“6. El obispado”, Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2020.
“6. El obispado”, Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
6.
El obispado
6.1
El obispo y sus consejeros
El obispo posee las llaves del sacerdocio para dirigir la obra de la Iglesia en el barrio (véase 3.4.1). Él y sus consejeros forman un obispado, reciben guía de la presidencia de estaca, cuidan de los miembros del barrio con amor, y los ayudan a convertirse en discípulos verdaderos de Jesucristo (véase Moroni 7:48).
El obispo tiene cinco responsabilidades principales:
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Es el sumo sacerdote presidente del barrio.
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Es el presidente del Sacerdocio Aarónico.
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Es un juez común.
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Coordina la obra de salvación y exaltación, incluso el cuidado de los necesitados.
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Supervisa los registros, las finanzas y el uso del centro de reuniones.
Debido a que el obispo posee llaves del sacerdocio, tiene derecho a recibir revelación para el barrio (véase Doctrina y Convenios 128:11). Por lo tanto, algunas responsabilidades son exclusivamente suyas; esas responsabilidades se describen en este capítulo.
La responsabilidad primordial del obispo es para con los de la nueva generación en el barrio, incluidos los jóvenes adultos solteros. Para permitirle concentrarse en esa responsabilidad, delega muchas asignaciones (véase 4.2.6). Podría delegar en sus consejeros, en el secretario y los secretarios auxiliares, en el secretario ejecutivo, en los líderes de cuórums y de organizaciones, y en otras personas.
Si el obispo no pudiera cumplir con sus responsabilidades, un consejero podrá actuar en su lugar temporalmente, excepto en los casos que se indican en este manual. El obispo o su consejero consulta al presidente de estaca si tiene preguntas en cuanto a que un consejero actúe en nombre del obispo.
6.1.1
El sumo sacerdote presidente
El obispo es el principal líder espiritual del barrio. Da ejemplo prestando servicio “con santidad de corazón” (Mosíah 18:12); enseña, eleva e inspira (véase Mateo 20:28); y sigue los principios de liderazgo que aparecen en Doctrina y Convenios 121:34–46.
El obispo es un discípulo fiel de Jesucristo, es fiel a sus convenios, es leal a su esposa y a su familia, y da el ejemplo en rectitud a su familia, al barrio y a la comunidad (véase 1 Timoteo 3:2–7). Sus consejeros son varones del mismo carácter.
El obispo brinda guía y consejo a los otros líderes del barrio y los insta a cumplir sus responsabilidades.
6.1.1.1
Las organizaciones y los cuórums del sacerdocio de barrio
El obispo es el responsable de las organizaciones de la Sociedad de Socorro y las Mujeres Jóvenes del barrio. Asigna a sus consejeros la responsabilidad de las organizaciones de la Escuela Dominical y la Primaria y de otros programas del barrio (véanse 9.3.1, 11.3.1, 12.3.1 y 13.2.1).
Las responsabilidades del obispo con respecto a los cuórums del Sacerdocio Aarónico se describen en 6.1.2. Sus responsabilidades con respecto a los cuórums de élderes se describen en 8.3.1.
El obispo también guía al presidente del cuórum de élderes y a la presidenta de la Sociedad de Socorro en la supervisión de la ministración. Se reúne con estos dos presidentes juntos al menos una vez al trimestre con el fin de abordar las necesidades de las personas y las familias (véase 21.2).
6.1.1.2
Las ordenanzas y bendiciones
El obispo dirige la administración de las siguientes ordenanzas y bendiciones en el barrio:
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La Santa Cena
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Dar un nombre y bendecir a los niños
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Bautismo y confirmación de los niños de ocho años inscritos (en el caso de los niños con discapacidades intelectuales, véase 18.3; en el caso de los conversos, véase 18.7.1.2).
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Conferir el Sacerdocio Aarónico y ordenar a los oficios de diácono, maestro y presbítero.
