30 septiembre – 13 octubre

Efesios

“A fin de perfeccionar a los santos”

Recibirá pensamientos e impresiones en cuanto a qué y cómo enseñar, a medida que estudie el libro de Efesios con espíritu de oración, discursos de conferencias generales recientes, esta reseña y Ven, sígueme — Para uso individual y familiar.

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Invitar a compartir

Considere invitar a los miembros de la clase a que resuman en una frase algo que hayan aprendido en su estudio de la semana, que la escriban y que luego la coloquen en la pizarra. Seleccione al azar algunas frases e invite a los miembros de la clase que los hayan escrito a que compartan sus ideas al respecto.

Enseñar la doctrina

Efesios 2:19–22; 4:4–8, 11–16

Los profetas y apóstoles —y todos nosotros— fortalecemos y unificamos a la Iglesia.

• ¿Podrían, usted y los miembros de su clase, construir algo juntos para ilustrar la manera en que la Iglesia está “[edificada] sobre el fundamento de los apóstoles y profetas” y cómo el Salvador es “la principal piedra del ángulo”? (Efesios 2:20). Tal vez los miembros de la clase podrían rotular bloques o vasos desechables y construir con ellos una torre o una pirámide, con Jesucristo y los apóstoles y profetas formando la base. Después, podría mostrar lo que sucedería si se quitara a Cristo o a los profetas y apóstoles. ¿Por qué es la principal piedra del ángulo una buena metáfora de Jesucristo y de Su función en la Iglesia? (Para ver una explicación de lo que es una piedra del ángulo, véase “Recursos adicionales”). Los miembros de la clase podrían escudriñar Efesios 2:19–22; 4:11–16 en busca de las bendiciones que recibimos gracias a los apóstoles, los profetas y otros líderes de la Iglesia. ¿Qué podemos hacer para edificar nuestra vida sobre estas enseñanzas?

  

  Jesucristo es la piedra del ángulo de la Iglesia.

• Para hacer una demostración de cómo la doctrina se puede malentender sin la dirección constante de profetas y apóstoles, podrían hacer un juego en el que usted le cuente un relato a un miembro de la clase sin que nadie más lo escuche. Luego pida a ese miembro que le repita el relato a otro y así sucesivamente hasta que se le haya contado a varias personas. Luego pida a la última persona que haya escuchado el relato que le cuente al resto de la clase lo que ha escuchado. ¿Cambió algún detalle del relato? ¿Qué habría pasado si el maestro hubiera corregido errores a medida que cada persona lo contaba a otra? ¿Qué enseña esta actividad en cuanto a por qué la Iglesia debe estar “[edificada] sobre el fundamento de los apóstoles y profetas”?

• Si los miembros de la clase han escuchado la conferencia general desde la última vez que se reunieron, invítelos a compartir la forma en que las cosas que se enseñaron durante la conferencia ayudaron a cumplir los propósitos que se mencionan en Efesios 4:11–16.

• Quizá podría dar a los miembros de la clase un tiempo para que hagan una lista de las “vocaciones” o responsabilidades a las que se les ha llamado a cumplir en la Iglesia (véase Efesios 4:1); por ejemplo: hermana o hermano ministrante, madre o padre, discípulo de Cristo, etc. A continuación, podrían intercambiar las listas con otro miembro de la clase, leer Efesios 4:4–8, 11–16, y hablar de la forma en que los llamamientos y las asignaciones que figuran en sus listas ayudan a edificar el cuerpo de Cristo. ¿Cómo podemos trabajar juntos a fin de unirnos bajo “un Señor, una fe, un bautismo”?

Efesios 5:22–6:4

Al seguir el ejemplo del Salvador se pueden fortalecer los lazos familiares.

• A pesar de que los efesios vivían en una cultura en la que a las esposas no se les trataba como iguales que a sus esposos, esta epístola contiene consejos de valor para los matrimonios de hoy en día. Podría escribir preguntas como las siguientes en la pizarra e invitar a los miembros de la clase a analizarlas a medida que lean Efesios 5:22–33 en grupos ¿De qué forma mostró Cristo Su amor hacia la Iglesia? ¿Qué podemos hacer para seguir Su ejemplo en la forma en que tratamos a nuestro cónyuge? Si lo desea, podría invitar a los miembros de la clase a que compartan ejemplos que hayan visto de cónyuges que actúen a la manera de Cristo en su trato el uno con el otro. ¿Cómo podemos aplicar esos principios a otras relaciones familiares?

