“25 – 31 octubre. Doctrina y Convenios 124: ‘Una casa en mi nombre’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar Doctrina y Convenios 2021 (2020)
“25 – 31 octubre. Doctrina y Convenios 124”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2021
Nauvoo la hermosa, por Larry Winborg.
25 – 31 octubre
Doctrina y Convenios 124
“Una casa en mi nombre”
Al leer Doctrina y Convenios 124, medite en las bendiciones que el Señor invitó a los santos de Nauvoo a recibir y las bendiciones que le ofrece a usted.
Anote sus impresiones
Por difíciles que habían sido los últimos seis años para los santos, la situación empezó a mejorar en la primavera de 1839: los santos refugiados habían hallado compasión entre los ciudadanos de Quincy, Illinois. Los guardias habían permitido que el profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia escaparan del cautiverio en Misuri, y la Iglesia acababa de comprar tierra en Illinois en la que los santos se congregarían de nuevo. Sí, efectivamente era tierra pantanosa e infestada de mosquitos, pero comparada a los desafíos que los santos ya habían afrontado, eso probablemente parecía manejable. Por tanto, drenaron el pantano y redactaron una carta de estatutos para una nueva ciudad, a la que llamaron Nauvoo. En hebreo significa “hermosa”, aun cuando era más una expresión de fe que una descripción apta, por lo menos al principio. Mientras tanto, el Señor estaba inculcando en Su profeta un sentido de urgencia. Él tenía más verdades y ordenanzas que restaurar, y necesitaba un santo templo en el que los santos pudieran recibirlas. De muchas maneras, los mismos sentimientos de fe y de urgencia son importantes en la obra del Señor en la actualidad.
Mientras que Nauvoo sí llegó a ser una ciudad hermosa con un bello templo, finalmente ambos fueron abandonados; sin embargo, la obra realmente bella del Señor, desde un principio, ha sido “coron[arle] [a usted] con honra, inmortalidad y vida eterna” (Doctrina y Convenios 124:55), y esa obra nunca tiene fin.
Véanse Santos, tomo I, págs. 407–436; “La organización de la Iglesia en Nauvoo”, Revelaciones en contexto, págs. 282–290.
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
Doctrina y Convenios 124:12–21
Puedo ser un discípulo en quien el Señor confíe.
Aun cuando varios líderes prominentes abandonaron la Iglesia a finales de la década de 1830, la gran mayoría de los miembros permanecieron fieles. Entre esos santos fieles se encontraban los que habían sufrido las pruebas de Misuri, al igual que los que se habían unido recientemente a la Iglesia. En Doctrina y Convenios 124:12–21, el Señor habló muy bien de algunos de ellos. ¿Qué perspectivas en cuanto al discipulado encuentra en Sus palabras? ¿Hay algo en cuanto a esos fieles santos que le inspira a ser como ellos? También podría meditar sobre la forma en que el Señor le ha expresado Su amor a usted.
Doctrina y Convenios 124:22–24, 60–61
El Señor desea que acoja y acepte a los demás.
Considerando lo que los santos acababan de sufrir en Misuri, podrían haber tenido la tentación de aislarse y de oponerse a que hubiera visitantes en Nauvoo. Tenga eso en cuenta mientras lee Doctrina y Convenios 124:22–24, 60–61. ¿Qué le impresiona sobre las instrucciones del Señor de edificar una “casa de hospedaje”? (versículo 23). ¿Qué le enseñan Sus palabras en cuanto a la misión de Su Iglesia? Reflexione sobre la forma en que esas instrucciones pudieran aplicarse a usted y a su hogar.
Véase también el video “A Friend to All” [Un amigo de todos], ChurchofJesusChrist.org.
Doctrina y Convenios 124:25–45, 55
El Señor nos manda edificar templos para que podamos recibir ordenanzas sagradas.