Para obtener información sobre las ordenanzas y bendiciones, véase el capítulo 18.
6.1.1.3
Los consejos y reuniones
El obispo dirige el consejo de barrio y el consejo de barrio para la juventud (véanse 29.2.5 y 29.2.6). Utiliza los consejos para ayudar a coordinar la obra de salvación y exaltación en el barrio. Delega una gran parte de sus tareas y da seguimiento a las asignaciones (véase 4.2.6).
El obispo invita a los líderes a deliberar en consejo sobre cómo promover la fortaleza espiritual y la unidad en el barrio. Insta a todos los integrantes del consejo a procurar inspiración y a participar en los análisis (véase Doctrina y Convenios 88:122; véase también 7.6, en este manual).
El obispado planifica la reunión sacramental y las otras reuniones del barrio que figuran en el capítulo 29. El obispo preside las reuniones del barrio, a menos que esté presente un miembro de la presidencia de estaca, un Setenta de Área en su Área asignada o una Autoridad General. Los consejeros del obispo pueden dirigir estas reuniones y también presiden, si el obispo se ausenta.
6.1.1.4
Los llamamientos y relevos
Las responsabilidades del obispo en lo referente a los llamamientos y relevos se describen en el capítulo 30. Puede asignar a sus consejeros que extiendan llamamientos o hagan relevos, según se indica en el cuadro de llamamientos (30.7).
6.1.2
Presidente del Sacerdocio Aarónico
“El obispado es la presidencia [del] [S]acerdocio [Aarónico], y posee las llaves o autoridad de este” (Doctrina y Convenios 107:15; véase también el versículo 20). El obispo tiene las siguientes responsabilidades como presidente del Sacerdocio Aarónico del barrio: Sus consejeros lo ayudan.
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Apoyar a los padres en la enseñanza de los jóvenes. Ayudar a los jóvenes a servir fielmente, a hacer y guardar convenios sagrados, y a prepararse para recibir las ordenanzas del templo. Ayudar a los hombres jóvenes a prepararse para ser ordenados a los oficios del sacerdocio y servir en misiones de tiempo completo. Si las jóvenes desean servir en misiones de tiempo completo, el obispo las ayuda a prepararse. El programa Niños y Jóvenes puede ayudar con estos esfuerzos (véase ChildrenandYouth.ChurchofJesusChrist.org).
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Supervisar las clases de los cuórums del Sacerdocio Aarónico y de las Mujeres Jóvenes El obispo es el presidente del cuórum de presbíteros (véase Doctrina y Convenios 107:87–88). Su primer consejero tiene la responsabilidad del cuórum de maestros. Su segundo consejero tiene la responsabilidad del cuórum de diáconos. Para obtener más información sobre el liderazgo de los cuórums del Sacerdocio Aarónico, véanse 10.3, 10.4 y 10.5.
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Deliberar en consejo con la presidenta de las Mujeres Jóvenes del barrio. El obispo no delega esta asignación en un consejero; asimismo, él y sus consejeros participan regularmente en las reuniones, el servicio y las actividades de las Mujeres Jóvenes (véase 11.3.1).
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Entrevistar a los jóvenes con regularidad. Para consultar las pautas relativas a estas entrevistas, véase 31.1.7.
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Apoyar a las familias, a las líderes y a los maestros de la Primaria en sus esfuerzos por ayudar a los niños a hacer y guardar convenios (véase el capítulo 12).
6.1.3
Juez común
El obispo es el juez común del barrio (véase Doctrina y Convenios 107:71–74). Se esfuerza por seguir el ejemplo del Salvador como juez justo (véase 3 Nefi 27:27). Tiene las responsabilidades siguientes:
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Ayudar a los jóvenes y los adultos a hacerse merecedores y ser dignos de la recomendación para el templo.
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Realizar entrevistas para determinar la dignidad, según lo señalado en 31.1.5. También podría autorizar a sus consejeros a realizar ciertas entrevistas (véase 31.1.6). Para consultar las pautas sobre las entrevistas de dignidad, véase 31.1.1.
