“Introducción”, Niños y jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: Una guía introductoria para padres y líderes, 2019
“Introducción”
Introducción
Al trabajar juntos, los padres y los líderes ayudan a los niños y a los jóvenes a profundizar su conversión, convertirse en discípulos dignos del Señor Jesucristo y llegar a ser hombres y mujeres íntegros por medio del:
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Aprendizaje del Evangelio, que inspira a un compromiso personal.
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Servicio y actividades, que edifican el cuerpo y el espíritu.
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Desarrollo personal, que produce un crecimiento gratificante.
Los principios rectores y las funciones generales que se detallan en este cuadernillo son adaptables. No hay una sola manera correcta de aplicarlos. Algunas ideas y ejemplos están disponibles en línea en ChildrenandYouth.ChurchofJesusChrist.org. Busque inspiración para saber qué es lo mejor para cada persona (véase “Ajustar y adaptar”).
La nueva generación
Los profetas han dicho que esta generación de niños y jóvenes está entre lo mejor que el Señor ha enviado a la tierra (véase Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018, pág. 17). Tienen el potencial de lograr un gran impacto en el mundo. Se les ha invitado a ayudar a recoger a Israel en ambos lados del velo. Se necesita un enfoque más elevado y santo para cuidar de ellos y ministrarlos. Este enfoque ayudará a los niños y a los jóvenes a:
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Conocer su identidad y propósito eternos.
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Profundizar su conversión a Jesucristo, logrando que Su evangelio entre en sus corazones e inspirándolos a que elijan seguirlo.
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Cumplir con los deberes del Sacerdocio Aarónico.
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Participar juntos en la obra de salvación.
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Desarrollarse de manera personal, con el apoyo de los padres y con la ayuda de los líderes, según sea necesario.
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Ser dignos de asistir al templo y tener gozo duradero en la senda de los convenios.
A medida que los niños y los jóvenes reciban revelación para sus vidas, establezcan relaciones centradas en el Evangelio y ejerzan el albedrío mientras crecen, tendrán éxito en lograr estos propósitos.
Esforzarse por seguir al Salvador
En Su juventud, Jesús tuvo que aprender Su identidad y misión divinas, tal como lo debe hacer cada hijo de Dios. Él “crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Creció de manera equilibrada, y todos los niños y los jóvenes pueden hacerlo también.
Ayude a los niños y a los jóvenes a incluir al Salvador en todos los aspectos de su vida, no solo en el día de reposo. A medida que se esfuerzan por poner a Jesucristo en el centro de sus vidas, Él promete enviar al Espíritu Santo para que sea su consolador y su guía.
Lo ideal sería que seguir al Salvador comience en el hogar. Los líderes de la Iglesia brindan un apoyo importante para las personas y las familias.
Centrado en el hogar
Los padres planifican experiencias y conversaciones familiares para enseñar el evangelio de Jesucristo y satisfacer las necesidades únicas de cada hijo. Eso sucede cuando las familias trabajan y juegan juntas de maneras que enseñan aptitudes esenciales, fortalecen el carácter y brindan oportunidades para crecer.
Fomentar el crecimiento
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Ore para pedir guía. Nuestro Padre Celestial conoce a sus hijos y le ayudará a enseñarles.
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Ayude a sus hijos a buscar y reconocer la influencia del Espíritu Santo.
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Exprese amor y felicite con frecuencia a sus hijos por sus esfuerzos por hacer las cosas bien y por las cualidades cristianas que vea en ellos.
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Busque oportunidades de servir a los demás como familia.
Brindar guía
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Ayude a sus hijos a comprender cómo pueden aplicar el Evangelio en todos los aspectos de su vida.
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Guíe a sus hijos y anímelos a establecer sus propias metas y planes.
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Ayúdelos a encontrar sus propias soluciones a los problemas.
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Brinde apoyo, ayuda y aliento mientras lo hacen.
Hablar con los líderes
Comuníquese con los maestros y los líderes para determinar cómo pueden ellos apoyar mejor a sus hijos. Tenga cuidado de no revelar información confidencial de sus hijos o avergonzarlos.
Apoyado por la Iglesia
La función de la Iglesia incluye enseñar el evangelio de Jesucristo, proporcionar ordenanzas y dar apoyo al hogar. Los líderes y maestros apoyan a los padres al establecer relaciones sólidas y enriquecedoras con los niños y jóvenes a quienes sirven.
Hablar con los padres
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Comuníquese con los padres de manera informal para saber cómo apoyar a los hijos de ellos. Comparta las fortalezas que usted note.
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Pregunte qué esperan que sus hijos experimenten y aprendan en los cuórums del Sacerdocio Aarónico, en las clases de las Mujeres Jóvenes y en las actividades.
Cuando los padres no son miembros activos de la Iglesia:
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Explique a los padres esta iniciativa para apoyar a los niños y a los jóvenes, y pregúnteles si desean que sus hijos participen.
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Pregunte a los niños o jóvenes qué tipo de apoyo les gustaría recibir.
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Hable con el consejo de barrio sobre cómo incluir a los padres tanto como sea posible.
