“20 – 26 septiembre. Doctrina y Convenios 106–108: ‘Ver abiertos los cielos’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar Doctrina y Convenios 2021 (2020)
“20 – 26 septiembre. Doctrina y Convenios 106–108”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2021
20 – 26 septiembre
Doctrina y Convenios 106–108
“Ver abiertos los cielos”
El élder Ulisses Soares enseñó: “… debemos permanecer junto a [el Salvador], sumergiéndonos en las Escrituras, regocijándonos en ellas, aprendiendo Su doctrina y procurando vivir de la manera en que Él vivió” (“¿Cómo puedo entender?”, Liahona, mayo de 2019, pág. 7). A medida que se sumerja en Doctrina y Convenios 106–108, anote las formas en que pueda esforzarse por vivir las verdades que descubra.
Anote sus impresiones
A primera vista, podría parecer que Doctrina y Convenios 107 solo habla de organizar oficios del sacerdocio en una estructura de liderazgo para la Iglesia del Señor. Ciertamente, para cuando se publicó esta revelación, la cantidad de miembros de la Iglesia ya superaba la capacidad de los pocos líderes que tenía, de modo que detallar las funciones y responsabilidades de la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce, los Setenta, los obispos y las presidencias de cuórum fue muy necesario y útil. No obstante, hay mucho más en la instrucción divina de la sección 107 que solo cómo organizar los oficios y cuórums del sacerdocio. Aquí el Señor nos enseña sobre una orden antigua del sacerdocio que “se instituyó en los días de Adán” (versículo 41). Su propósito desde el principio ha sido hacer posible que los hijos de Dios —incluido usted— reciban las ordenanzas de salvación del Evangelio y disfruten de “todas las bendiciones espirituales de la iglesia: tener el privilegio de recibir los misterios del reino de los cielos, [y] ver abiertos los cielos” (versículos 18–19).
Véase “La restauración del antiguo orden”, Revelaciones en contexto, págs. 223–228.
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
El Señor instruye, alienta y apoya a quienes llama a servir.
En Doctrina y Convenios 106 y 108, el Señor dio consejo y promesas a dos miembros que fueron llamados a prestar servicio en la Iglesia. ¿Qué frases de esas revelaciones le brindan aliento y perspectivas en cuanto a su propio servicio en el Reino de Dios? Aquí hay dos para considerar:
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¿En qué sentido ha recibido usted “gracia y confianza” a fin de poder “sosten[erse] firme”? (Doctrina y Convenios 106:8).
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¿De qué manera puede usted “ten[er] más cuidado desde ahora en adelante, de observar [su]s votos” o convenios? (Doctrina y Convenios 108:3).
¿Qué otras frases de las secciones 106 y 108 son significativas para usted?
Véanse también Russell M. Nelson, “Ministrar con el poder y la autoridad de Dios”, Liahona, mayo de 2018, págs. 68–75; “Warren Cowdery”, Revelaciones en contexto, págs. 235–239; “Se obró sobre él para buscar revelación”, Revelaciones en contexto, págs. 240–244.
El Señor dirige Su Iglesia por medio de la autoridad del sacerdocio.
Conforme ha estudiado la restauración del Evangelio, probablemente ha notado que el Señor por lo general no explica una doctrina completamente en una revelación. En cambio, revela las cosas “línea sobre línea” (Doctrina y Convenios 98:12) cuando las circunstancias lo requieren. Aun cuando el Señor había dado instrucciones sobre el sacerdocio a partir de 1829 (véanse, por ejemplo, las secciones 20 y 84), dio instrucciones adicionales a los santos en 1835 sobre oficios específicos del sacerdocio necesarios para gobernar y guiar a Su rebaño que estaba creciendo.
Al leer sobre los siguientes oficios del sacerdocio, considere cómo puede sostener a quienes prestan servicio en esos llamamientos por medio de su “confianza, fe y oraciones” (Doctrina y Convenios 107:22).
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La Primera Presidencia y el Presidente de la Iglesia (versículos 9, 21–22, 65–66, 91–92)
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Los Doce Apóstoles (versículos 23–24, 33–35, 38, 58)
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Los Setenta (versículos 25–26, 34, 93–97)
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Obispos (versículos 13–17, 68–76, 87–88)
Las ordenanzas del sacerdocio brindan bendiciones espirituales y temporales a todos los hijos del Padre Celestial.
El élder Neil L. Andersen enseñó: “El sacerdocio es el poder y la autoridad de Dios que se dan para la salvación y la bendición de todos: hombres, mujeres y niños […]. Al mantenernos dignos, las ordenanzas del sacerdocio enriquecen nuestra vida en la tierra y nos preparan para las sublimes promesas del mundo venidero” (“Poder en el sacerdocio”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 92). Al leer Doctrina y Convenios 107:1–20 (véanse especialmente los versículos 18–20) y el resto del mensaje del élder Andersen, considere anotar las impresiones que reciba en cuanto a la forma en que el poder de Dios enriquece su vida en la tierra y le prepara para la eternidad. ¿Qué está haciendo para más plenamente recibir —y ayudar a los demás a recibir— esas bendiciones?
Véanse también Doctrina y Convenios 84:19–27; Dallin H. Oaks, “Las llaves y la autoridad del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2014, págs. 49–52.
Doctrina y Convenios 107:41–57
El sacerdocio bendice a las familias.
Adán deseaba que su posteridad fuera bendecida por el sacerdocio. ¿Qué promesas recibió? (véanse los versículos 42, 55). Al leer sobre lo que Adán hizo, considere los deseos que tiene de que su familia disfrute las bendiciones del sacerdocio. ¿Qué se siente inspirado a hacer para ayudar a su familia a recibir esas bendiciones?
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar
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Doctrina y Convenios 106:6.¿Qué puede hacer nuestra familia para causar “gozo en los cielos”?
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Doctrina y Convenios 107:22.¿Qué estamos haciendo para sostener a nuestros líderes con nuestra “confianza, fe y oraciones”?
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Doctrina y Convenios 107:27–31, 85.Los principios que guían a los consejos de la Iglesia también pueden ayudarnos a deliberar en consejo juntos en familia. ¿Qué principios de esos versículos podemos aplicar a nuestros consejos familiares? (véase M. Russell Ballard, “Consejos familiares”, Liahona, mayo de 2016, págs. 63–65).
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Doctrina y Convenios 107:99–100.Entregue a un miembro de la familia instrucciones por escrito para una tarea doméstica y luego invítelo a escoger cómo realizar la tarea: con diligencia, con pereza o sin leer las instrucciones. Permita que el resto de la familia lo observe hacer la tarea y que adivine qué método eligió. Luego permita que otros miembros de la familia se turnen para hacerlo. ¿Por qué necesita el Señor que aprendamos nuestros deberes y que también los hagamos con toda diligencia? (véase Becky Craven, “Cuidadosos vs. despreocupados”, Liahona, mayo de 2019, págs. 9–11).
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Doctrina y Convenios 108:7.¿Cómo podemos fortalecernos unos a otros en nuestras conversaciones? ¿En nuestras oraciones? ¿En nuestras exhortaciones (o ánimo)? ¿En todos nuestros hechos? Podrían escoger uno de estos en el que podrían trabajar como familia.
Para ver más ideas sobre la enseñanza de los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.
Canción que se sugiere: “Dios manda a profetas”, Himnos, nro. 11.