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Mormón 8:27–41; 9:1–6, 27–37: Escrito para nuestros días


“Mormón 8:27–41; 9:1–6, 27–37: Escrito para nuestros días”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024

“Mormón 8:27–41; 9:1–6, 27–37”, El Libro de Mormón, Manual del alumno

Mormón 8:27–41; 9:1–6, 27–37

Escrito para nuestros días

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Moroni escribiendo en las planchas

Imagina si hubieras vivido hace cientos de años, pero sabiendo cómo sería vivir en nuestra época. Moroni experimentó esto: el Señor le mostró nuestros días y él escribió los pecados y las actitudes que prevalecerían en los últimos días. Moroni nos invitó a “volve[rn]os […] al Señor” (Mormón 9:6) y dio otro consejo para ayudarnos a seguir a Jesucristo. Esta lección puede ayudarte a entender que el Libro de Mormón fue escrito para ayudarnos a volvernos al Señor en los últimos días.

Moroni nos escribió a nosotros

Imagina que viviste hace mucho tiempo y se te pidió que escribieras un mensaje para meterlo en una cápsula del tiempo que se abriría en nuestros días.

  • ¿Qué advertencia, consejo o ánimo darías para ayudar a alguien a superar los desafíos actuales?

Antes de que Mormón muriera, le confió las planchas de oro a su hijo Moroni (véase Mormón 8:1). Moroni describió una manera en que el Señor lo ayudó a saber qué debía escribir a la gente de nuestros días. Lee Mormón 8:34–35; 9:30, y busca cómo el Señor bendijo a Moroni en su sagrada responsabilidad.

  • ¿Qué le mostró el Señor a Moroni?

  • ¿Qué verdades podemos aprender de ello?

Una verdad que aprendemos es la siguiente: Jesucristo inspiró a los profetas del Libro de Mormón a escribir con nuestra época en mente.

  • El saber que los profetas del Libro de Mormón vieron nuestra época, ¿cómo podría influir en la forma en que leemos el Libro de Mormón?

Lee la declaración siguiente del presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) sobre los profetas del Libro de Mormón:

Si ellos vieron nuestros días, y eligieron aquellas cosas que serían de máximo valor para nosotros, ¿no es pensando en ello que deberíamos estudiar el Libro de Mormón? Constantemente deberíamos preguntarnos: “¿Por qué inspiró el Señor a Mormón (o a Moroni o a Alma) para que incluyera esto en su registro? ¿Qué lección puedo aprender de esto que me ayude a vivir en este día y en esta época?” (véase Ezra Taft Benson, “La clave de nuestra religión”, Liahona, agosto de 1992, pág. 7).

Hacerse preguntas como las sugeridas por el presidente Benson es una técnica eficaz para el estudio de las Escrituras que puede ayudarte a encontrar más significado y relevancia al estudiar el Libro de Mormón. Quizás quieras anotar estas preguntas para consultarlas cuando estudies.

  • ¿Cómo crees que estas preguntas podrían mejorar tu estudio de las Escrituras?

Lee Mormón 8:27–33 o Mormón 8:36–41 para saber cómo describió Moroni el estado espiritual de las personas en nuestros días.

  • ¿Cuáles de las condiciones descritas por Moroni ves en nuestra sociedad?

  • ¿Cómo pueden esas actitudes y conductas influir en nuestra creencia en Jesucristo?

Soluciones espirituales en nuestros días

Lee Mormón 9:6, 27–31 para saber lo que el Señor inspiró a Moroni a escribir a fin de ayudarnos a superar las condiciones espirituales negativas.

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  1. Responde dos de las preguntas siguientes:

    • ¿Qué enseñó Moroni que pueda ayudarnos a vencer los pecados y las actitudes habituales en nuestros días?

    • ¿Cuál de esas enseñanzas puede ayudar mejor a los jóvenes de esta generación a confiar más en Jesucristo?

    • ¿Cuál de esas enseñanzas crees que podría ayudarte más en este momento? ¿Por qué?

Las enseñanzas del Libro de Mormón

El Libro de Mormón fue escrito para ayudarnos a creer en Jesucristo y a volvernos a Él (véanse 1 Nefi 6:4; Mormón 7:5; Moroni 10:30, 32).

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  1. Completa lo siguiente:

    Busca uno o más pasajes del Libro de Mormón que enseñen acerca de Jesucristo. Describe cómo el pasaje puede ayudarte a creer en Jesucristo y a volverte a Él (véase Mormón 9:6).

    A medida que continúes estudiando el Libro de Mormón, recuerda hacer preguntas como las que el presidente Benson nos animó a hacer. Presta atención a la forma en que el plantear esas preguntas influye en tu capacidad para escuchar la voz del Señor al estudiar las Escrituras.

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