• Aunque el consejo de Pablo: “Honra a tu padre y a tu madre” (Efesios 6:2), estaba dirigido a los hijos, se puede aplicar a cada uno de nosotros, independientemente de nuestra edad o situación familiar. Invite a los miembros de la clase a pensar en la manera en que ellos podrían aplicar el consejo de Pablo que se encuentra en Efesios 6:1–3 a sus propias circunstancias. Por ejemplo, ¿cómo podemos honrar a nuestros padres incluso si sus elecciones no van de acuerdo con las enseñanzas de Jesucristo? Podría conceder unos minutos para que anoten lo que puedan hacer para honrar mejor a sus padres.

• Si en la clase hay padres —o futuros padres— de niños pequeños, podría beneficiarles analizar Efesios 6:4. ¿Qué significa criar a los hijos “en disciplina y amonestación del Señor”? Los miembros de la clase que tengan hijos mayores tal vez podrían hablar de lo que esto significa para ellos y de la forma en que hayan tratado de aplicar este consejo en su familia.

Efesios 6:10–18

La armadura de Dios nos protege del mal.

• ¿Qué ayudaría a inspirar a los miembros de la clase a esforzarse por ponerse toda la armadura de Dios todos los días? Podría preparar una actividad en la que los miembros de la clase unan las piezas de la armadura con los principios o las virtudes que estas representan en Efesios 6:14–17. ¿De qué forma sirve cada pieza de la armadura para protegernos de la iniquidad? (Para obtener ayuda, véase “Recursos adicionales”). ¿De qué manera se han puesto la armadura los miembros de la clase? Como parte del análisis, podría compartir la explicación dada por el presidente N. Eldon Tanner que se encuentra en “Recursos adicionales”. ¿Qué podemos hacer para identificar y fortalecer alguna debilidad que haya en nuestra armadura?

Alentar el aprendizaje en el hogar

A fin de inspirar a los miembros de la clase a que lean Filipenses y Colosenses, podría decirles que uno de los Artículos de Fe se basa en un versículo que se encuentra en una de estas epístolas. ¿Pueden buscarlo en su estudio de esta semana?

Recursos adicionales

Efesios

¿Qué es la principal piedra del ángulo?

La principal piedra del ángulo es la primera piedra que se coloca en unos cimientos. Sirve como punto de referencia para medir y para colocar las demás piedras, las cuales deben quedar alineadas con la piedra principal. Debido a que soporta el peso del resto del edificio, la principal piedra del ángulo debe ser sólida, estable y fiable (véase “The Cornerstone”, Ensign, enero de 2016, págs. 74–75).

La armadura de Dios.

Ceñir los lomos con la verdad:Esta pieza de la armadura es como un cinturón que se amarra alrededor de la cintura. La palabra ceñir también puede significar fortificar, fortalecer o reforzar.

Coraza:Una coraza protege el corazón y otros órganos vitales.

Pies calzados:Se refiere a la protección de los pies de un soldado.

Escudo:Un escudo puede proteger casi cualquier parte del cuerpo de distintos ataques.

Yelmo:El yelmo protege la cabeza.

Espada:La espada nos permite actuar en contra del enemigo.

“Examine cada uno su armadura”.

El presidente N. Eldon Tanner, quien sirvió como consejero de la Primera Presidencia, invitó a los miembros de la Iglesia a que evaluaran cuán fuerte es su armadura personal meditando en cuanto a sus esfuerzos por vivir el Evangelio. Luego explicó:

“Si… nuestra armadura es débil, hay una parte que no tiene defensa y puede ser el punto donde somos vulnerables al ataque, y estaremos sujetos a ser dañados o destruidos por Satanás, quien no cejará en su intento de encontrar nuestro punto débil.

“Examine cada uno su armadura. Si hay una parte que no está protegida, tome la determinación de agregar ahora mismo la parte que falta. Por más anticuada o deficiente que sea vuestra armadura, acordaos siempre que tenéis el poder de hacer las modificaciones necesarias para mejorarla.

“Mediante el gran principio del arrepentimiento, pueden cambiar su vida y empezar ahora por medio del estudio, la oración, y una determinación de servir a Dios y guardar sus mandamientos” (véase “Investíos con la armadura de Dios”, Liahona, agosto de 1979, pág. 64).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Procure sentir amor como el de Cristo. Sus interacciones con las personas a las que enseña deben estar motivadas por el amor. Usted y sus alumnos serán bendecidos a medida que ore para desarrollar amor como el de Cristo y busque maneras de expresarlo (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 6; Moroni 7:48).