“En colaboración con el Señor — Extractos”, Para la Fortaleza de la Juventud, noviembre de 2022.
En colaboración con el Señor
Extractos
El evangelio restaurado de Jesucristo proclama el principio de la colaboración plena entre la mujer y el hombre, tanto en la vida terrenal como en las eternidades. Aunque cada uno posee atributos específicos y responsabilidades divinamente señaladas, la mujer y el hombre cumplen funciones igualmente importantes y esenciales en el plan de felicidad de Dios para Sus hijos […].
Según la doctrina del Evangelio, la diferencia entre la mujer y el hombre no invalida las promesas eternas que Dios tiene para Sus hijos e hijas. La una no tiene más posibilidades que el otro de obtener la gloria celestial en las eternidades. El Salvador mismo nos invita a todos nosotros, los hijos de Dios, “a que vengan a él y participen de su bondad; y a nadie de los que a él vienen desecha” [2 Nefi 26:33]. Por lo tanto, en este contexto, a todos se nos considera iguales ante Él.
Cuando los cónyuges entienden este principio y lo incorporan, no se posicionan en un cargo de presidente o vicepresidente en su familia. En la relación conyugal no hay superioridad ni inferioridad, y ninguno camina por delante ni por detrás del otro: caminan uno al lado del otro, como iguales, como linaje divino de Dios. Se convierten en uno en pensamiento, deseo y propósito con nuestro Padre Celestial y Jesucristo al dirigir y guiar juntos la unidad familiar.