Segmento 4: Presidencias de cuórum y de clase
Apoyo a Niños y Jóvenes: Una transmisión para padres y líderes
Introducción
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Presidente Russell M. Nelson: Si se preguntan cómo pueden ayudar a recoger a Israel, permítanme sugerir cuatro maneras: primero, pueden vivir de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo; segundo, pueden servir a alguien que lo necesite; tercero, pueden invitar a alguien a recibir el Evangelio; y cuarto, pueden ayudar a unir familias por la eternidad.
Jovencita: Considero que como presidencia de clase intentamos cuidar de las jóvenes, ayudar a llevar el Espíritu a su vida y ayudarlas con cosas que hemos vivido anteriormente.
Joven: Pienso que mi responsabilidad es orar por ellos, porque como líder, debo poder identificar las necesidades y carencias de mi gente.
Jovencita: Tengo que asegurarme de que los programas y las actividades se organicen y que les saquemos el mayor provecho.
Jovencita: Yo soy responsable de informar a las chicas lo que va a suceder esta semana o la próxima; y si alguien está pasando algo muy difícil, o simplemente ya no quieren venir a la Iglesia, puedo hablar con ellas y podemos trabajar en ello.
Jovencita: Pues, pienso que todas estamos unidas. Nos preocupamos por todas las jóvenes y pensamos en lo que podemos hacer por cada una de ellas.
Joven: Mi cuórum, podría decir que somos uno, porque yo, me gusta hablar —demasiado—, y como resultado, hablamos. Hablamos sobre lo que podríamos hacer para mejorar la naturaleza de nuestro cuórum, lo que podría ayudarnos a venir temprano a preparar la Santa Cena.
Joven: Es importante asegurarme que soy parte de ello, planificar actividades, estar con los jóvenes, estar ahí para apoyarlos. Es necesario que lo hagan los jóvenes, porque si no, ellos no van a crecer de la manera que es necesario para sobrevivir espiritualmente.
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Presidenta Bonnie H. Cordon: Debo admitir que he estado esperando anhelosamente esta parte de la transmisión, ¡porque me encanta hablar con las presidencias de cuórum y de clase! Me encanta su energía y sus nuevas perspectivas. Ustedes realmente son, como el profeta ha dicho, “la esperanza de Israel”1. Espero que sientan lo importantes que son para su Padre Celestial. Él ama a cada uno de ustedes y sabe el gran potencial que tienen para traer personas al Salvador. Es por eso que los ha llamado a dirigir su clase o cuórum. Estamos tan impresionados por las muchas cosas que ya están haciendo.
Presidente Steven J. Lund: Aun así, quizá a veces sientan que no están seguros sobre qué hacer. O tal vez sepan qué hacer, pero llega a ser muy abrumador. Créanme que la presidenta Cordon y yo sabemos lo que es recibir un llamamiento que se siente abrumador. Esperamos poder brindarles un poco de ayuda el día de hoy.
Presidenta Cordon: Ustedes han sido llamados y apartados por alguien que posee las llaves del sacerdocio, y prestan servicio con autoridad de Dios. El Señor tiene confianza en ustedes; Él desea que tengan éxito y, a medida que lo busquen, les dará revelación personal sobre la forma en que pueden servir en su llamamiento.
Presidente Lund: También cuentan con líderes adultos que están prestos para ayudar. Ellos desean que ustedes tengan éxito; soliciten su ayuda. Además, la Iglesia cuenta con muchos recursos en la página web de Niños y Jóvenes y en las aplicaciones Biblioteca del Evangelio y Vivir el Evangelio que enseñan a las presidencias de cuórum y de clase en cuanto a su llamamiento. Veamos uno de esos recursos.
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Isabel: ¡Hola! Me alegro que hayas escogido hacer clic en este video. Probablemente quiere decir que eres parte de una presidencia de clase de Mujeres Jóvenes o de una presidencia de cuórum del Sacerdocio Aarónico y que quieres ayuda con tus reuniones, ¿verdad?
Me llamo Isabel y en los siguientes dos minutos explicaré algunas sugerencias e ideas sobre cómo puedes hacer que tus reuniones de presidencia marchen sobre ruedas. ¡Vamos!
Estas reuniones son para planificar cómo llevar a cabo la obra de Dios, y tú tienes la oportunidad de ser líder en esta gran obra. Hablarán de las necesidades de los miembros de tu clase o cuórum, planificarán actividades y mucho más. Me parece una muy buena idea. Piensa que es como un manual de instrucciones. Esta es la labor realizada con reuniones de presidencia y esta es la labor sin ellas. Básicamente, sus actividades, reuniones dominicales y visitas de ministración pueden llevarse a cabo sin una reunión, pero probablemente no serán, ni lograrán, lo que esperaban.
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Presidenta Cordon: Me encanta ese video. Los invitamos a reunirse regularmente como presidencia para hablar sobre las necesidades de los miembros de su cuórum y clase y para planificar su labor.
