“12 – 18 agosto. Romanos 7–16: ‘Vence el mal con el bien’” Ven, sígueme — Para uso individual y familiar Nuevo Testamento 2019 (2019)
“12 – 18 agosto. Romanos 7–16”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2019
12 – 18 agosto
Romanos 7–16
“Vence el mal con el bien”
En esta reseña solo se incluyen unos pocos de los principios del Evangelio que están en Romanos 7–16, pero usted no tiene que limitarse a los temas que se tratan aquí. Preste atención a la inspiración que reciba mientras estudia.
Anote sus impresiones
Al iniciar su epístola a los romanos, Pablo saludó a los miembros de la Iglesia en Roma llamándolos “amados de Dios”, que eran “llamados a ser santos”. Él resaltó el hecho de que su “fe [era] predicada en todo el mundo” (Romanos 1:7–8). Aun cuando Pablo dedicó una buena parte de su epístola a corregir ideas falsas y comportamientos reprochables, da la impresión de que él también quería asegurarles a esos nuevos conversos cristianos que ellos en verdad eran santos, amados de Dios. En un gesto humilde de empatía, Pablo reconoció que en ocasiones él se había sentido “miserable” (Romanos 7:24), pero que el evangelio de Jesucristo le había dado poder para vencer el pecado (véase Traducción de José Smith, Romanos 7:22–27 [en el Apéndice de la Biblia]). Él continuó y compartió un tierno consejo para todos nosotros que luchamos por sentirnos amados, y para quienes la santidad no parece estar a nuestro alcance. “No seas vencido por el mal —dijo él, refiriéndose tanto al mal en el mundo como en nuestro interior— sino vence el mal con el bien” (Romanos 12:21).
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
Si sigo al Espíritu, puedo vencer el pecado y prepararme para una herencia con Dios.
Aun después de haber comenzado una “vida nueva” mediante la ordenanza del bautismo (Romanos 6:4), quizás haya sentido algo del conflicto interno que Pablo describió en Romanos 7; cuando el hombre natural se “rebela” contra nuestros deseos justos (Romanos 7:23). Aunque Pablo también habló de la esperanza en Romanos 8:23–25. ¿Qué razones encuentra en el capítulo 8 para esta esperanza? También podría buscar las bendiciones que recibimos cuando “el Espíritu de Dios mora en [nosotros]” (Romanos 8:9). ¿De qué forma puede buscar la compañía del Espíritu Santo más plenamente en su vida?
La gloria eterna que aguarda a los fieles supera con creces las pruebas de la vida terrenal.
Tan solo unos pocos años después que Pablo hubiera escrito esta epístola, los santos en Roma sufrieron horribles persecuciones. ¿Qué encuentra en Romanos 8:17–39 que puede haber ayudado a esos santos cuando comenzaron las persecuciones? ¿De qué manera se aplican estas palabras a usted y a las pruebas que afronta actualmente?
Busque las conexiones que hay entre esos versículos y este consejo de la hermana Linda S. Reeves: “No sé la razón por la que tenemos las muchas pruebas que tenemos, pero yo pienso que la recompensa es tan grande, tan eterna y duradera, tan gozosa y más allá de nuestro entendimiento, que en ese día de recompensa quizás queramos decir a nuestro misericordioso y amoroso Padre: ‘¿Era eso todo lo que se requería?’. Creo que si a diario pudiésemos recordar y reconocer la profundidad del amor que nuestro Padre Celestial y nuestro Salvador tienen por nosotras, estaríamos dispuestas a hacer cualquier cosa para volver a Su presencia una vez más, rodeadas por Su amor eternamente. ¿Qué importará, queridas hermanas, lo que suframos aquí, si al final, esas pruebas son precisamente lo que nos prepararán para la vida eterna y la exaltación en el Reino de Dios con Ellos?” (véase “Dignas de las promesas prometidas”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 11).
Decida lo que hará para “a diario… recordar y reconocer” el amor que Dios tiene por usted.
¿Qué significa lo que Pablo dijo acerca de “predestinar”, “elección” y conocer “desde antes”?
Pablo utilizó esos términos para enseñar que algunos hijos de Dios fueron predestinados, o fueron nombrados de antemano, para recibir bendiciones y deberes especiales para que bendigan a todas las naciones del mundo (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Elección”). Eso se basaba en el conocimiento que Dios tiene desde antes acerca de la disposición de Sus hijos para seguir a Jesucristo y llegar a ser como Él (véase también Efesios 1:3–4; 1 Pedro 1:2). Sin embargo, Pablo hizo hincapié en Romanos 9–11 que sin importar cómo llegamos a la casa de Israel —o lleguemos a ser miembros de la Iglesia— todas las personas deben obtener la salvación en forma personal mediante la fe en Jesucristo y la obediencia a Sus mandamientos.
Si desea saber más al respecto, véase Alma 13:1–5; “Preordenación”, Temas del Evangelio (topics.lds.org).
Pablo me invita a llegar a ser un verdadero santo y seguidor de Jesucristo.
Los últimos cinco capítulos de Romanos contienen decenas de instrucciones específicas sobre la manera en que debemos vivir los santos. Probablemente, no podrá poner en práctica todos estos consejos a la misma vez, pero escuche al Espíritu, y Él le ayudará a determinar uno o dos aspectos en los que usted puede empezar a trabajar hoy mismo. Exprese sus deseos al Padre Celestial en oración, y pida Su ayuda.
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar
Al leer las Escrituras con su familia, el Espíritu le ayudará a saber qué principios debe enfatizar y analizar a fin de cubrir las necesidades de su familia. A continuación, presentamos algunas sugerencias:
Para ayudar a su familia a entender mejor la rebelión que Pablo describe en este versículo, podría compartir el relato de los lobos que aparece en el artículo del élder Shayne M. Bowen: “El albedrío y la responsabilidad”, (Liahona, septiembre de 2012, pág. 52).
El mensaje del élder Wilford W. Andersen “La música del Evangelio” (Liahona, mayo de 2015, págs. 54–56) puede servirle para ilustrar las enseñanzas de Pablo sobre la ley, la fe y las obras. Su familia podría disfrutar analizando el discurso y tratando de bailar con música y sin ella. ¿En qué sentido el bailar sin música es como obedecer el Evangelio sin fe?
¿De qué manera el estudiar la palabra de Dios nos ha brindado las bendiciones descritas en esos versículos? Los miembros de la familia podrían compartir algunos sus pasajes favoritos de las Escrituras (véase también 2 Nefi 25:26).
¿Qué significa hacer de nosotros mismos un “sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”? (Romanos 12:1).
Su familia podría beneficiarse al estudiar el consejo de Pablo acerca de juzgar y discutir sobre las preferencias personales de los demás. Quizás podrían analizar maneras apropiadas de responder cuando las decisiones de otras personas difieran de las suyas. ¿Cómo podríamos ser más conscientes de cómo nuestras elecciones afectan a los demás? Los videos “¿Juzgando a los demás? ¡Dejen de hacerlo!”, (véase “Los misericordiosos alcanzan misericordia”, élder Uchtdorf, abril de 2012), y “Mirando por las ventanas” (LDS.org) podría brindarles reflexiones adicionales sobre este tema.
Para consultar más ideas para enseñar a los niños, vea la reseña de esta semana de Ven, sígueme—Para la Primaria.