El nuevo programa Niños y Jóvenes invita a los participantes a fijarse metas y completarlas en cuatro categorías diferentes: espiritual, social, física e intelectual. Sin embargo, el fijarse las metas correctas y alcanzarlas requerirá algo de consideración con espíritu de oración, la guía del Espíritu Santo y la ayuda y el apoyo de los padres y líderes amorosos.
A continuación, se presentan cuatro maneras en las que ustedes como padres pueden ayudar:
1. Consideren la edad y la madurez de sus hijos
A medida que sus hijos se fijen metas, deliberen en consejo con ellos. Sean conscientes de su edad, madurez y el nivel de sus habilidades. Determinen cuánta ayuda podrían necesitar y lo que ellos pueden hacer por sí mismos. Recuérdenles que tratar de alcanzar sus metas es un proceso de aprendizaje y que podría requerir varios intentos y tiempo para alcanzarlas.
Por ejemplo, si los niños más pequeños desean aprender a hacer galletas, determinen cuáles son sus capacidades y ayúdenlos de acuerdo con ellas; tal vez necesiten su ayuda para medir los ingredientes, mezclar la masa y usar el horno.
Pero recuerden que sus hijos deben trabajar por sí mismos tanto como puedan. Lo que nos lleva a…
2. Reconozcan que sus hijos son personas que necesitan aprender y crecer
El élder David A. Bednar explicó en un devocional de la Universidad Brigham Young–Idaho en 2001 que por medio del poder habilitador de Jesucristo llegamos a ser “agentes que ‘actúan’, en vez de ser objetos ‘sobre los cuales se actúe’ (2 Nefi 2:14)”1. Cuando sus hijos se fijen metas apropiadas, con espíritu de oración, ayúdenlos a ser “sus propios agentes” (Doctrina y Convenios 58:28) y a actuar por sí mismos para alcanzar sus metas.
Por supuesto, es probable que cometan errores a lo largo del camino, pero eso no es un problema; es a través de los errores, las piedras de tropiezo y los desafíos que probablemente aprendan más. Por esa razón, eviten involucrarse demasiado pronto para ayudarlos. Den a sus hijos la oportunidad de aprender y crecer a través de las consecuencias naturales. También pueden enseñarles a encontrar consuelo y apoyo adicionales por medio de Jesucristo.
3. Conversen a menudo con sus hijos acerca de sus metas
Pregúntenles en cuanto a su progreso. ¿Qué están aprendiendo y qué desafíos están viviendo? Demuestren interés genuino en las cosas en las que están trabajando y en sus sentimientos. Celebren con ellos a medida que progresen en sus metas, especialmente cuando sigan intentándolo después de que algo se haya complicado. Si sienten la inspiración del Espíritu Santo, consideren expresar sus propias experiencias en cuanto a tratar de alcanzar metas y cómo resolvieron las dificultades. Pregunten si hay algo con lo que necesiten ayuda, pero respétenlos si la respuesta es un no.
Recuerden que ellos deben ser quienes hablen la mayor parte del tiempo. Cuando tengan dudas, escuchen.
4. Tengan fe y esperanza en el Padre Celestial
Recuerden, el Padre Celestial está de su lado; Él desea que ustedes y sus hijos tengan éxito. Al acudir a Él, pueden contar con la ayuda de Aquel que sabe cuál es la mejor manera de ayudar a su familia.
¿Buscan más ideas? Prueben esto:
- Lleven a cabo una sesión de lluvia de ideas. Siéntense con sus hijos individualmente y pregúntenles acerca de las metas que les gustaría fijarse en cada uno de los cuatro aspectos del desarrollo personal: espiritual, social, físico e intelectual. Ayúdenlos con posibles ideas si están teniendo dificultades para encontrar sus propias ideas. Guíenlos para que seleccionen metas que sean emocionantes e interesantes, pero que también sean apropiadas para su edad y nivel de madurez.
- Conozcan más en cuanto a la autosuficiencia. Lean o escuchen “Para ser autosuficientes”2 por el élder L. Tom Perry (1922–2015) del Cuórum de los Doce Apóstoles. Consideren lo que él enseña acerca de la autosuficiencia, especialmente en cuanto a la manera en la que el Señor ayudó a Nefi, pero luego “se hizo a un lado para permitir que uno de Sus hijos actuara por su propia iniciativa”. Pongan en práctica estas enseñanzas según su propia situación a medida que apoyen a sus hijos en su desarrollo personal.
Notas
- David A. Bednar, “In the Strength of the Lord” (devocional de la Universidad Brigham Young–Idaho, 23 de octubre de 2001), pág. 4, speeches.byu.edu.
- L. Tom Perry, “Para ser autosuficientes”, Liahona, enero de 1992, pág. 74.