Ayudar a los hijos a tener una experiencia significativa con la oración

“Soy un hijo de Dios…”

Cinco palabras sencillas que nos enseñan quiénes somos, y que también pueden ayudarnos a aprender a orar.

“Tan pronto como nos damos cuenta de nuestro verdadero parentesco con Dios (concretamente, que Dios es nuestro Padre, y que nosotros somos Sus hijos), de inmediato la oración se convierte en algo natural e instintivo por parte nuestra”, explica el Bible Dictionary [Diccionario bíblico]. “Muchas de las llamadas dificultades con la oración surgen porque olvidamos esa relación”1.. ¿Cómo podemos asegurarnos de estar constantemente edificando una relación con nuestro Padre Celestial y de ayudar a nuestros hijos a hacer lo mismo? Estas son algunas ideas:

Enseñar a los hijos que la oración es un don

La oración es un don. Enseñen a sus hijos que ellos mismos pueden hablar directamente con su Padre Celestial. ¡Qué don tan grande es ese! La oración es la manera principal en que edificamos una relación fuerte con el Padre Celestial. Como explicó el presidente Gordon B. Hinckley (1920–2008): “[N]inguno de nosotros puede ganar la batalla solo. Necesitamos ayuda, la clase de ayuda que se recibe en respuesta a la oración”2.

Enseñar a los hijos a orar con el corazón

La oración es más que solo palabras, es una conversación con nuestro bondadoso Padre Celestial que proviene del corazón. Cuando ayudamos a nuestros hijos a ver la oración de esa manera, es posible que ellos estén menos inclinados a hacer oraciones repetitivas y estén más inclinados a pensar realmente en lo que desean decirle a Él. Naturalmente, sus oraciones serán más significativas cuando vean la oración como el don que es.

Enseñar a los hijos a orar en cualquier momento y en cualquier lugar

Aunque ciertamente es respetuoso arrodillarnos cuando oramos, no es un requisito hacerlo. Podemos orar en cualquier momento y en cualquier lugar. Enseñen a sus hijos que pueden hacer una oración en silencio para pedir ayuda en medio de una situación difícil o agradecer a Dios cuando contemplen algo hermoso en la naturaleza; el Padre Celestial está listo y dispuesto para escucharnos en cualquier momento que tengamos que hablarle.

A una familia le gusta hacer una oración “abrazados formando un círculo” cuando sus hijos están listos para salir. Simplemente se abrazan y hacen una oración rápida pidiendo protección y guía.

Prueben estas actividades con su familia para ayudar a mejorar tanto las oraciones individuales como las familiares:

1. Pensamientos felices y necesidades

Para evitar la repetición en la oración, pidan a cada miembro de la familia que comparta algo por lo que se sientan felices o agradecidos ese día. Luego, alienten a la persona que ofrece la oración familiar a incluir algunas de las “ideas felices” en la oración. Esto ayudará a cada miembro de la familia a meditar en las maneras en las que el Padre Celestial haya bendecido su vida cada día. También podría existir la oportunidad de pensar en un miembro de la familia que necesite una bendición especial, como ayuda con un examen, con una entrevista de trabajo o para encontrar a un nuevo amigo. Orar por alguien, mencionando su nombre, une a la familia.

2. ¡Oh recordad, recordad!

Lean o escuchen el discurso de la conferencia general de presidente Henry B. Eyring titulado “¡Oh recordad, recordad!”, y busquen maneras de reconocer y recordar la bondad de Dios3.

3. Escuchar para recibir respuestas

Después de que sus hijos hagan sus oraciones individuales, anímenlos a escribir cualquier pensamiento o idea que pudieran tener. Asegúrense de explicar que las respuestas no siempre llegan de inmediato. A veces nuestras respuestas no son para nada lo que esperamos, y pueden llegar inesperadamente. Al mantener el Espíritu Santo siempre en nuestro corazón, podemos reconocer las respuestas a nuestras oraciones cuando estas lleguen.

4. Guiar mediante el ejemplo

Muestren a sus hijos que la oración es importante para ustedes. Cuéntenles de experiencias que hayan tenido con la oración y expresen su testimonio de cómo esta los ha ayudado en su vida. Si la oración es algo nuevo para ustedes, no se preocupen. Expliquen a sus hijos que todos nos encontramos en diferentes lugares en nuestro trayecto. Coméntenles de maneras en las que estén tratando de mejorar su relación con el Padre Celestial y anímenlos a hacer lo mismo, tanto individualmente como en familia.

Notas

  1. Bible Dictionary: “Prayer [Oración]”.
  2. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Gordon B. Hinckley, 2016, pág. 115.
  3. Henry B. Eyring, “¡Oh recordad, recordad!”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 66–69.