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Aconsejar a los miembros del barrio que busquen guía espiritual, a quienes tengan problemas personales serios o a quienes hayan cometido transgresiones graves, ayudándolos a recurrir al poder sanador de Jesucristo. El obispo podría pedir a sus consejeros, al presidente del cuórum de élderes y a la presidenta de la Sociedad de Socorro, así como a otras personas, que aconsejen a los miembros del barrio en relación con algunas cuestiones. Sin embargo, únicamente el obispo aconseja a los miembros del barrio en cuanto a cuestiones relacionadas con la dignidad, el abuso o el maltrato, y la aprobación para usar las ofrendas de ayuno. Para consultar las pautas sobre cómo brindar consejo, véase 31.2.
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Bajo la dirección del presidente de estaca, llevar a cabo consejos de membresía, según resulte necesario y de acuerdo con las pautas definidas en el capítulo 32.
6.1.4
Coordinar la obra de salvación y exaltación
El obispo coordina la obra de salvación y exaltación en el barrio (véase el capítulo 1). Lo ayudan sus consejeros y otros líderes del barrio.
El obispo ayuda a los miembros a vivir el Evangelio, los ayuda a fortalecer su fe en el Padre Celestial, y en Jesucristo y Su expiación (véase Doctrina y Convenios 20:29); les enseña a orar y estudiar las Escrituras; los invita a hacer convenios al recibir las ordenanzas de salvación y exaltación; y los insta a que guarden sus convenios.
El obispo fortalece a los miembros de la Iglesia; insta a las familias a participar regularmente en la oración familiar y a aprender el Evangelio juntos, incluso en la noche de hogar; y les enseña a amarse y servirse mutuamente. Enseña mediante la palabra y el ejemplo que los llamamientos de la Iglesia se pueden desempeñar sin dejar de lado las responsabilidades familiares. Se asegura de que las actividades de la Iglesia apoyen los esfuerzos de los padres por criar a los hijos en rectitud.
Además de ayudar a los miembros a vivir el Evangelio, el obispo tiene otras responsabilidades en la obra de salvación y exaltación; por ejemplo:
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Ayuda a los hombres a prepararse para ser ordenados a los oficios del sacerdocio.
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Dirige la labor de cuidar de los necesitados del barrio (véanse 6.1.4.1 y 22.2.1).
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Guía a las presidencias del cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro conforme estas dirigen la labor de ministración en el barrio (véase 21.2.1).
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Coordina la labor de las presidencias del cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro conforme estas dirigen los esfuerzos del barrio por compartir el Evangelio y fortalecer a los miembros nuevos y a los que regresan a la actividad (véase 23.1).
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Coordina la labor de las presidencias del cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro conforme estas dirigen la obra del templo y de historia familiar en el barrio (véase 25.2).
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Ayuda a los miembros a prepararse para recibir la recomendación para el templo y las ordenanzas del templo (véase 27.1).
6.1.4.1
Dirigir la labor de cuidar de las personas con necesidades temporales
El obispo tiene el mandato divino de buscar a las personas que tengan necesidades temporales y cuidar de ellas (véase Doctrina y Convenios 84:112). Delega una gran parte de su labor en las presidencias de la Sociedad de Socorro y del cuórum de élderes.
Hay ciertos deberes que los realiza exclusivamente el obispo. Por ejemplo, él determina el tipo, la cantidad y la duración de toda ayuda temporal que preste la Iglesia; al hacerlo, a menudo consulta a la presidenta de la Sociedad de Socorro y al presidente del cuórum de élderes. Para obtener más información, véanse 22.4 y 22.5.
Los miembros del obispado enseñan los principios de cuidar de los necesitados y desarrollar autosuficiencia (véase 22.1). También enseñan la ley del ayuno (véase 22.2.2), y supervisan la recogida de las ofrendas de ayuno (véase 34.4.2).
