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26 octubre – 1 noviembre. Mormón 1–6: “Si tan solo pudiera persuadiros a todos… a que os arrepintieseis”


“26 octubre – 1 noviembre. Mormón 1–6: ‘Si tan solo pudiera persuadiros a todos… a que os arrepintieseis’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar Libro de Mormón 2020 (2020)

“26 octubre – 1 noviembre. Mormón 1–6”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2020

Mormón escribe en las planchas de oro

Mormón hace un compendio de las planchas, por Tom Lovell.

26 octubre – 1 noviembre

Mormón 1–6

“Si tan solo pudiera persuadiros a todos… a que os arrepintieseis”

Al leer Mormón 1–6, medite en lo que aprende del ejemplo de Mormón. Registre lo que se siente inspirado a hacer.

Anote sus impresiones

Mormón no nos da una “relación completa” de la “terrible escena” de iniquidad y derramamiento de sangre que él presenció entre los nefitas (Mormón 2:18; 5:8). Pero lo que él registró en Mormón 1–6 es suficiente para hacernos recordar cuán bajo pueden caer las personas rectas y justas. En medio de tal iniquidad generalizada, nadie podría culpar a Mormón si él se hubiese sentido cansado o desalentado. No obstante todo lo que él vio y experimentó, él nunca perdió su fe en la gran misericordia de Dios y su convicción de que el arrepentimiento es la vía para recibirla. Y aunque el pueblo de Mormón rechazó sus fervorosas invitaciones a arrepentirse, él sabía que tenía que persuadir a una audiencia aun mayor. “He aquí —declaró él— escribo a todos los extremos de la tierra”. En otras palabras, él le escribió a usted (véase Mormón 3:17–20). Y su mensaje para usted en la actualidad es el mismo mensaje que pudo haber salvado a los nefitas en su día: “cre[er] en el evangelio de Jesucristo… arrep[entirse] y [prepararse] para comparecer ante el tribunal de Cristo” (Mormón 3:21–22).

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Ideas para el estudio personal de las Escrituras

Mormón 1

Puedo vivir en rectitud a pesar de la iniquidad a mi alrededor.

Comenzando por el primer capítulo de Mormón, usted notará diferencias importantes entre Mormón y las personas a su alrededor. A medida que lea Mormón 1, considere el contraste entre los atributos y los deseos de Mormón y los de su pueblo. Fíjese en las consecuencias que tuvo él y las que tuvieron ellos (hallará un ejemplo en los versículos 14–15). ¿Qué aprende de que le inspire a vivir con rectitud en un mundo inicuo?

Conforme lea Mormón 2–6, continúe buscando las formas en que Mormón demostró su fe en el Padre Celestial y en Jesucristo a pesar de las influencias malignas que le rodeaban.

Los nefitas y lamanitas luchan entre ellos

Batalla, por Jorge Cocco.

Mormón 2:10–15

La tristeza que es según Dios conduce a cambios verdaderos y perdurables.

Cuando Mormón vio a su pueblo afligido, él tuvo esperanzas de que se arrepintieran. Sin embargo, “su aflicción no era para arrepentimiento” (Mormón 2:13); no era la clase de tristeza que es según Dios que conduce a un cambio real (véase 2 Corintios 7:8–11). En su lugar, los nefitas sentían la aflicción que es según el mundo (véase Mormón 2:10–11). Para entender la diferencia entre la tristeza según Dios y la tristeza según el mundo, usted podría hacer una tabla para anotar lo que aprende de Mormón 2:10–15 acerca de estas dos clases de tristezas. Su tabla, una vez llena, podría tener esta apariencia:

Tristeza según Dios

Tristeza según el mundo

Tristeza según Dios

Venir a Jesús (versículo 14)

Tristeza según el mundo

Maldecir a Dios (versículo 14)

Tristeza según Dios

Tristeza según el mundo

Tristeza según Dios

Tristeza según el mundo

Al reflexionar en lo que está aprendiendo, medite en cómo puede influir esto en sus esfuerzos por vencer al pecado y llegar a ser más como el Padre Celestial y el Salvador.

Véase también Dieter F. Uchtdorf, “¡Pueden hacerlo ahora!”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 55–57.

Mormón 3:3, 9

Siempre debo reconocer la mano de Dios en mi vida.