Sin duda no sorprendió a los Santos de los Últimos Días que, una vez que se habían establecido en Nauvoo, el Señor les diera instrucciones sobre la edificación de un templo, tal como lo había hecho en Ohio y en Misuri. ¿Qué encuentra en Doctrina y Convenios 124:25–45, 55 que le ayude a entender por qué el Señor dijo: “… a mi pueblo siempre se le manda construir [templos] a mi santo nombre”? (versículo 39).
Desde que se construyó el Templo de Nauvoo, se han edificado o anunciado más de 200 templos. El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Sabemos que nuestro tiempo en el templo es crucial para nuestra salvación y exaltación, y la de nuestras familias […]. [L]os ataques del adversario están creciendo de manera exponencial, en intensidad y en variedad. Nuestra necesidad de estar en el templo regularmente nunca ha sido mayor” (“Cómo ser Santos de los Últimos Días ejemplares”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 114). ¿En qué forma le ha ayudado el templo a resistir los “ataques del adversario”? ¿Qué siente que debe hacer para seguir el consejo del presidente Nelson?
Véase también Temas de la historia de la Iglesia, “El Templo de Nauvoo”, ChurchofJesusChrist.org/study/church-history.
José Smith frente al Templo de Nauvoo, por Gary E. Smith.
Doctrina y Convenios 124:84–118
El Señor desea darme consejos específicos para mi vida.
Los versículos 84–118 están llenos de consejos para personas específicas, y parte de ellos pudiera parecer no ser relevante para la vida de usted; sin embargo, usted también podría encontrar algo que necesita escuchar. Considere preguntar al Señor qué mensaje tiene para usted en esos versículos y busque la guía del Espíritu para encontrarlo, y luego decida lo que hará para actuar de conformidad con él. Por ejemplo, ¿en qué forma ser más humilde le ayudará a recibir el Espíritu? (véase el versículo 97).
También podría meditar en otros consejos que el Señor le haya dado. ¿Qué está haciendo para actuar de conformidad con ellos?
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar
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Doctrina y Convenios 124:2–11.Si el Señor le dijera a su familia que hiciera “una proclamación solemne de mi evangelio” a “los reyes del mundo” (versículos 2–3), ¿qué dirían en su proclamación? Consideren crear una juntos; para ello, invite a los miembros de la familia a sugerir verdades del Evangelio que quieran incluir.
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Doctrina y Convenios 124:15.¿Qué significa tener integridad? ¿Por qué valora el Señor la integridad? ¿Qué ejemplos de integridad ha visto su familia? (véase también Para la Fortaleza de la Juventud, pág. 19).
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Doctrina y Convenios 124:28–29, 40–41, 55.¿Qué aprendemos en esos versículos en cuanto a la razón por la que el Señor nos manda que edifiquemos templos? A su familia quizá le agradaría hacer un dibujo de un templo o construir uno con bloques u otros materiales. Mientras lo hacen, podrían hablar de por qué están agradecidos de tener templos en la actualidad y por qué necesitamos adorar en ellos regularmente.
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Doctrina y Convenios 124:91–92.¿Se beneficiaría su familia de un análisis sobre las bendiciones patriarcales? Los miembros de la familia que hayan recibido su bendición patriarcal podrían compartir cómo fue para ellos recibirla y cómo les ha bendecido. También podrían repasar “Bendiciones patriarcales” (Temas del Evangelio, topics.ChurchofJesusChrist.org).
Para ver más ideas sobre la enseñanza de los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.
Canción que se sugiere: “Me encanta ver el templo”, Canciones para los niños, pág. 99.
Voces de la Restauración
La Sociedad de Socorro
Pintura de la organización de la Sociedad de Socorro por Paul Mann.
En 1842, después de que se organizó la Sociedad de Socorro en Nauvoo, Illinois, el profeta José Smith dijo: “La Iglesia nunca estuvo perfectamente organizada hasta que se organizó a las mujeres de esa manera”1. De modo similar, el estudio de la Restauración de la Iglesia del Señor y Su sacerdocio (véase Doctrina y Convenios 107) no estará completo hasta que incluya el estudio de la Sociedad de Socorro, que en sí es “una restauración de un modelo antiguo” de discípulas de Jesucristo2.
