“Llegar a las personas en las situaciones de la vida”, Historias mundiales: Austria, 2019
“Llegar a las personas en las situaciones de la vida”, Historias mundiales: Austria
Llegar a las personas en las situaciones de la vida
A finales de la década de 1960, Eva Grünauer, de quince años, estaba viajando con jóvenes Santos de los Últimos Días cuando Erwin Roth se armó de valor para decirle que le gustaba. “Pensé: ‘Sí. Es él’”, recordó más tarde. “Quedó completamente claro en un solo momento”. Se casaron cuando tenían unos veinte años y comenzaron una familia juntos. A medida que la familia crecía, también lo hacía la Iglesia en Salzburgo, pasando de un pequeño grupo a ser una estaca.
A lo largo del camino, los Roth enfrentaron muchas de las pruebas de la vida, y Eva a menudo se sentía agradecida por la certeza espiritual que tenía de su relación con Erwin. “A veces te sientes tan agobiada por la vida”, observó. “Para mí siempre ha sido importante poder tener algo en qué apoyarme, poder decir que estoy exactamente en el lugar correcto”. También encontró una gran fortaleza en la adoración en el templo. “Me da el sentimiento de estar cerca del Padre Celestial. Lo necesito de manera constante”. Para Erwin, cuyo padre murió cuando él era muy joven, el templo también cumplía una función importante al brindarle la certeza de una familia eterna.
Mientras servían en la Iglesia, Eva y Erwin buscaban oportunidades de compartir el mismo gozo espiritual con otros, pero en el proceso aprendieron a ser sensibles a las experiencias vitales de los demás. Al escuchar detenidamente a las hermanas solteras de su estaca, Eva enseguida reconoció que incluso aquellos con un firme testimonio de la importancia de la obra del templo pueden no encontrar el mismo consuelo en la asistencia al templo. “Aun en el templo, no es agradable estar sola”, explicó. También llegó a reconocer que a algunas personas la adoración en el templo podría plantearles más preguntas que respuestas. “Para alguien que, por ejemplo, como mujer ahora se siente atraída hacia personas del mismo sexo, la perspectiva de tal vez encontrar un compañero eterno varón en la vida venidera… no es una propuesta consoladora”. Sin importar las circunstancias, ella se centró en ministrar a sus hermanas. “Mi objetivo era simplemente llegar hasta las mujeres en sus situaciones de vida”, dijo.
En un caso, Erwin trabajó con una hermana mayor que había sido activa desde su niñez. “Generaciones de líderes del sacerdocio, maestros orientadores y maestras visitantes habían estado trabajando continuamente con ella para llevarla al templo a recibir su investidura”, dijo. Como presidente de rama, le preguntó a esta hermana si quería compartir con él por qué estaba indecisa. “Usted es el primero que me pregunta por qué”, dijo. Entonces le confió que había sido abusada por su padre y no quería sellarse a él. Erwin le aseguró que podía ir al templo a recibir su investidura sin tener que sellarse, si así lo deseaba. Luego de setenta años de cargar con un dolor que se le hacía difícil contar, finalmente pudo resolver su preocupación.
“Siempre me aseguré de no ser tímido para llegar al fondo de las cosas”, dijo Erwin. Eva notó que en muchos casos el servicio verdadero requiere más que buena voluntad. “Aun si quieres tenderles una mano, podrían no dejarte hacerlo porque se sienten amargados”, dijo. “Eso requiere persistir y simplemente mostrarles con el tiempo: ‘Me preocupo por ti’ [aunque] a menudo tarda un poco que la persona diga realmente: ‘Ahora te creo’”.