2021
Llevar en brazos a Spotty
Diciembre 2021


Llevar en brazos a Spotty

La autora vive en Utah, EE. UU.

Así es como Jesús nos ayuda a nosotros.

“El Señor te hará descansar de tu angustia y de tu temor” (2 Nefi 24:3).

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girl sitting with puppies

Abbie se rio. Los perritos felices y traviesos saltaban y se dejaban caer a su alrededor. ¿Cuál debería escoger?

Un perrito negro con una mancha en el pecho corrió hacia ella. Movía la colita y le lamía la mano, y Abbie lo supo. ¡Ese era!, así que lo tomó en brazos.

“¡Este, papá!”. Abbie abrazó con cuidado al cariñoso e inquieto cachorro. “Se llamará Spotty”.

Cuando llegaron a casa, el hermano y la hermana de Abbie se pusieron muy contentos de conocer a Spotty. El perrito meneó la cola y se dio la vuelta para que le rascaran la panza. Cuando el papá puso el comedero del perro en el suelo, ¡Spotty metió de lleno la cabeza en la comida!

Más tarde, Abbie y su papá sacaron a pasear a Spotty. El papá le dio a Abbie la correa.

“Sujétalo fuerte”, dijo el papá. “Spotty podría asustarse y tratar de salir corriendo. Debes asegurarte de que esté a salvo”.

“Está bien, papá”. Abbie iba dando saltitos. ¡No podía esperar!

Caminaron por la calle. Bueno, Abbie y el papá caminaron. Spotty daba brincos pequeños, olisqueaba los arbustos y les ladraba a las ardillas. Cada ciertos minutos miraba atrás, hacia Abbie y el papá.

Pronto llegaron a una casa en la que había tres perros grandes. Los perros gruñeron y ladraron ferozmente al otro lado de la verja.

Spotty se quedó paralizado. Abbie trató de tirar de él, pero no se movía.

“Está bien. No pueden hacerte daño”, dijo suavemente. “Estás a salvo”.

Spotty tan solo gimoteaba.

“Tal vez deberías llevarlo en brazos”, dijo el papá. Abbie tomó en brazos a Spotty y cruzó al otro lado de la calle. El perrito temblaba. Cuando dejaron de ver a los perros, Spotty se tranquilizó. Le lamió la cara a Abbie y ella lo bajó.

Unos minutos más tarde, Spotty comenzó a caminar más lento. Agachó la cabeza y se recostó en la acera.

“¡Vamos!”, dijo Abbie. “¡Ya casi hemos llegado!”.

Spotty parpadeó y suspiró.

“Oh. ¿Demasiado cansado, amiguito?”. Abbie se rio y lo volvió a tomar en sus brazos. Esta vez lo sostuvo todo el camino de regreso a casa. El papá se ofreció a ayudar, pero Spotty no pesaba mucho y Abbie lo amaba y deseaba cuidarlo.

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girl carrying puppy

Ese domingo, la maestra de la Primaria de Abbie habló acerca de Jesucristo.

“Jesús nos ama tanto que sufrió por nosotros”, dijo la hermana Oliver. “Él sufrió todos nuestros dolores para poder entender cómo nos sentimos. De esa manera, Él puede tomarnos en Sus brazos cuando pasamos por pruebas”.

Abbie pensó en el modo en que ella había llevado en brazos a Spotty. Así es como Jesús nos ayuda a nosotros, pensó Abbie. Puede que Jesús no la llevase en brazos a ella, pero la ayudaba a sentirse más fuerte cuando lo necesitaba. Como la otra noche, cuando tenía miedo de la oscuridad. Había orado y se había sentido a salvo. O cuando estaba preocupada por si se le olvidaban sus tareas escolares. Había orado y luego se había sentido mejor, ¡y se acordaba de eso!

Abbie sonrió porque sabía que Jesucristo la amaba aun más de lo que ella amaba a Spotty. ¡Y era mucho!

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December 2021 Friend Magazine

Ilustraciones por Alexandra Ball

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