Aunque aún un niño soy
seré un joven de valor.
Si me preparo y soy puro y muy digno ante Dios,
recibiré el sacerdocio, el sacerdocio de Dios.
Voy a prepararme ya;
serviré a los demás.
Con las armas de luz, la palabra de Dios,
joven digno y hábil seré, joven digno y hábil seré.