Doctrina y Convenios 2021
23 mayo. ¿Cómo recibo el don del Espíritu Santo? Doctrina y Convenios 51–57


“23 mayo. ¿Cómo recibo el don del Espíritu Santo? Doctrina y Convenios 51–57”, Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes: Temas doctrinales 2021 (2020)

“23 mayo. ¿Cómo recibo el don del Espíritu Santo?”Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes: Temas doctrinales 2021

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Mujeres jóvenes siendo apartadas

23 mayo

¿Cómo recibo el don del Espíritu Santo?

Doctrina y Convenios 51–57

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icono de deliberar en consejo

Deliberar en consejo

Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos aproximadamente

Al principio de la reunión, reciten juntos el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico o el Lema de las Mujeres Jóvenes. Después dirijan un análisis sobre asuntos como los siguientes y planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que conversen (pueden decidir en la reunión de presidencia cuáles serán esos asuntos a analizar):

  • Nuestro cuórum o clase. ¿Qué podemos hacer para edificar la unidad entre los miembros del cuórum o de la clase? ¿En qué metas nos gustaría trabajar juntos?

  • Nuestros deberes y responsabilidades. ¿Qué estamos haciendo para compartir el Evangelio? ¿Qué experiencias hemos tenido al realizar la obra del templo y de historia familiar?

  • Nuestra vida. ¿De qué manera hemos visto la mano del Señor en nuestra vida? ¿Qué cosas nos han inspirado durante nuestro estudio de las Escrituras esta semana?

Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección:

  • Testificar de los principios que se enseñaron.

  • Recordar a los miembros del cuórum o de la clase los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión.

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icono de enseñar la doctrina

Enseñar la doctrina

Dirigido por un líder adulto o un(a) joven; 25–35 minutos aproximadamente

Prepárate espiritualmente

Después de que somos bautizados, los poseedores del sacerdocio ponen las manos sobre nuestra cabeza para conferirnos el don del Espíritu Santo. Los miembros del cuórum o de la clase tal vez hayan recordado aquello al estudiar Doctrina y Convenios 51–57 esta semana. Sin embargo, para recibir el Espíritu Santo se requiere más que eso. Para recibir al Espíritu Santo como nuestro compañero constante, debemos desear Su presencia, invitarlo a nuestra vida y guardar fielmente los mandamientos. ¿Qué bendiciones llegarán a la vida de quienes enseñas a medida que procuren Su influencia?

A fin de prepararte para enseñar, podrías repasar “Don del Espíritu Santo” en Leales a la Fe (2004, págs. 73–74) o el mensaje del presidente Henry B. Eyring “Su Espíritu con ustedes” (Liahona, mayo de 2018, págs. 86–89).

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Hombres y mujeres jóvenes en una clase

Para recibir la guía del Espíritu Santo, debemos procurar Su influencia a diario.

Aprender juntos

Para comenzar, y a fin de ayudar a los miembros del cuórum o de la clase a entender el don del Espíritu Santo, podrías hablar sobre cómo se confiere dicho don. Podrían leer Doctrina y Convenios 52:10; 53:3; 55:1–3 y analizar lo que aprendan. Haz hincapié en que el poseedor del sacerdocio no da el Espíritu Santo, sino que invita al miembro a recibir el Espíritu Santo. ¿Cuál es la diferencia? Las siguientes actividades pueden ayudar a quienes enseñas a comprender cómo recibir este don excepcional.

  • Lo que Lehi y su familia hicieron para que la Liahona los guiara es similar a lo que nosotros debemos hacer para recibir la influencia guiadora del Espíritu Santo. Podrías mostrar una lámina de Lehi y la Liahona (véase el Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, nro. 68), y pedir a los miembros del cuórum o de la clase que compartan lo que sepan acerca de la Liahona. Luego, podrías invitar a la mitad de ellos a leer 1 Nefi 16:14–29 y a la otra mitad a leer 1 Nefi 18:8–22, prestando atención a las maneras en que la Liahona se asemeja al Espíritu Santo. ¿Qué aprendemos del ejemplo de la familia de Lehi que pueda ayudarnos a recibir más plenamente el Espíritu Santo?

  • Cada sección de Para la Fortaleza de la Juventud contiene consejos para vivir las normas y mandamientos del Señor. El guardar dichos mandamientos invita el poder del Espíritu Santo a nuestra vida. Considera invitar a cada uno de los miembros del cuórum o de la clase a escoger una de las secciones de Para la Fortaleza de la Juventud, a leerla y a marcar las cosas que deba hacer y las que no deba hacer para recibir el Espíritu Santo. Luego podrían compartir lo que hayan aprendido con el resto del cuórum o de la clase. Invítales a fijarse una meta que les ayude a recibir el Espíritu Santo más plenamente. ¿Por qué queremos tener al Espíritu Santo con nosotros? (véanse Juan 14:26–27; 15:26; 16:13; 2 Nefi 32:3).

  • En el mensaje “Su Espíritu con ustedes” (Liahona, mayo de 2018, págs. 86–89), el presidente Henry B. Eyring dijo: “Mi esperanza hoy es aumentar el deseo y la capacidad de ustedes de recibir el Espíritu Santo” (página 86). Pide a los miembros del cuórum o de la clase que lean los nueve párrafos del mensaje a partir de “Las experiencias del profeta José Smith” (página 88). Invítales a prestar atención a lo que José Smith hizo para recibir la influencia del Espíritu Santo. Podrían hacer una lista en la pizarra de lo que encuentren. Según se apropiado, podrías invitarles a compartir sus experiencias con respecto a recibir la guía del Espíritu Santo. ¿Qué estaban haciendo cuando ocurrieron tales experiencias que les llevó a recibir la guía del Espíritu Santo? Tú también podrías compartir alguna experiencia.

Actuar con fe

Insta a los miembros del cuórum o de la clase a meditar y anotar lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. ¿En qué forma se relaciona la clase de hoy con las metas personales que se han puesto? Si lo desean, los miembros del cuórum o de la clase podrían compartir sus ideas.

Recursos de apoyo

Enseñar a la manera del Salvador

Como preparación para Su ministerio terrenal, el Salvador fue “llevado por el Espíritu al desierto” para ayunar, orar y “estar con Dios” (Traducción de José Smith, Mateo 4:1 [en la nota a al pie de página de Mateo 4:1]). El enseñar el Evangelio con poder no solo consiste en preparar una lección, sino en prepararnos a nosotros mismos. (Véase Enseñar a la manera del Salvador, 2016, pág. 12).

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