Presidente Lund: Si les parece que tienen demasiadas cosas que hacer como líderes, recuerden que en realidad solo tienen una cosa que hacer: ayudar a las personas de su cuórum o clase a venir a Cristo y mantenerse en Su senda de los convenios. Todo lo demás —las reuniones de presidencia, las reuniones dominicales, las actividades— les ayudan a lograr su propósito mayor de traer personas al Salvador.
Algo que podría ser útil es ver algunas de las formas en que hacemos esto en el programa Niños y Jóvenes: por medio del aprendizaje del Evangelio, el servicio y las actividades, y el desarrollo personal. Para comenzar, hablaremos del aprendizaje del Evangelio.
Aprendizaje del Evangelio
Presidenta Cordon: El aprendizaje del Evangelio comprende su estudio personal y en familia. Ustedes pueden tener un impacto significativo en el aprendizaje del Evangelio de su familia. Esto también incluye las reuniones dominicales y, no olviden, Seminario. Presidente Lund, ¿qué pueden hacer para cumplir con esa función?
Presidente Lund: Para empezar, ustedes deben dirigir y liderar en sus reuniones dominicales de cuórum o de clase. Cada reseña de Ven, sígueme para Mujeres Jóvenes y cuórums del Sacerdocio Aarónico tiene una sección titulada “Deliberar en consejo”. Esa parte no es solo para compartir las buenas noticias de la semana, sino para que deliberen en consejo como clase sobre la forma de hacer avanzar la obra de salvación y exaltación al vivir el evangelio de Jesucristo, cuidar de los necesitados, invitar a todos a recibir el Evangelio y unir a las familias por la eternidad.
Presidenta Cordon: Cuando se reúnan como presidencia, planifiquen quién enseñará en las reuniones dominicales. Podría ser útil que un líder adulto y un joven enseñen juntos, pero basen eso en las necesidades y aptitudes de los miembros de su clase o cuórum. Lo más importante es que, al planificar y enseñar las lecciones, ayuden a los miembros de su clase o cuórum a sentir el Espíritu y a ver cómo el Evangelio se aplica en su vida diaria.
Servicio y actividades
Presidente Lund: Claro está que el aprendizaje del Evangelio edifica la fe en Jesucristo, pero ¿sabían que las actividades semanales también pueden hacerlo? No quiero decir que todas sus actividades deban ser lecciones basadas en las Escrituras, pero nunca subestimen el poder de reunirse con otros seguidores de Jesucristo, ya sea para prestar servicio a alguien que tenga necesidad o para disfrutar de actividades al aire libre.
Presidenta Cordon: Tomen la iniciativa en planificar y llevar a cabo servicio y actividades. Sabemos que ustedes saben cómo hacer que sea divertido, pero comiencen por considerar las necesidades e intereses de los miembros de su cuórum o clase. El hacerlo les dará la mejor oportunidad de servirles y fortalecerlos. Recibirán ideas e inspiración al acudir al Señor en oración y estudio. Esas actividades le importan a Él porque ustedes están ayudando a recoger a Sus hijos e hijas. Y ese recogimiento no está reservado solo para los integrantes de su cuórum o clase; ¡pueden invitar a cualquier persona!
Veamos dos ejemplos de actividades planificadas por presidencias de clase y de cuórum. Al verlos, observen las decisiones que tomaron y cómo las tomaron.
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Jovencita: Como presidencia de clase, intentamos cuidar de las jóvenes, ayudar a llevar el Espíritu a su vida y ayudarlas con cosas que hemos vivido.
Jovencita: Cada actividad comienza con una necesidad. Muchas jóvenes sienten ansiedad y queríamos conseguir hacer algo difícil y vencer algunos de nuestros temores. Necesitábamos a alguien que supiera hacer rapel y los líderes nos ayudaron a encontrarlo.
Joven: Para poder hacer rapel, hay que tener un cimiento firme. Se puede ver dónde se han atornillado las sujeciones en la roca, y están sujetos allí para que cuando nos enganchemos, estemos seguros. Para mí, eso representa el cimiento sobre el cual debo estar, que es el Salvador, y yo necesito aferrarme a Él.
Jovencita: Queremos que se diviertan mucho. Quiero que piensen en la confianza, no solo en las otras jóvenes y en las líderes, sino también en el Salvador.
Jovencita: Estoy estresada y nerviosa [se ríe].
Jovencita: Todos tenemos puntos fuertes y débiles personales. El Padre Celestial sabe qué es lo que nos resulta difícil y cuando lo conquistamos, Él está muy orgulloso.
Jovencita: Dar ese primer paso hacia el precipicio da miedo. Eso es lo que más miedo me da, pero luego está bien. Estoy orgullosa de mí misma [se ríe].
Jovencita: A veces el Padre Celestial quiere que demos el primer paso, y luego tenemos que confiar en nosotros y en el Padre Celestial de que vamos a poder estar bien.
Jovencita: Con Cristo se siente consuelo. Quizás te dé miedo, pero Él te ayuda, no te dejará pase lo que pase.
Mujer: Me encantó verlas, sus logros y el orgullo en sí mismas, ver que pueden hacer cosas difíciles y a la vez alcanzar sus metas, superar sus temores, salir y ser más activas y relacionarlo con Cristo, y progresar en tantos aspectos, todo ello con una actividad.
