“‘Tuvimos otra hora de trabajo esta semana’”, Historias mundiales: Alemania, 2021
“‘Tuvimos otra hora de trabajo esta semana’”, Historias mundiales: Alemania
“Tuvimos otra hora de trabajo esta semana”
Al término de la Primera Guerra Mundial, con la economía alemana devastada por la caída de la producción y por las persistentes deudas de guerra, las hermanas de la Sociedad de Socorro cuidaban de los enfermos y recolectaban periódicamente ropa hecha a mano en beneficio de los pobres. Mientras la Sociedad de Socorro se reunía para confeccionar artículos valiosos como calcetines, sombreros y pañuelos, otras mujeres interpretaban canciones populares, poesía y literatura para que todos pudieran disfrutar de la belleza de las artes escénicas. Debido a que muchas ramas eran pequeñas y la mayoría de los miembros eran mujeres, las reuniones de la Sociedad de Socorro eran el corazón de la vida cotidiana de la Iglesia. Los hombres solían unirse a las actividades de la Sociedad de Socorro y contribuían con música, oraciones y lecciones ocasionales.
En 1927, la Sociedad de Socorro de Dresde preparó trabajos hechos a mano para exhibirlos y venderlos durante la celebración del aniversario y el bazar de la Sociedad de Socorro. La secretaria de la Sociedad de Socorro, Marianne Püschel, señaló que en los meses previos al evento se interrumpió la rutina habitual de alternar una hora de trabajo con una lección formal. “Queda poco tiempo hasta la celebración del aniversario”, registró, “así que tuvimos otra hora de trabajo esta semana”. La sustitución de las lecciones por horas de trabajo continuó durante todo el mes de marzo y la primera semana de abril, con las hermanas dedicándose intensamente a sus trabajos manuales en preparación para el evento del 8 de abril. “Con el acompañamiento musical, el trabajo avanzó rápidamente”, registró Marianne en el acta de la reunión del 14 de marzo. Cuatro días antes del evento, las hermanas trabajaron hasta las diez de la noche a fin de terminar todos los artículos para el bazar.
Los bazares y otros eventos anuales eran ocasiones festivas. La secretaria de la Sociedad de Socorro de Colonia, Gertrud Schröder, registró que su bazar de 1930, dirigido por la hermana Luise Frankenbach, contó con una banda de trombones, poesía, canciones, discursos y baile. Al final del año, la hermana Frankenbach y sus consejeras organizaron una celebración navideña con refrigerios, una obra de teatro y regalos para los niños.
Con los fondos recaudados con los bazares y las cuotas anuales que pagaban sus miembros, las Sociedades de Socorro de toda Alemania pudieron brindar una ayuda crucial en un momento en que las instituciones de bienestar del Gobierno flaqueaban. En 1930, cuando la depresión mundial empeoró la situación de Alemania, las dieciocho hermanas de la Sociedad de Socorro de Colonia recaudaron 95 marcos (el equivalente al salario de un mes de una mujer trabajadora), que distribuyeron entre las hermanas necesitadas. Al aunar su energía y sus recursos, las hermanas de la Sociedad de Socorro pudieron mantener la vida cultural de la congregación, incluso cuando la depresión se agravaba.