Tiempo para compartir
El Espíritu Santo testifica de la verdad de todas las cosas
En el Libro de Mormón leemos acerca de Lehi y su familia. El Padre Celestial los condujo a un nuevo hogar en una tierra escogida. Lehi recibió un presente maravilloso de Dios: una esfera con dos agujas que “marcaba el camino que debía[n] seguir” (1 Nefi 16:10). Ese presente tenía el nombre de Liahona. Nefi dijo que la Liahona “funcionaba de acuerdo con [nuestra] fe, diligencia y atención” (1 Nefi 16:28). La familia de Lehi aprendió a seguir las instrucciones de la Liahona.
Cuando se nos bautiza y se nos confirma, recibimos un maravilloso don: El don del Espíritu Santo. El don del Espíritu Santo es como la Liahona. Podemos aprender a seguir al Espíritu Santo. Si seguimos sus impresiones, podemos volver a vivir con el Padre Celestial y Jesucristo.