“18 – 24 julio. Esdras 1; 3–7; Nehemías 2; 4–6; 8: ‘Yo estoy ocupado en una gran obra’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: Antiguo Testamento 2022 (2021)
“18 – 24 julio. Esdras 1; 3–7; Nehemías 2; 4–6; 8”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: 2022
18 – 24 julio
Esdras 1; 3–7; Nehemías 2; 4–6; 8
“Yo estoy ocupado en una gran obra”
El presidente Ezra Taft Benson enseñó: “La palabra de Dios […] tiene el poder de fortalecer a los santos y armarlos con el Espíritu para que puedan resistir el mal, aferrarse a lo bueno y encontrar felicidad en la vida” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Ezra Taft Benson, 2014, pág. 128).
Anote sus impresiones
El pueblo judío había estado cautivo en Babilonia durante unos setenta años. Habían perdido Jerusalén y el templo, y muchos habían olvidado su compromiso para con la ley de Dios; no obstante, Dios no los había olvidado a ellos. De hecho, Él había declarado mediante Su profeta: “… yo os visitaré y os cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar” (Jeremías 29:10). Fiel a esa profecía, el Señor preparó el camino para que los judíos regresaran y levantó siervos que efectuaron “una gran obra” para Su pueblo (Nehemías 6:3). Entre aquellos siervos estaban un gobernante llamado Zorobabel, que supervisó la reconstrucción de la Casa de Jehová; Esdras, un sacerdote y escriba que volvió el corazón del pueblo a la ley de Jehová; y Nehemías, un posterior gobernante de Judá que dirigió las obras de reconstrucción de las murallas protectoras que rodeaban Jerusalén. Por supuesto que afrontaron oposición, pero también recibieron ayuda de fuentes inesperadas. Las experiencias de ellos pueden formar e inspirar las nuestras, ya que nosotros también estamos ocupados en una gran obra. Y al igual que la obra de ellos, la nuestra tiene mucho que ver con la Casa del Señor, la ley del Señor y la protección espiritual que hallamos en Él.
Para consultar las reseñas de los libros de Esdras y Nehemías, véanse “Esdras” y “Nehemías”, respectivamente, en la Guía para el Estudio de las Escrituras.
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
El Señor inspira a las personas para traer a efecto Sus propósitos.
Después de que Persia hubo conquistado Babilonia, Jehová inspiró a Ciro, rey de Persia, a enviar a un grupo de judíos a Jerusalén para reconstruir el templo. Al leer Esdras 1, observe lo que Ciro estaba dispuesto a hacer para apoyar a los judíos en aquella importante labor. ¿De qué modo ve obrar al Señor a través de los hombres y mujeres que le rodean, incluso aquellos que no son miembros de Su Iglesia? ¿Qué le indica eso en cuanto al Señor y Su obra?
Véase también Isaías 44:24–28.
Los templos pueden brindarme gozo.
Cuando los babilonios invadieron Jerusalén, saquearon el templo y lo quemaron hasta los cimientos (véanse 2 Reyes 25:1–10; 2 Crónicas 36:17–19). ¿Cómo cree que se habría sentido si hubiera estado entre los judíos que presenciaron aquello? (Véase el Salmo 137). Observe cómo se sintieron los judíos, décadas después, cuando se les permitió regresar y reconstruir el templo (véase Esdras 3:8–13; 6:16–22). Piense en lo que siente en cuanto al templo; ¿por qué los templos son una fuente de gozo? ¿Cómo puede demostrar su agradecimiento al Señor por los templos?
Para ver un ejemplo moderno del regocijo ante la edificación de un templo, vea el video “Las bendiciones del Templo de El Salvador” (LaIglesiadeJesucristo.org).
Esdras 4–6; Nehemías 2; 4; 6
Puedo ayudar a que la obra de Dios avance a pesar de la oposición.
La obra del Señor rara vez carece de oposición y así sucedió también con la labor que dirigían Zorobabel y Nehemías. En ambos casos, los “enemigos de Judá” (Esdras 4:1) eran samaritanos, es decir, los descendientes de algunos israelitas que se habían casado con gentiles. Es posible que leer sobre la oposición de estos a la construcción del templo (véase Esdras 4–6) le conduzca a reflexionar acerca de la oposición que la obra de Dios afronta hoy en día, y acerca de cómo podría reaccionar usted cuando surja la oposición.
Del mismo modo, leer sobre la labor de Nehemías al reparar las murallas de Jerusalén (véase Nehemías 2; 4; 6) podría llevarle a reflexionar sobre la obra que Dios desea que usted haga. ¿Qué aprende del ejemplo de Nehemías?
Véase también Dieter F. Uchtdorf, “Estamos haciendo una gran obra y no podemos ir”, Liahona, mayo de 2009, págs. 59–62.
Cuando estudio las Escrituras soy bendecido.
Incluso después que se hubo reconstruido el templo, el pueblo de Jerusalén tenía dificultades en el aspecto espiritual, en parte porque, durante generaciones, habían tenido un acceso limitado al “libro de la ley de Moisés” (Nehemías 8:1). El escriba Esdras recibió permiso del rey de Persia para ir a Jerusalén, adonde llevó “la ley delante de la congregación” (Nehemías 8:2). ¿Cómo puede seguir el ejemplo de Esdras que se describe en Esdras 7:10? Al leer Nehemías 8, que narra cómo Esdras leyó la ley al pueblo, ¿qué pensamientos le acuden a la mente en cuanto al poder de la palabra de Dios en su vida?
Véase también Enseñanzas: Ezra Taft Benson, págs. 125–135.
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la noche de hogar
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Esdras 3:8–13; 6:16–22.¿De qué manera mostraron su gozo por el templo los judíos mientras se lo reconstruía y también luego, cuando se lo dedicó? ¿Qué hacemos nosotros para mostrar nuestro gozo por el templo? La familia podría ver imágenes de los templos y hablar sobre cómo los templos nos brindan gozo (véase temples.ChurchofJesusChrist.org ).
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Esdras 7:6, 9–10, 27–28.En esos versículos, Esdras escribió varias veces que la mano de Jehová estaba sobre él conforme viajaba a Jerusalén. ¿Qué podría significar esa expresión? ¿De qué manera hemos sentido la mano de Jehová sobre nosotros? Los miembros de la familia podrían compartir algunos ejemplos tomados de sus vidas.
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Nehemías 2; 4; 6.El relato de Nehemías puede inspirar a los integrantes de la familia cuando afronten oposición al hacer “una gran obra” (Nehemías 6:3). Los miembros de la familia podrían armar un muro con objetos que tengan a la mano en casa mientras leen juntos los pasajes clave (tales como Nehemías 2:17–20; 4:13–18; 6:1–3). ¿Qué aprendemos de Nehemías acerca de afrontar oposición? ¿Qué gran obra quiere el Señor que hagamos nosotros? ¿En qué forma nos ha fortalecido el Señor para vencer la oposición a dicha obra?
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Nehemías 8:1–12.En Nehemías 8, Esdras leyó la ley de Moisés a un pueblo deseoso de oír la palabra de Dios. La lectura de los versículos 1–12 podría ayudar a aumentar el aprecio de la familia por la palabra de Dios. ¿Cómo se sentía el pueblo en cuanto a la ley de Dios? ¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros a “entend[er] la lectura”? (versículo 8).
Para ver más ideas sobre la enseñanza de los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.
Canción que se sugiere: “Me encanta ver el templo”, Canciones para los niños, pág. 99.