La edificación de un templo en Roma
Los Santos de los Últimos Días consideran la participación en los rituales sagrados del templo como la expresión suprema de su adoración. Durante muchos años, los santos italianos han viajado en autobuses contratados hasta el templo más cercano, el de Berna, en Suiza, usualmente a costa de grandes sacrificios económicos. La “semana italiana”, comentaba un presidente de templo, era una de las más concurridas normalmente.
Pero los santos en Italia ansiaban tener un templo en su propio país. El 4 de octubre de 2008, durante la conferencia general, Thomas S. Monson, Presidente de la Iglesia, anunció planes para la edificación de un templo en Roma. Miles de miembros de la Iglesia en Italia que veían la transmisión satelital en sus capillas locales prorrumpieron en aclamaciones, intercambiaron abrazos y se regocijaron. “Todos gritamos”, relató Massimo De Feo, quien era el presidente de la Estaca Roma, Italia. Él describió la reacción como “lo que esperarías ver en un estadio deportivo al producirse una victoria en el último segundo”. El Templo de Roma, Italia, está actualmente en construcción.
El anuncio del templo fue un indicador más del fortalecimiento del fundamento de la Iglesia en Italia. En 2012, se otorgó a la Iglesia el acuerdo llamado intesa. Este acuerdo con el gobierno italiano otorga a la Iglesia protecciones bajo la constitución italiana, entre ellas, libertad para llevar a cabo su misión mundial y reconocimiento de los líderes de la Iglesia como clérigos.