Durante Su ministerio terrenal, Jesucristo dio la autoridad del sacerdocio a los líderes de Su Iglesia. Lamentablemente, con el tiempo se produjo una apostasía y la tierra se quedó sin las bendiciones del sacerdocio hasta que de nuevo le fueron concedidas al hombre durante la Restauración.
Pero debido a esa Restauración, dice el élder L. Tom Perry, del Quórum de los Doce Apóstoles en el cuarto y último segmento de la entrevista sobre el juramento y el convenio del sacerdocio, es más que evidente que “ningún hombre dirige esta Iglesia. Es la Iglesia del Salvador, y Él la dirige por medio de la autoridad del sacerdocio, delegando ese poder y autoridad en una persona [el Presidente de la Iglesia], quien, a su vez, delega en otras personas el funcionamiento de la Iglesia aquí en la tierra”.
Doctrina pura
El élder Perry dice que esto permite a la Iglesia enseñar doctrina pura. “Toda confusión desaparece de las doctrinas y las enseñanzas porque se reduce a que una sola cabeza interprete las doctrinas de manera que beneficie [a los Santos] tal y como lo desea el Salvador”, dice. El Señor jamás permitirá que la autoridad presidente desoriente a la Iglesia, recalca el élder Perry. “Creo que cada profeta ha dicho que jamás se le permitiría descarriar a los hijos de nuestro Padre Celestial”, señala.
Gracias también a la restauración del sacerdocio, “cada poseedor del sacerdocio en la Iglesia puede trazar su línea de autoridad hasta el Salvador mismo”, dice el élder Perry. “Tenemos este gran artículo de fe, el quinto. ‘Creemos que el hombre debe ser llamado por Dios’... así es como Él gobierna a quienes llama. No se les llama de manera aleatoria, sino por inspiración y profecía por quienes tienen la autoridad a fin de ‘predicar el evangelio y administrar sus ordenanzas’. Se trata de una línea directa que llega a las personas por medio de la inspiración del Señor a aquéllos llamados a ejercer el sacerdocio”.
Éstos son mensajes de otros profetas y apóstoles sobre la restauración del sacerdocio.
- “The Priesthood: A Lifetime of Service” [El sacerdocio: Toda una vida de servicio], M. Russell Ballard, New Era, mayo de 2009
- “Regocijémonos en la restauración del sacerdocio y de sus llaves”, mensaje de las maestras visitantes con citas de varios líderes, Liahona, abril de 2005
- “Las bendiciones del sacerdocio”, Robert D. Hales, Liahona, enero de 1996
- “Priesthood Restoration” [La restauración del sacerdocio], Gordon B. Hinckley, Ensign, octubre de 1988
- “The Restoration and Faith” [La restauración y la fe], Joseph B. Wirthlin, Ensign, enero de 2006
Para referencias adicionales sobre la Restauración, véase Restauración del Evangelio en la Guía para el Estudio de las Escrituras.
La Restauración: Un acontecimiento sagrado
En la entrevista, el élder Perry traza la historia de la Gran Apostasía, así como los acontecimientos que se sucedieron durante la traducción del Libro de Mormón y que hicieron que José Smith y Oliver Cowdery oraran, lo cual derivó en la visita de Juan el Bautista, quien “puso sus manos sobre las cabezas de ellos y dijo: ‘Sobre vosotros, mis consiervos...’, y los ordenó al Sacerdocio Aarónico. (Véase D. y C. 13:1 [link to /scriptures/dc-testament/dc/13.1#1].) Aquél fue un acontecimiento glorioso. Espero que todos los poseedores del sacerdocio recuerden el día 15 de mayo de 1829 como un acontecimiento sagrado en la historia de la Iglesia. Es un acontecimiento especial en la historia de la humanidad”. Poco tiempo después se restauró el sacerdocio mayor o Sacerdocio de Melquisedec.
“La única manera de que el Señor pudiera establecer Su reino nuevamente en la tierra, mediante los poderes del sacerdocio era a través de esa gloriosa restauración”, dice el élder Perry.
También en esta serie
Ésta serie de cuatro partes dedicado al sacerdocio comenzó con un segmento sobre el juramento y el convenio del sacerdocio, continuó con comentarios sobre los sacerdocios Aarónico y de Melquisedec en la segunda parte, que versó sobre el sacerdocio y la familia en la tercera parte y que concluye con este segmento, la cuarta parte, sobre la restauración del sacerdocio.
