2021
La familia de Charlotte
Mayo de 2021


La familia de Charlotte

“A veces, cuando cantamos ‘Eternas pueden ser las familias’, yo pienso: ‘Excepto para mí’”.

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girl plugging her ears while music plays

Charlotte se tapó los oídos con los dedos. Generalmente, el Tiempo para cantar era su parte preferida de la Primaria, pero hoy no quería escuchar las canciones que estaban cantando. Preguntó si más bien podía ir a sentarse en el pasillo.

Allí se puso a ver la alfombra verde, tratando de no llorar; pero no funcionó.

Alguien vino y se puso a su lado. Charlotte se secó rápidamente las lágrimas y alzó la vista.

Era la hermana Henry. “¿Qué ocurre?”, le preguntó.

Charlotte contuvo las lágrimas. “Esas canciones son sobre familias felices y estar juntos para siempre”, dijo en voz baja.

“Ah, ya veo”. La hermana Henry se sentó al lado de Charlotte.

Pocos meses atrás, los padres de Charlotte habían reunido a la familia, y su papá explicó que iba a mudarse.

“¿Como si fueran a divorciarse?”, había preguntado Charlotte.

“No es como si”, dijo la madre. “Los dos los amamos a ustedes, pero sí, nos vamos a divorciar”.

Charlotte recordaba que había sentido la piel fría y caliente a la vez. Y entonces, ¡se desbordaron todas sus emociones! Temor, rabia, confusión y mucha tristeza, de esa que te hace enfermar.

Aún se sentía así en ciertas ocasiones. Como cuando el papá y la mamá se colocaban en los extremos opuestos de la piscina durante sus competencias de natación. O como cuando su hermanito lloraba y preguntaba por su mamá mientras se quedaban en casa del papá.

O como cuando en la Primaria cantaban sobre las familias.

“Cuando mis padres se divorciaron, sentí como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago”, dijo la hermana Henry. “Una y otra vez”.

Charlotte estaba sorprendida. “¿Sus padres también se divorciaron?”.

La hermana Henry asintió. “Se divorciaron cuando yo tenía tu edad, más o menos”.

Charlotte se miró las manos. “A veces, cuando cantamos ‘Eternas pueden ser las familias’, yo pienso: ‘Excepto para mí’”. Cerró los ojos con fuerza y dijo: “¡Me da tanta rabia! Y eso es malo, ¿no es cierto?”.

La hermana Henry negó con la cabeza. “No. Yo me sentía mal cada vez que veía a otros niños con sus dos padres juntos”.

“¡Sí!”, dijo Charlotte. “Es como si ellos estuvieran en el club de las familias felices y yo no. Ahora todo es diferente”.

“Es normal que ahora te sientas enojada, triste, asustada, o como sea que te sientas”, dijo la hermana Henry. “El divorcio es difícil, pero te prometo que te vas a sentir mejor. Tu familia sigue siendo tu familia, aun cuando ahora se vea distinta. A mí me ayudó mucho el recordar que mis padres aún me amaban, y que me seguirían amando por la eternidad”.

Charlotte sonrió. La hermana Henry le agradaba.

La hermana se acercó más a Charlotte. “¿Pero sabes qué fue lo que más me ayudó?”, le susurró.

“¿Qué?”, le susurró Charlotte a su vez.

“Aprendí que aún tengo una familia feliz y perfecta”, le dijo la hermana Henry. “Y tú también. Todos la tenemos, sin importar cómo sean nuestras familias terrenales en este momento”.

Charlotte frunció el ceño con curiosidad. “¿Cómo?”.

“Bueno, nuestras familias terrenales no son perfectas, pero nuestra familia celestial sí lo es. Así que no importa lo que suceda, tenemos padres celestiales que nos aman y nos espera un maravilloso hogar celestial”.

Al pensar en ello, Charlotte se sintió un poco más esperanzada. Imaginó cómo sería volver a ver a sus padres celestiales nuevamente algún día.

“Quizás podría pensar en mi familia celestial cuando cantemos sobre las familias”, dijo Charlotte. La hermana Henry asintió.

Charlotte aún tenía una pregunta. “¿Se me nota que he estado llorando?”.

“Para nada”, dijo la hermana Henry.

Charlotte se puso de pie. “Entonces, creo que estoy lista para cantar”.

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Friend Magazine, Global 2021/05 May

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