De amigo a amigo
Rescate de las rocas del río
Tomado de una entrevista con Haley Yancey.
Cuando tenía seis años, mi familia se fue de viaje a un río. El agua estaba muy fría porque venía de las montañas de Chile. Después de jugar un rato en el río, quise entrar en calor.
El sol brillaba en unas rocas que estaban cerca, así que me recosté contra una de las rocas y puse los pies en la otra para tomar el sol.
Las rocas estaban cubiertas de un musgo resbaloso que hizo que me deslizara lentamente. Sucedió de manera tan lenta que no me di cuenta de que me iba resbalando.
¡Pero luego quedé atrapado! Las rodillas me presionaban el pecho; no podía respirar y no me podía mover. ¡Y seguía resbalando! Con cada segundo, las rodillas me presionaban el pecho cada vez más. Levanté la vista hacia el cielo y la luz empezó a desvanecerse.
Entonces vi la cara de mi hermano. Me tomó de la mano y me levantó; ¡ya no estaba atrapado! Podía respirar y ver la luz de nuevo.
Jesucristo es nuestro Salvador y nuestro Hermano Mayor. Él siempre sabe dónde estamos y nos sacará del peligro. Siempre está allí para tendernos la mano.