Apoyar a los niños y a los jóvenes
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Ayude a los niños y a los jóvenes a reconocer la influencia del Espíritu Santo.
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Pregúnteles qué desean aprender y experimentar en los cuórums, las clases y las actividades.
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Anímelos a tomar la iniciativa en la planificación y realización de las actividades.
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Apoye a los poseedores del Sacerdocio Aarónico en el cumplimiento de sus responsabilidades en el cuórum.
Aprendizaje del Evangelio
En el hogar
El estudio personal y familiar de las Escrituras y la oración ayudarán a los niños y a los jóvenes a sentir y reconocer la influencia del Espíritu Santo y a aprender a amar al Salvador. Se anima a las personas y a las familias a utilizar Ven, sígueme — Para uso individual y familiar y las palabras de los profetas vivientes para estudiar el evangelio de Jesucristo.
En la Iglesia
Los niños y los jóvenes se reúnen para aprender el evangelio de Jesucristo. Los niños aprenden el Evangelio mediante la instrucción en la clase y el tiempo para cantar en la Primaria. Los jóvenes aprenden doctrina en las clases y los cuórums. Se invita a los niños y a los jóvenes a compartir lo que aprenden en el hogar y a aplicar el Evangelio en sus vidas.
Servicio y Actividades
En el hogar
El servicio y las actividades establecen hábitos diarios rectos, edifican las relaciones familiares, enseñan aptitudes para la vida, desarrollan atributos cristianos y ayudan a los niños y a los jóvenes a crecer. El servicio y las actividades familiares pueden centrarse en las necesidades personales y familiares, y brindan oportunidades de aplicar los principios del Evangelio en las experiencias cotidianas.
En la Iglesia
El servicio —incluso el oficiar en la ordenanza de la Santa Cena para los poseedores del Sacerdocio Aarónico— y las actividades regulares brindan oportunidades para reunirse, aprender nuevas destrezas, llevar a cabo tareas difíciles y cultivar relaciones centradas en el Evangelio con los compañeros y los líderes. Dichas actividades deben ayudar a los niños y a los jóvenes a crecer espiritual, social, física e intelectualmente y a brindar servicio significativo a los demás. JustServe (JustServe.org) es un recurso valioso para hallar oportunidades de servicio comunitario.
Las actividades de varios días para los jóvenes incluyen las conferencias Para la Fortaleza de la Juventud (PFJ), las conferencias para la juventud, los campamentos y otras reuniones. Estas actividades pueden ayudar a los jóvenes a profundizar su deseo de seguir al Salvador, sacarlos de sus rutinas habituales y ayudarles a ver que forman parte de un grupo más grande de jóvenes que comparten metas justas.
Desarrollo personal
En el hogar
Los niños y los jóvenes eligen lo que pueden hacer para crecer y aprender a seguir al Salvador. Los padres pueden ayudarles a reconocer la manera en la que ya están creciendo y dónde podrían mejorar. Todas las actividades, entre ellas la Iglesia, la escuela, las amistades, los deportes, las artes, el trabajo y otros intereses personales pueden ayudar a los niños y a los jóvenes a seguir a Jesucristo.
En la Iglesia
Los líderes aman y sirven a cada niño y joven, y están al tanto de sus necesidades e intereses. Por medio de relaciones cordiales, los líderes pueden proporcionar una influencia única y poderosa para apoyar y alentar a los niños y a los jóvenes en su crecimiento y servicio personal.
Ajustar y adaptar
Cada persona, familia y congregación es única. Lo que funciona mejor para una quizás no funcione para otra. Haga lo que funcione para su familia, clase, cuórum o barrio. Hable sobre sus oportunidades e inquietudes y busque revelación sobre cómo adaptar esta iniciativa a fin de ayudar a los niños y a los jóvenes de forma personal a alcanzar su potencial divino.
Por ejemplo, los niños y los jóvenes variarán en la forma en que afronten su crecimiento personal: el tipo, la cantidad y la frecuencia de las metas, así como cuánto apoyo necesitan, deben determinarse de manera personal. Las clases y los cuórums también se adaptan para satisfacer las necesidades. Además, el tipo y la frecuencia de las actividades pueden variar según las circunstancias locales.
Motivación y reconocimiento
Motivación
Los niños y los jóvenes se sentirán motivados de manera natural a medida que se sientan amados, crezcan, mejoren y sientan el Espíritu Santo en sus vidas. Cuando el cambio y el crecimiento se vuelvan difíciles para ellos, anímelos a buscar formas de superar los desafíos o ajustar sus planes. Las relaciones sólidas y de confianza con los padres, los líderes y los compañeros pueden darles la fortaleza para seguir esforzándose.
Reconocimiento
A medida que los niños y los jóvenes progresen, elogie sus esfuerzos y deles aliento. Bríndeles oportunidades de compartir lo que están aprendiendo y celebre su crecimiento. Además, todos los niños y los jóvenes pueden recibir artículos tales como un anillo o un medallón para recordarles que forman parte de un grupo mundial que se esfuerza por seguir a Jesucristo. Al ir cumpliendo los niños y los jóvenes metas espirituales, sociales, físicas e intelectuales, pueden recibir emblemas adicionales.