Sunny: Hoy vamos a tener una competición de cocina entre los jóvenes y las jóvenes.
Favour: Preparamos banku y sopa de quingombó.
Sunny: Lo planificamos juntos con las mujeres y los hombres jóvenes.
Presidente Godinin Abu: Ellos tuvieron la idea y la están llevando a cabo ellos mismos yendo al mercado y cocinando todo.
Favour: Teníamos una lista de lo que necesitábamos y algunos de los jóvenes fueron al mercado con uno de nuestros líderes y compramos lo que necesitábamos para preparar ese platillo.
Joven: No todos sabemos cocinar, especialmente yo.
Joven: Todos tenemos pensado servir en una misión, y cuando vayamos a la misión, esto nos va a ayudar a preparar nuestra propia comida.
Favour: Pienso que es una buena actividad porque nos ayuda a invitar a los demás a venir a Cristo. También nos ayuda a unirnos.
Joven: Estoy agregando jengibre, quingombó, cebolla y ajo para que quede delicioso.
Jovencita: Le estoy quitando la tierra al jengibre.
Jovencita: Le estoy quitando los desechos al pescado
Jovencita: Estoy lavando la carne.
Joven: Estoy mezclando el banku.
Favour: Cada persona tiene algo que aprende de las actividades. Estas actividades combinadas nos unen como jóvenes. Podemos planificar actividades para tomar nuestras propias decisiones.
Presidente Abu: Este programa realmente nos ha ayudado mucho. Los ha fortalecido y ha hecho que se centren más en su responsabilidad. Los jóvenes ahora están ayudando, incluso en la obra de ministrar. En la actividad que están haciendo hoy, quieren que sus amigos vengan y aprendan el Evangelio restaurado y que también mejoren su vida.
Favour: De hecho, no tuvimos un ganador, todos hicimos una gran labor.
Hombre: ¿No me vas a decir quién ganó?
Favour: [Se ríe] Estoy segura que las mujeres ganaron. Las mujeres ganaron.
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Presidente Lund: Esas dos actividades fueron muy diferentes, ¿verdad? Pero, ¿notaron alguna semejanza en lo que los presidentes hicieron? Por ejemplo, en ambos casos las presidencias sabían algo en cuanto a sus miembros que los llevó a escoger esa actividad en particular.
Presidenta Cordon: Creo que también podríamos señalar maneras en que esas actividades ayudaron a los jóvenes a crecer espiritual, intelectual, física y socialmente. También contribuyeron a llevar a cabo la obra del Señor, ¡al mismo tiempo que fueron divertidas!
A veces lo más difícil es concebir esa primera idea. Pueden encontrar muchas ideas de servicio y actividades, campamentos y conferencias en la aplicación Vivir el Evangelio y en línea en niñosyjóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org.
Desarrollo personal
Presidenta Cordon: Hablemos sobre una manera más en la que pueden ayudar a los miembros de su cuórum o clase a venir a Cristo. En el programa Niños y Jóvenes la llamamos desarrollo personal. Eso significa simplemente encontrar maneras de crecer espiritual, física, social e intelectualmente, como el Salvador lo hizo cuando tenía aproximadamente la edad de ustedes. Fíjense metas para mejorar en esas áreas. Ya lo están haciendo: se están esforzando por mejorar en la escuela, los deportes u otras aptitudes que están tratando de aprender. La diferencia clave en el programa Niños y Jóvenes es que se les invita a incluir a su Padre Celestial en ese proceso. Conforme procuren guía, el Espíritu los guiará, no solo en la forma en que puedan mejorar, sino en la manera en que puedan fortalecer y bendecir a los demás a medida que crezcan. Cuando le pido a Dios, casi siempre recibo la impresión de tender la mano a otras personas.
Presidente Lund: ¿Qué significa eso para ustedes como miembros de su presidencia de cuórum o de clase? Estas son algunas observaciones: primero, ser líder significa ser un ejemplo para su cuórum o clase, así que empiecen por fijar sus propias metas y trabajar para lograrlas.
Presidenta Cordon: A continuación, conozcan a los miembros de su clase o cuórum. Oren por ellos, y oren para verlos como el Padre Celestial los ve; préstenles servicio; aliéntenlos en sus metas y ofrezcan ayudarlos. Quizá puedan ayudarlos a pensar en ideas o planificar algo que toda la clase pueda llevar a cabo como meta. ¡Hay muchas maneras de trabajar y celebrar juntos!
Recuerden que su propósito es ayudar a las personas a venir a Cristo. Inspiren en los miembros de su cuórum o clase el deseo de llegar a ser más como el Salvador.
Conclusión
Presidente Lund: Presidencias de cuórum y de clase, estamos muy agradecidos por su servicio. Serán bendecidos a medida que sirvan a los demás en el nombre del Señor.
Presidenta Cordon: Los amamos y tenemos plena confianza en ustedes. A continuación, escucharemos al presidente Ballard y al élder Cook que tienen unas últimas palabras.