Muestra y cuéntalo
Era difícil escuchar y ser reverente cuando teníamos las reuniones de la Iglesia en casa durante la pandemia. Traté de pensar cómo podía ayudar para que fueran especiales y reverentes. Tuve una idea; agarré dos cajas grandes y las acomodé para formar un púlpito. Me sentí feliz de ayudar para que las reuniones de la Iglesia en casa fueran especiales.
Presley F., 9 años, Sajonia, Alemania
Cuando veo a alguien en la escuela que está solo o que está teniendo un mal día, lo invito a jugar conmigo.
Otilia H., 9 años, Region Hovedstaden, Dinamarca
Estoy agradecido por un profeta viviente. Me gusta estudiar las Escrituras con mi familia cada semana usando Ven, sígueme. Me ayuda a entender las enseñanzas de Jesús.
Cannon A., 10 años, Arizona, EE. UU.
Estaba leyendo el Libro de Mormón después de haberme metido en problemas. Mi mamá entró, me vio leyendo y dijo que era una muy buena idea para ayudar a calmarme. Me sentí muy bien.
Ellie K., 7 años, New Hampshire, EE. UU.
Cuando estaba enfermo, sentí el Espíritu Santo el momento en que mi papá me dio una bendición del sacerdocio. Estoy agradecido por mi mamá y mi papá.
Everett O., 6 años, Ohio, EE. UU.
Tengo una iguana de mascota y cuando se escapa hago una oración al Padre Celestial pidiendo que la iguana regrese.
Ana C., 6 años, Espírito Santo, Brasil
Mi amigo me pidió que jugara un videojuego en domingo. Yo tenía muchas ganas de jugar, pero le dije que no. Quiero santificar el día de reposo.
Benjamin C., 9 años, California, EE. UU.
“Todos pertenecemos”, Madison C., 10 años, Utah, EE. UU.
Alan M., 10 años, California, EE. UU.
Dallin H., 6 años, Auckland, Nueva Zelanda
“El templo”, Vimbai M., 9 años, Dar es Salaam, Tanzania