estamos agradecidos. ¡Intenta comenzar ahora y agregar un poco más cada día!

NOTAS
1. Para obtener más información sobre esta idea, véase el discurso del élder Joseph Anderson “Light and Knowledge to the World”, de la Conferencia General de octubre de 1972. ¡Discurso antiguo, pero muy bueno!
2. Por ejemplo, el apóstol Pablo experimentó muchos milagros, pero también sufrió un desafío de toda la vida (¿tal vez una enfermedad?) que describió como un “aguijón en [su] carne” (véase 2 Corintios 12:7–9).
3. Véase Lucas 8:43–48.
4. Véase el discurso del élder Jeffrey R. Holland, “Sumo sacerdote de los bienes venideros”, de la Conferencia General de octubre de 1999.
5. De “El poder del ímpetu espiritual”, Conferencia General de abril de 2022.

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