Tres consejos para una mejor comunicación entre padres e hijos

Family home evening

Puede ser difícil conectarse con sus hijos, especialmente si ellos no quieren conectarse con ustedes.

Como padres, queremos tener una relación cercana y significativa con cada uno de nuestros hijos; pero para que las relaciones amorosas y profundas funcionen, se necesita una comunicación abierta y sincera. Sin embargo, ¿por qué a veces parece que nuestros hijos no quieren que nos involucremos?

Estos son tres principios que pueden ayudarlos a ustedes y a sus hijos a comunicarse mejor:

1. Sigan el ejemplo del Padre Celestial

El Padre Celestial desea escucharnos y trabaja activamente para establecer una conexión con Sus hijos. ¿Qué pueden aprender los padres del ejemplo del Padre Celestial?

  • Él está disponible cuando nosotros lo estamos. Es asombroso cuán a menudo nos olvidamos de conectarnos con nuestro Padre Celestial hasta que necesitamos algo; pero cuando finalmente buscamos ayuda, Él siempre nos escucha, siempre nos ama y siempre está allí.
  • Él es paciente e indulgente. Puede ser tentador reprender a nuestros hijos en cuanto a sus decisiones en la vida y, claro está, a veces necesitan esa corrección amable. Sin embargo, reprender constantemente o avergonzar a nuestros hijos podría alejarlos de nosotros. La forma en que el Padre Celestial actúa es el mejor modelo. Él nos enseña acerca del bien y el mal y establece expectativas claras, pero luego nos extiende misericordia cuando nos volvemos a Él y buscamos Su perdón por medio de Su Hijo. Como padres, cuando demostramos esos mismos atributos, es más probable que nuestros hijos estén dispuestos a comunicarse.
  • Él nos permite sentir Su amor. “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Él nos ama y nos ayuda a sentir ese amor. Muestren amor a sus hijos, incluso cuando se comporten mal.
  • Él establece normas y límites claros. Dios nos da mandamientos y guía porque nos ama. Él sabe que seremos más felices y evitaremos mucha miseria y remordimiento si seguimos Sus normas (véase Alma 41:10). También nos hace responsables de nuestras decisiones. Eso nos ayuda a aprender de nuestros errores y a seguir progresando. Podemos seguir este modelo de crianza con nuestros hijos.

Sugerencia

Tomen unos minutos y mediten sobre todas las formas en que el Padre Celestial ama, escucha y se conecta con Sus hijos. Por ejemplo, ¿cómo establece límites y normas? ¿Cómo nos ayuda Él a rendir cuentas?

2. Hagan preguntas y escuchen más de lo que hablan

Cuando hablamos con nuestros hijos, la manera en que hacemos las preguntas —y la manera en que estas se reciben—, será lo que marcará la diferencia entre una conversación confiable y comprensiva, y una confrontación tensa o incómoda.

Entonces, ¿cómo se hacen preguntas para invitar la conexión en lugar de la contención?

  • Mantengan un espíritu de oración. El Padre Celestial los ayudará a hacer las preguntas correctas.
  • Sus hijos pueden sentir las intenciones a través de sus preguntas. Asegúrense de que estas estén motivadas por el amor. Pregúntense: “¿Cómo reaccionaría yo ante esta pregunta?” antes de hacerla.
  • Dejen que el Espíritu guíe sus preguntas.
  • Si piensan que la conversación podría llegar a ser tensa, consideren escribir sus sentimientos y sus preguntas con anticipación. Escuchen al Espíritu mientras escriben.
  • Primero brinden su amor. Comenten por qué desean establecer una conexión antes de hacer preguntas.
  • Expresen empatía. Esto ayudará a sus hijos a sentirse seguros de contarles sus problemas y a acudir a ustedes en busca de ayuda.
  • Busquen cualquier oportunidad para edificar, elevar y elogiar durante la conversación.

Cuando su hijo comience a hablar, escuchen. Validen los sentimientos de su hijo. Intenten utilizar preguntas breves de una palabra como “¿sí?”, “¿cuándo?” y “¿cómo?” para ayudarlo a seguir hablando. Repitan o hagan una paráfrasis de lo que él acaba de decir para asegurarse de que entienden a qué se refiere.

Resistan la tentación de precipitarse con sugerencias o soluciones; en vez de ello, céntrense en apoyar y escuchar, y luego inviten a sus hijos a comentar lo que ellos piensen que podría ser una posible solución a los problemas. Expresen su confianza en la capacidad que ellos tienen para superar el desafío.

3. Lideren con fe en Cristo

El mundo puede ser un lugar abrumador para los niños, con tantas tentaciones, tanta tecnología y tantas situaciones con las que nosotros nunca tuvimos que lidiar cuando teníamos la edad de ellos. Entonces, ¿qué hacemos para no permitir que el temor dirija nuestras conversaciones?

La fe vence el temor. El Salvador dijo, “No temáis” (Lucas 12:32), porque Él venció al mundo. Si lo ponemos a Él en el centro de nuestro corazón y nuestro hogar, nosotros y nuestros hijos podemos superar todos los desafíos que se nos presenten.

Permitan que Cristo sea el centro de su conexión con sus hijos y permitan que sus conversaciones sean dirigidas por el Espíritu Santo; eso los ayudará a ellos a poner a Jesucristo en el centro de su vida.

¿Buscan más guía? Estas son algunas frases que les pueden ayudar a iniciar una conversación:

  • Pareces un poco triste. ¿Qué pasa?
  • Parece que te preocupa algo. ¿Quieres que hablemos?
  • ¿Cómo te sientes con [una clase, un amigo, una experiencia]?
  • ¿Sabes que te amo y que siempre quiero estar aquí para ti?
  • ¿Cómo van las cosas? ¿Qué te está causando estrés en este momento?