Todos somos hijos en espíritu de un amoroso Padre Celestial. Él nos envió a la tierra con diferentes habilidades y talentos. Con esas habilidades, cada uno de nosotros puede hacer una contribución significativa para ayudar a edificar el Reino de Dios sobre la tierra. El Señor dijo: “… si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra” (Doctrina y Convenios 4:3). Toda persona que sea digna y tenga el deseo de prestar servicio puede tener la oportunidad de ser llamada a una misión.
¿Desea servir a la Iglesia, a su comunidad y a su familia? ¿Desea tener experiencias espirituales valiosas como misionero? ¡Puede ser llamado a una misión de servicio personalizada! Los misioneros de servicio son llamados por el Señor a servir en asignaciones en operaciones de la Iglesia, en organizaciones comunitarias sin fines de lucro aprobadas y en su estaca.
Dondequiera que vaya y sin importar la forma en la que sirva, será muy bendecido. Como misionero de servicio, usted: