“Mantenernos fuertes juntos”, El Amigo, febrero de 2024, pág. 32.
De amigo a amigo
Mantenernos fuertes juntos
De una entrevista con Diana Evelyn Nielson y Olivia Kitterman.
Ilustración por Ola Szpunar
Viví en Japón cuando era joven. Mi familia pertenecía a la religión budista, como muchas familias de allí. Un día, conocí a los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Tuve un sentimiento especial acerca de ellos. Deseaba ser como ellos.
Cuando me uní a la Iglesia, solo un alumno de mi escuela era miembro de la Iglesia. Ser uno de los únicos fue difícil. Algunos de mis amigos de la escuela tomaban malas decisiones y querían que yo hiciera las mismas cosas. Me costó escoger lo correcto.
Dejé de asistir a la Iglesia durante cuatro meses. Pero todos los domingos, mis amigos de la Iglesia me llamaban y me preguntaban: “¿Cómo estás?”. Eso me ayudó. Una mañana tuve un fuerte sentimiento. Supe que debía asistir a la Iglesia ese día, y así lo hice. Desde ese día, nunca he dejado de asistir. Decidí permanecer en la senda de los convenios.
Cuando vives en algún lugar donde no hay muchos miembros de la Iglesia, puedes sentirte solo. Hacer buenos amigos puede ser difícil. La soledad puede dificultar vivir el Evangelio, pero puedes obtener tu propio testimonio para ayudarte a mantenerte fuerte. También he aprendido que tener amigos en la Iglesia para apoyarte realmente ayuda.
Si te sientes solo, concéntrate en seguir a Jesucristo. Sigue estudiando las Escrituras, orando y yendo a la Iglesia. Te sentirás menos solo porque Dios está contigo.