“Una respuesta para Oliver”, Para la Fortaleza de la Juventud, enero de 2021, págs. 12–13. Ven, sígueme Una respuesta para Oliver Escrito por Eric B. Murdock, ilustrado por Lance Fry Oliver Cowdery fue a hospedarse en la casa de Joseph, padre y Lucy Mack Smith, mientras enseñaba en la escuela cerca de la granja de ellos. Oliver oyó hablar sobre su hijo José y las planchas de oro y quiso saber más. A Oliver le fascinaba saber cómo Dios le dio a José el poder de traducir las planchas de oro. Deseo ayudar con la traducción. Cuando se termine la escuela, iré y ayudaré a José. Debes orar y pedirle al Señor si eso es lo correcto para ti. Esa noche, Oliver oró y le preguntó al Señor lo que debía hacer. Oliver sintió paz cuando oró en cuanto a ayudar a José a traducir. Al poco tiempo, Oliver se preparó para conocer a José Smith. Viajó con el hermano de José, Samuel. José, estoy aquí para ayudar. Puedo ser su escribiente. Gracias, estoy agradecido por su ayuda. José y Oliver comenzaron a traducir. Esa experiencia entusiasmó a Oliver, pero todavía tenía preguntas. Un día, José recibió una revelación para Oliver, en la que se le recordaba la respuesta a su oración. “De cierto, de cierto te digo: Si deseas más testimonio, piensa en la noche en que me imploraste en tu corazón, a fin de saber tocante a la verdad de estas cosas. “¿No hablé paz a tu mente en cuanto al asunto? ¿Qué mayor testimonio puedes tener que de Dios?”1. Oré para saber si debía venir a ayudarle, y sentí paz. Nadie podría haber sabido eso, excepto Dios. Oliver supo con certeza que la obra era verdadera. Él y José terminaron la traducción que se convirtió en el Libro de Mormón.