Sabemos que las familias eternas son una parte fundamental del Evangelio; pero nuestros amigos (la “familia” que elegimos) también pueden ser importantes para nuestra felicidad.
¿Sabías que nuestra salud física, emocional y espiritual es más fuerte cuando desarrollamos relaciones de afecto con los demás? ¡Es verdad! El Padre Celestial desea que amemos a las personas que nos rodean. A cambio, los amigos pueden brindarnos apoyo, ánimo y opiniones sinceras para ayudarnos a afrontar los desafíos de la vida. Es un sistema bastante bueno.
Por otro lado, el adversario, como todos los abusadores, desea aislarnos de nuestros seres queridos. ¡Él desea controlarnos! Quiere privarnos de las bendiciones que recibimos gracias a las relaciones de afecto.
El profeta José Smith en una ocasión dijo que “la amistad es uno de los grandes principios fundamentales” en los que creemos. Años más tarde, un historiador de la Iglesia llamado élder Marlin K. Jensen, agregó: “Ese pensamiento debe inspirarnos y motivarnos porque creo que la amistad es una necesidad fundamental de nuestro mundo”1.
¿Qué puedes hacer hoy para ser un buen amigo?
La amistad es importante
Notas
Esto es parte de una serie continua sobre la resiliencia emocional, adaptada de este manual.
1. Ambas citas proceden del artículo de Marlin K. Jensen, “La amistad: un principio del Evangelio”, Conferencia General de abril de 1999.