Eliza R. Snow tuvo un papel importante en esa restauración. Estuvo presente cuando la Sociedad de Socorro se organizó por primera vez y, como secretaria de la sociedad, tomó notas durante las reuniones. Fue testigo presencial de que la Sociedad de Socorro fue organizada “bajo el modelo del sacerdocio”3. A continuación figuran sus palabras, escritas mientras prestaba servicio como Presidenta General de la Sociedad de Socorro, a fin de ayudar a sus hermanas a entender la obra divina encomendada a las hijas de Dios bajo convenio.
Para aprender más en cuanto a la forma en que se organizó la Sociedad de Socorro, véanse Hijas en Mi reino: La historia y la obra de la Sociedad de Socorro, 2017, págs. 1–29; The First Fifty Years of Relief Society, 2016, págs. 3–175.
Eliza R. Snow
“Aunque su nombre [Sociedad de Socorro] date de una fecha moderna, la institución tiene su origen en la antigüedad. [José Smith] nos dijo que la misma organización existió en la Iglesia en la antigüedad, a lo cual se hace alusión en algunas de las epístolas registradas en el Nuevo Testamento, haciendo uso del título ‘señora elegida’ [véase 2 Juan 1:1; Doctrina y Convenios 25:3].
“Esta organización no puede existir sin el sacerdocio, por el hecho de que deriva toda su autoridad e influencia de esa fuente. Cuando el sacerdocio fue quitado de la tierra, esta institución, así como cualquier otra dependencia del verdadero orden de la Iglesia de Jesucristo en la tierra, quedó extinta […].
“Habiendo estado presente en la organización de la ‘Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo’ […], y también al haber tenido experiencia considerable en esa asociación, quizá me sea posible comunicar algunas reflexiones que ayuden a las hijas de Sion a dar un paso al frente en esta situación tan importante, que está repleta de nuevas y múltiples responsabilidades. Si alguna de las hijas y madres de Israel se siente en lo más mínimo circunscrita en su condición actual, ahora encontrará una amplia gama de cada poder y capacidad para hacer el bien con los que ha sido tan liberalmente investida […].
La Sociedad de Socorro se organizó en la habitación de la planta alta de la Tienda de ladrillos rojos.
“Si en la mente de cualquiera surgiera la pregunta: ¿Cuál es el propósito de la Sociedad de Socorro Femenina?, yo respondería: hacer el bien, utilizar todas las capacidades que poseemos para hacer el bien, no solo para dar alivio a los pobres, sino también para salvar almas. El esfuerzo mancomunado logrará incalculablemente más de lo que se puede lograr con el más eficiente esfuerzo individual […].
“En ministrar a los pobres, la Sociedad de Socorro Femenina tiene otros deberes que llevar a cabo que solo atender las necesidades físicas. La pobreza de la mente y la enfermedad del corazón también requieren atención; y muchas veces una expresión de amabilidad, algunas palabras de consejo, o incluso un apretón de manos cálido y afectuoso hará más bien y se apreciará más que un bolso de oro […].
“Cuando los santos se congreguen desde el extranjero, siendo desconocidos para todos, y sujetos a que los que están al acecho los lleven por mal camino, la Sociedad [de Socorro] debe con prontitud cuidar de [ellos] y recibirlos en la sociedad que los refinará y elevará, y sobre todo fortalecerá en la fe del Evangelio; y, al hacerlo, pueden contribuir decisivamente en salvar a muchos.
“Se requerirían tomos para definir los deberes, privilegios y responsabilidades que son parte del ámbito de la Sociedad […]. Emprendan la obra (bajo la dirección de su obispo) con calma, deliberadamente, con energía, unidas y con espíritu de oración, y Dios coronará sus esfuerzos con éxito”4.
El Templo de Nauvoo, por George D. Durrant.