Liahona
Siempre misionero
En memoria del presidente M. Russell Ballard


“Siempre misionero”, Liahona, enero de 2024.

Para la Fortaleza de la Juventud Recuerda

Siempre misionero

Recordando al presidente M. Russell Ballard

M. Russell Ballard

Mientras servía como joven misionero en Inglaterra, el presidente M. Russell Ballard tuvo una experiencia que cambió su vida para siempre.

“Recuerdo ir caminando a orillas del río Trent, en Nottingham, Inglaterra. […]

“Al ir caminando junto al río […], hice una oración en mi corazón. Deseaba sentir la guía del Señor y supliqué que Él estuviera complacido con lo que yo procuraba hacer. Le pregunté: ‘¿Estoy haciendo lo que Tú quieres?’”1.

“Me acometió un profundo sentimiento de paz y comprensión. Fue en ese preciso momento que llegué a saber que Jesucristo me conocía [y] que me amaba. […] No había visto visión alguna ni oído voces, pero no habría podido aceptar con mayor convicción la realidad y la divinidad de Cristo aunque Él mismo se hubiera presentado ante mí y pronunciado mi nombre.

“Aquella experiencia sirvió para modelar mi vida. Desde aquel día hasta hoy, cada una de mis decisiones importantes se ha basado en mi testimonio en cuanto al Salvador”2.

Ese conocimiento le permitió al presidente Ballard hablar con valentía como testigo especial del Señor Jesucristo. Él nos enseñó, mediante el ejemplo y el testimonio, cómo “super[arnos], [a estar] a la altura de lo que p[odemos] llegar a ser y [a estar] plenamente preparados para servir al Señor”3.

El presidente Ballard en una capilla en Georgetown, Massachusetts

El presidente Ballard en Georgetown, Massachusetts, EE. UU., el 13 de mayo de 2022.

El amor por compartir el Evangelio

Dondequiera que iba, el presidente Ballard hizo que compartir el Evangelio fuera una prioridad. “Predicar la restauración del Evangelio siempre ha sido especial para mí. Me encantó ser misionero en Inglaterra, me encantó ser presidente de misión en Canadá y me encanta mi llamamiento actual [como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles], el cual me brinda oportunidades de compartir con el mundo el mensaje de la restauración del Evangelio”4.

El presidente Ballard enseñó que todos podemos compartir el Evangelio restaurado de Jesucristo simplemente “al ser buenos vecinos y preocupándonos y demostrando amor […] y, al hacerlo, irradiar el Evangelio que poseemos y las bendiciones que este ofrece a las demás personas”5.

Nuestro amor por el Señor y por los demás “nos gu[iará] al compartir el Evangelio con familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y otras personas que se crucen en nuestra vida”6.

¡Los necesitamos ya!

El presidente Ballard enseñó que no es necesario esperar a ser misionero de tiempo completo para comenzar a compartir el Evangelio. Él declaró: “La Iglesia necesita a nuestros jóvenes ahora; ¡el Señor los necesita ya!”7.

“Esta es la obra más importante en la que podemos participar”8, enseñó el presidente Ballard. “Deja que se escuche tu voz al declarar el gran y glorioso mensaje de la restauración de la plenitud del Evangelio sempiterno de Jesucristo”9.