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Nota sobre las fuentes


“Nota sobre las fuentes”, Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846 (2018)

“Nota sobre las fuentes”, Santos, tomo I

Nota sobre las fuentes

Este tomo es una obra de narrativa real basada en más de quinientas fuentes históricas. Se ha puesto la máxima atención para garantizar su exactitud. Los primeros Santos de los Últimos Días escribieron muchas cartas, diarios, artículos periodísticos y autobiografías. Como resultado de ello, mucha de la historia de la Iglesia entre 1815 y 1846 está documentada de manera sobresaliente. Sin embargo, el lector no debe asumir que la narrativa aquí presentada sea perfecta ni completa. Los registros del pasado, así como nuestra capacidad de interpretarlos en el presente, son limitados.

Toda fuente de conocimiento histórico contiene lagunas, ambigüedades y sesgos, y con frecuencia solo transmite el punto de vista de quien la creó. En consecuencia, los testigos de un mismo acontecimiento lo viven, recuerdan y registran de manera diferente, y sus distintas perspectivas habilitan diversos modos de interpretar la historia. El reto del historiador consiste en montar los puntos de vista conocidos y reconstruir un entendimiento preciso del pasado mediante un análisis y una interpretación cuidadosos.

Santos es un relato verídico de la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días basado en lo que conocemos y entendemos en el presente de los registros históricos disponibles. No es la única versión posible de la historia sagrada de la Iglesia, pero los eruditos que han estudiado, escrito y editado este tomo conocen bien las fuentes históricas, las han empleado a conciencia y las han documentado en las notas finales y en la lista de fuentes citadas. Se invita al lector a evaluar las propias fuentes, muchas de las cuales se han digitalizado y vinculado a las notas finales. Es probable que el descubrimiento de más fuentes, o nuevas lecturas de las que ya existen, deriven con el tiempo en otros significados, interpretaciones y puntos de vista plausibles.

La narrativa de Santos bebe de fuentes principales y secundarias. Las fuentes principales contienen información de acontecimientos facilitada por testigos presenciales. Algunas fuentes principales, como cartas y diarios, se escribieron en la época de los hechos que describen. Estas fuentes contemporáneas reflejan lo que las personas pensaron, sintieron e hicieron en ese momento, revelando cómo se interpretaba el pasado cuando era el presente. Otras fuentes principales, como las autobiografías, se escribieron con posterioridad a los hechos. Estas fuentes evocadoras revelan el significado que el pasado llegó a adquirir con el tiempo para el autor, haciendo que a menudo sean mejores que las fuentes contemporáneas a la hora de reconocer la importancia de los hechos pasados. Sin embargo, puesto que dependen del recuerdo, las fuentes evocadoras pueden incluir imprecisiones y estar influidas por las ideas y creencias posteriores del autor.

Las fuentes históricas secundarias contienen información de personas que no presenciaron de primera mano los hechos sobre los que escriben. Tales fuentes incluyen historias familiares y obras académicas posteriores. Este tomo está en deuda con muchas de esas fuentes, las cuales demostraron su valía para ampliar la labor interpretativa y de contextualización.

Se evaluó la credibilidad de cada fuente de Santos, y cada frase se verificó repetidas veces para constatar su uniformidad con las fuentes. Las líneas de diálogo y otras citas proceden directa y literalmente de las fuentes históricas. Se ha actualizado la ortografía, el uso de mayúsculas y la puntuación para dotar al texto de mayor claridad. En raras ocasiones se han hecho modificaciones más significativas —como cambiar del pasado al presente en los tiempos verbales o normativizar la gramática— para mejorar la lectura de las citas. En estos casos, los cambios efectuados se describen en las notas finales. Las decisiones en cuanto a qué fuentes emplear y cómo hacerlo quedaron a cargo de un equipo de historiadores, escritores y editores que se basaron tanto en la integridad histórica como en la calidad literaria.

Por ejemplo, las memorias de Lucy Mack Smith suponen una fuente vital para los primeros capítulos del presente tomo. Lucy la escribió entre 1844 y 1845, a la edad de 69 años, con ayuda de Martha Jane Knowlton Coray y el esposo de esta, Howard. Siendo una fuente evocadora, la historia de Lucy no está exenta de errores, pero por lo general ha demostrado ser fiable. Se usa de manera juiciosa en este tomo y se citó principalmente para hechos que la propia Lucy presenció. Para saber más acerca de esta historia, véase “Lucy Mack Smith” en saints.lds.org.

En la redacción de este tomo se utilizaron algunas fuentes antagónicas, las cuales se citan en las notas. Estas fuentes se usaron principalmente para caracterizar la oposición inicial a la Iglesia. Si bien en gran medida son hostiles con José Smith y la Iglesia, a veces estos documentos contienen detalles que no quedaron recogidos en ninguna otra parte. Algunos de estos detalles se usaron cuando su exactitud general quedó confirmada a través de otros registros. Los datos de estos registros antagónicos se emplearon sin adoptar sus interpretaciones hostiles.

Al tratarse de una historia narrada dirigida a un público general, este tomo presenta un cimiento histórico de la Iglesia en un formato coherente y accesible. Si bien se apoya en técnicas populares de narración, no va más allá de la información contenida en las fuentes históricas. Cuando el texto incluye incluso detalles pequeños como las expresiones faciales o las condiciones climatológicas, ello es porque dichos detalles se hallan en el registro histórico, o se pueden deducir razonablemente de él.

A fin de mantener la fluidez de la lectura, el tomo raras veces alude a problemas con el registro histórico en el propio texto. No obstante, los análisis relacionados con las fuentes quedan relegados a los ensayos temáticos que hay en saints.lds.org. Se alienta al lector a consultarlos mientras estudia la historia de la Iglesia.