Mormón registró una debilidad que él vio en los nefitas: ellos no reconocían las formas en que el Señor los había bendecido. El presidente Henry B. Eyring nos ha instado “a buscar formas de reconocer y recordar la bondad de Dios… Esta noche y mañana por la noche, ruego que oren, mediten y pregunten: ¿Me envió Dios algún mensaje que era exclusivamente para mí? ¿Vi Su mano bendecir mi vida o la vida de mis hijos?… Testifico que Él nos ama y nos bendice, más de lo que muchos hemos reconocido” (“¡Oh recordad, recordad!”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 67, 69).

Al leer Mormón 3:3, 9, usted podría meditar sobre cómo está reconociendo la influencia de Dios en su vida. ¿Qué bendiciones recibe cuando reconoce Su influencia? ¿Cuáles son las consecuencias de no reconocerlo? (véase Mormón 2:26).

Mormón 5:8–24; 6:16–22

Jesucristo me espera con los brazos abiertos para recibirme.

Los nefitas rechazaron las enseñanzas de Mormón, pero él tenía esperanza en que su registro iba a ejercer una influencia en usted. Conforme lee Mormón 5:8–24 y 6:16–22, ¿qué aprende usted acerca de las consecuencias del pecado? ¿Qué aprende de estos pasajes en cuanto a lo que sienten el Padre Celestial y Jesucristo por usted, incluso cuando peca? ¿De qué maneras ha sentido que Jesucristo se acerca a usted con los brazos abiertos? ¿Qué se siente inspirado a hacer como resultado de ello?

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Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar

Al leer las Escrituras con su familia, el Espíritu le ayudará a saber qué principios debe enfatizar y analizar a fin de cubrir las necesidades de su familia. A continuación se presentan algunas ideas:

Mormón 1:2

¿Qué significa ser “presto para observar”? Hallará ideas en el artículo del élder David A. Bednar: “Prestos para observar” (Liahona, diciembre de 2006, págs. 15–20). ¿De qué forma fue el don de ser presto para observar una bendición para Mormón? ¿De qué modo será una bendición para nosotros?

Mormón 1:1–6, 15; 2:1–2

¿Entienden los niños de su familia que ellos pueden desarrollar grandes cualidades espirituales y gran poder aun cuando son jóvenes? El ejemplo de Mormón puede serles de utilidad. Considere la idea de hacer una cronología de la infancia y juventud de Mormón valiéndose de las edades y acontecimientos que se describen en Mormón 1:1–6, 15 y 2:1–2. A medida que analicen las cualidades y experiencias de Mormón, señale las cualidades que tienen sus hijos que les sirven de inspiración a usted y a otras personas cercanas.

Mormón 2:18–19

¿Qué palabras utilizó Mormón para describir el mundo en el que vivía? ¿Cómo mantuvo la esperanza a pesar de la iniquidad que le rodeaba? ¿Cómo puede nuestra familia hacer lo mismo?

Mormón 3:12

¿Qué sentía Mormón por las personas de su entorno, aun cuando eran inicuas? ¿Qué podemos hacer para desarrollar la clase de amor que él tenía?

Mormón 5:2.

¿Qué podría causar que vaciláramos en invocar al Padre Celestial en los momentos en que estamos en dificultades? ¿Qué podemos hacer para confiar más en el Padre Celestial?

Mormón 5:16–18

Para ayudar a su familia a visualizar lo que significa ser “echados de un lado para otro como paja que se lleva el viento” (versículo 16), corte una hoja de papel en varios pedazos pequeños y permita que los miembros de la familia los soplen de un lado a otro. Explique que la paja es un envoltorio que se desprende de una semilla, por lo que es muy liviana y el viento puede arrastrarla de un lado a otro. ¿Cómo se compara el estar “sin Cristo y sin Dios en el mundo” (versículo 16) con la paja en el viento?

Para consultar más ideas para enseñar a los niños, vea la reseña de esta semana en Ven, sígueme — Para la Primaria.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Enseñe la doctrina con sencillez y claridad. El Evangelio del Señor es hermoso en su sencillez (véase D. y C. 133:57). En lugar de intentar entretener a su familia con lecciones extravagantes, asegúrese de que su enseñanza esté centrada en la doctrina pura y sencilla.

Mormón contempla el campo de batalla de los nefitas y los lamanitas

El milagroso libro de Mormón, por Joseph Brickey.