El obispo instruye a los otros líderes del barrio en cuanto a las responsabilidades que tienen de cuidar de los necesitados; también dirige al consejo de barrio en esta labor.
Para obtener más información sobre la forma en que el obispo cuida de los necesitados, véase 22.6.1.
6.1.5
Los registros, las finanzas y el centro de reuniones
El obispo supervisa los registros y las finanzas del barrio, y el centro de reuniones. Podría asignar gran parte de la labor relacionada con los registros y las finanzas a sus consejeros y secretarios. Podría asignar a uno de sus consejeros para que preste servicio como representante del edificio del barrio, o podría llamar a otro miembro para que lo haga.
Para obtener información sobre los registros, véase el capítulo 33. Para obtener información sobre las finanzas, véase el capítulo 34. Para obtener información sobre los centros de reuniones, véase el capítulo 35.
6.2
Diferencias entre la presidencia de rama y el obispado
En las ramas, se llama a un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec para que sea el presidente de rama; él posee las llaves del sacerdocio necesarias para presidir (véase 3.4.1.1). Él y sus consejeros sirven en gran medida como un obispado, pero con las diferencias siguientes:
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El presidente de rama podrá ser tanto un élder como un sumo sacerdote; el obispo debe ser un sumo sacerdote.
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El presidente de rama no es apartado como sumo sacerdote presidente; sin embargo, preside la rama y tiene todas las responsabilidades descritas en 6.1.1.
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Los consejeros de la presidencia de rama no pueden extender recomendaciones para el templo (véase 26.3.1).
6.3
El secretario ejecutivo de barrio
El obispado recomienda a un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec para que preste servicio como secretario ejecutivo de barrio; hacen dicha recomendación a la presidencia de estaca. El secretario ejecutivo debe ser digno de la recomendación para el templo. Un miembro de la presidencia de estaca o un miembro asignado del sumo consejo lo llama y lo aparta.
El secretario ejecutivo trabaja en estrecha colaboración con el obispo y sus consejeros, pero no es miembro del obispado. Tiene las responsabilidades siguientes:
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Reunirse con el obispado y preparar las agendas que se le soliciten.
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Prestar servicio como miembro del consejo de barrio y asistir a las reuniones de dicho consejo. Según se lo indique el obispado, dar seguimiento a las asignaciones que se hayan realizado en esas reuniones.
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Programar las citas del obispado.
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Programar las entrevistas de jóvenes y adultos que tengan que renovar la recomendación para el templo.
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Si el obispado se lo asigna, coordinar los esfuerzos del barrio por ayudar a los miembros a tener acceso a las revistas de la Iglesia (véase 38.8.8).
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Ayudar al obispado con los asuntos relacionados con Seminario e Instituto, tales como ayudar a los miembros del barrio a matricularse en los cursos (véase el capítulo 15).
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Llevar una lista actualizada de los nombres y las direcciones de los miembros del barrio que estén en las Fuerzas Armadas. Asegurarse de que los líderes del barrio tengan presentes a esos miembros (véase 38.9.2). Informar al secretario ejecutivo de estaca cuando algún miembro tenga planes de entrar en las Fuerzas Armadas.
6.4
El secretario de barrio y los secretarios auxiliares de barrio
El obispo recomienda a un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec para que preste servicio como secretario de barrio; hace dicha recomendación a la presidencia de estaca. El secretario debe ser digno de la recomendación para el templo. Un miembro de la presidencia de estaca llama y aparta al secretario de barrio.
También se podrá llamar a secretarios auxiliares de barrio (véase 33.4.3). Un miembro de la presidencia de estaca o un miembro asignado del sumo consejo llama y aparta a esos secretarios.
Los secretarios trabajan en estrecha colaboración con el obispo y sus consejeros, pero no son miembros del obispado. Las responsabilidades del secretario de barrio y de los secretarios auxiliares de barrio se describen en 33.4.2 y 33.4.3.