Preparad todo lo que fuere necesario
El almacenamiento familiar en el hogar
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Todos los derechos reservados. Impreso en E.U.A.
Aprobación del inglés: 3/07
Aprobación de la traducción: 3/07
Mensaje de la Primera Presidencia
Estimados hermanos y hermanas:
Nuestro Padre Celestial creó esta hermosa tierra, con toda su abundancia, para nuestro beneficio y nuestro uso. Su propósito es proveer para nuestras necesidades conforme andemos en fe y obediencia. Él nos ha mandado amorosamente: “preparad todo lo que fuere necesario” (véase D. y C. 109:8) a fin de que, si pasáramos por adversidades, pudiésemos velar por nosotros mismos y por nuestros semejantes y apoyar a los obispos conforme ellos velen por otros.
Instamos a los miembros de la Iglesia en todo el mundo a prepararse para la adversidad de la vida con una provisión básica de alimentos y agua y algún dinero en ahorros.
Les pedimos que sean prudentes al almacenar alimentos y agua y al empezar sus ahorros. No vayan a los extremos; por ejemplo, no es prudente contraer deudas para adquirir el almacenamiento de alimentos de una sola vez. Con una planificación prudente pueden, con el tiempo, establecer un almacenamiento en el hogar y una reserva de recursos económicos.
Sabemos que algunos de ustedes tal vez no cuenten con los recursos económicos ni el espacio para ese almacenaje. Es posible que la ley les prohíba a algunos de ustedes almacenar grandes cantidades de alimentos. Les instamos a almacenar todo lo que las circunstancias les permitan.
Que el Señor les bendiga en la labor de llevar a cabo el almacenamiento en el hogar.
La Primera Presidencia
Los elementos básicos del almacenamiento familiar en el hogar
Provisión para tres meses
Almacenen una cantidad pequeña de alimentos que formen parte de su dieta diaria normal. Una manera de hacerlo es comprar varios artículos adicionales cada semana para acumular una provisión de alimentos para una semana. Después pueden aumentar gradualmente la provisión hasta que sea suficiente para tres meses. Estos artículos se deben rotar con regularidad para evitar que se echen a perder.
Agua potable
Almacenen agua potable para las circunstancias en las que el suministro de agua se contamine o interrumpa.
Si el agua proviene de una fuente buena que se haya purificado de antemano, no es necesario darle un tratamiento de purificación adicional; de lo contrario, purifiquen el agua antes de usarla. Almacenen el agua en contenedores resistentes, que no goteen y que sean irrompibles. Consideren el uso de las botellas de plástico que comúnmente se usan para jugos y refrescos gaseosos.
Mantengan los contenedores de agua alejados de fuentes de calor y de la luz directa del sol.
Reserva de recursos económicos
Establezcan una reserva de recursos económicos al ahorrar un poco de dinero cada semana y auméntenla gradualmente hasta tener una cantidad razonable (véase la guía Preparad todo lo que fuere necesario: Recursos económicos familiares).
Provisión para un LARGO PERIODO
Para las necesidades a largo plazo, en los lugares donde se permita hacerlo, adquieran gradualmente una provisión de alimentos que duren mucho tiempo y que se puedan usar para conservar la vida, tales como trigo, arroz blanco y frijoles (porotos, judías).
Estos alimentos pueden durar hasta 30 años o más cuando se almacenan debidamente y se guardan en un lugar fresco y seco. Se puede rotar una porción de estos alimentos como parte de la provisión para tres meses.
“Organizaos; preparad todo lo que fuere necesario; y estableced una casa, sí, una casa de oración, una casa de ayuno, una casa de fe, una casa de instrucción, una casa de gloria, una casa de orden, una casa de Dios” (D. y C. 109:8).
Si desea más información acerca del almacenamiento en el hogar, visite la página www.providentliving.org.