Mi madre era una cocinera maravillosa. Carne asada cocida a fuego lento en salsa, rollos de canela glaseados, batatas tiernas espolvoreadas con sabrosas avellanas; ella sabía hacer de todo. Seguramente ella esperaba que su hija tuviera su misma pasión por la cocina, pero yo no la tenía.
Yo quería escribir.
Mi madre era una mujer sabia. En vez de obligarme a que me gustara lo mismo que a ella, me permitió descubrir mis propios intereses y aprender habilidades que me resultaran más interesantes que cómo sazonar una boloñesa: ella me enseñó la manera de establecer y fijarme metas.
Como padres, ustedes tienen la misma oportunidad. A continuación se presentan algunas sugerencias para que ayuden a sus hijos a fijarse metas y alcanzarlas.
1. No fijen las metas de sus hijos por ellos
Cuando se trata de las metas de sus hijos, quizás ustedes piensen que saben lo que es mejor para ellos, por ejemplo: que deben obtener buenas calificaciones o que deben ser más bondadosos con sus hermanos. Sin embargo, las metas de sus hijos no son las suyas y deben ser significativas para ellos. En lugar de decirles qué metas deben fijarse, ayúdenles a ver qué intereses tienen y a guiarlos a fijarse metas que sean significativas, así como a ver qué les gustaría lograr.
Pregúntenles acerca de sus intereses. También pueden ayudarlos a pensar en las cualidades que admiran en los demás. Pídanles que llenen el espacio en blanco: “Quiero ser más ___”. ¿Bondadoso? ¿Estudioso? ¿Valiente? ¿Puede su hijo pensar en alguna meta para desarrollar ese rasgo de carácter?
Pero ¿y si no les gustan las metas de sus hijos o piensan que deben fijarse metas diferentes? Cuando ellos hayan elegido una meta que sea honorable y digna, si ustedes les demuestran su apoyo alentándolos, les ayudarán a tener la motivación para perseguir esa meta. Si fuera necesario, también podrían invitar a su hijo a considerar y establecer una meta diferente o a adoptar un enfoque distinto. Por ejemplo, cuando un joven quiso crear su propio canal de YouTube, su madre estaba algo inquieta. Le preocupaba que él estuviera expuesto a contenido inapropiado en ese sitio web. Sin embargo, valoró la meta que él deseaba de aprender a editar videos. Hallaron una solución intermedia y trabajaron juntos para crear un canal privado al que solo ella y su hijo pudieran acceder. De esa manera, él aprendía habilidades valiosas en un ámbito que le interesaba, a la vez que se mantenía protegido.
Recuerden que parte del propósito de fijarse metas no es solo cumplir la meta en sí, es ayudar a los hijos a aprender la habilidad de establecer y alcanzar metas. Esta habilidad los bendecirá a lo largo de la vida, sin importar en qué meta trabajen ahora.
2. Ayuden a su hijo a determinar las etapas graduales del éxito
Ustedes pueden ayudarlo al enseñarle buenos hábitos para fijarse metas, incluso los que se mencionan aquí. Por ejemplo, enseñen la diferencia entre una meta a largo plazo y las etapas intermedias. Una vez más, mantengan la curiosidad. Si su hijo tiene la meta de correr cinco kilómetros, podrían darle ideas sobre la mejor manera de lograr esa meta. Sin embargo, permitan primero que sus hijos piensen concienzudamente en sus ideas. Formulen más preguntas. Podría ser apropiado ofrecerles menos consejos, escucharlos más y guiarlos cuando sea adecuado.
Prueben esta pregunta: “¿Cuál es el siguiente paso que puedes dar para lograr tu meta?”. El siguiente paso podría ser leer un artículo o ponerse zapatos para correr. No importa la respuesta, una pregunta con perspectiva puede ayudar a su hijo a comenzar en la dirección correcta.
3. Busquen oportunidades para verificar y motivar
Cuando estaba en la escuela secundaria, mi madre hacía panecillos de arándanos los domingos. Nos sentábamos a la mesa, comíamos panecillos y hablábamos sobre las metas. Estas conversaciones no eran un examen oral, sino una manera de dar aliento. Creen oportunidades para este tipo de conversaciones en su propio hogar.
También podrían tratar de ser como un espejo: en lugar de resolver problemas, dirijan los pensamientos de sus hijos hacia ellos. Escuchen y luego digan: “Te escucho decir ___” o “¿Estoy entendiendo bien lo que dices?”. El repetir las palabras de sus hijos para asegurarse de que ustedes los entienden permite que ellos procesen las ideas y los sentimientos, y piensen detenidamente en las soluciones.
Si sus hijos se encuentran con obstáculos, concédanles tiempo y espacio para superar los intentos fallidos. Resistan el impulso de interponerse y resolver el obstáculo por ellos. En vez de ello, háganles saber que ustedes siempre están allí para brindar apoyo, al mismo tiempo que les permiten intentarlo.
Si sus hijos se frustran, recuérdenles que incluso Jesús aprendía poco a poco, o “gracia sobre gracia” (Doctrina y Convenios 93:12). Si ustedes sienten frustración, busquen con espíritu de oración la ayuda del Señor a medida que se esfuerzan por ser más pacientes y comprensivos. Su ejemplo de paciencia y apoyo amoroso, aunque sus hijos tropiecen, los alentará a seguir adelante e intentarlo de nuevo.
4. Sean una fuente de motivación
Entonces, ¿cómo terminó mi propia historia sobre el establecer metas? En lugar de obligarme a centrarme en su meta, mi sabia madre me animó en mi afán de ser escritora. Asistí a clases, participé en concursos y envié relatos a revistas literarias. Ella fue mi primera editora, mi primera lectora y la mejor animadora, quien validó mis fortalezas y éxitos. Escribir terminó siendo muy importante en mi vida, incluso me ayudó a mantenerme a mí y a mi familia.
¿Y en cuanto a cocinar? Bueno, mi esposo y yo sobrevivimos con panqueques durante el primer año de nuestro matrimonio, pero con el tiempo (¡cuando estuve lista!), me interesé en la cocina. Lo que es más importante, supe cómo fijarme una meta y seguirla hasta el final, y eso sí que es una destreza muy buena.