Hechos 10: Parte 2
Principios para recibir revelación
Un amoroso Padre Celestial bendijo a Cornelio y a Pedro con revelación para ayudarlos a comprender mejor Su voluntad. Al actuar de acuerdo con la revelación que recibieron, fueron bendecidos con luz y conocimiento adicionales. Esta lección puede ayudarte a aumentar tu comprensión de cómo el Padre Celestial puede revelarte Su voluntad.
Enviar un mensaje importante
Imagina que tienes que darle un mensaje importante a alguien que no está contigo.
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¿Cuáles son algunas de las formas en las que podrías comunicarle el mensaje?
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¿Cuáles son algunas de las formas en las que el Padre Celestial puede comunicarte mensajes importantes a ti?
El Padre Celestial tiene muchos mensajes importantes que compartir con Sus hijos. Algunos mensajes son para todos, mientras que otros son personalizados, solo para ti. El Padre Celestial se comunica con las personas por medio de la revelación personal. Al estudiar esta lección, busca maneras en las que Dios puede revelar Sus mensajes importantes para que puedas reconocer la revelación a medida que llegue.
El Padre Celestial le revela Su voluntad tanto a Pedro como a Cornelio
Repasa el relato de Cornelio y Pedro de Hechos 10:1–28, 44–48 (véase también la lección “Hechos 10: Parte 1”). Al repasar, busca cómo llegaron a comprender lo que el Padre Celestial les estaba revelando.
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¿Qué aprendiste de este relato acerca de la revelación?
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¿Qué puedes aprender acerca del Padre Celestial a partir de las verdades que reconociste sobre la revelación?
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¿Qué bendiciones y verdades podrían no haber obtenido Pedro y Cornelio si no hubieran actuado de acuerdo con lo que recibieron?
Línea por línea
Una verdad sobre la revelación que se ilustra en este relato es que el Padre Celestial revela Su verdad línea por línea (véase 2 Nefi 28:30).
Ten en cuenta que ni Cornelio ni Pedro recibieron de forma inmediata toda la información que Dios tenía para ellos. El ángel le dijo a Cornelio que buscara a Pedro, y que “él [l]e dir[ía] lo que deb[ía] hacer” (Hechos 10:5–6). Después de que Pedro recibió su visión, “dudaba dentro de sí, preguntándose qué sería la visión que había visto” (Hechos 10:17). No entendió completamente el significado de la visión hasta que se encontró con Cornelio.
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, describió cómo puede ser esto para nosotros. Mira el video “Modelos de luz: El espíritu de revelación” (3:04), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, o lee la siguiente declaración.
Modelos de luz: El espíritu de revelación
El élder David A. Bednar explica los modelos de luz por los que Dios se comunica con nosotros y cómo esos modelos conducen al espíritu de revelación.
El aumento gradual de la luz que irradia el sol naciente es semejante a recibir un mensaje de Dios “línea por línea, precepto por precepto” (2 Nefi 28:30). La mayoría de las veces, la revelación viene en pequeños incrementos a lo largo de cierto tiempo, y se concede de acuerdo con nuestro deseo, dignidad y preparación […]. Este modelo de revelación tiende a ser más común que infrecuente.
(Véase David A. Bednar, “El espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, pág. 88)
1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio:
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¿Cómo podría ser una bendición que el Padre Celestial nos dé revelación gradualmente en lugar de toda a la vez?
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¿Qué atributos de Cristo nos puede ayudar a desarrollar este modelo?
Actuar de acuerdo con la revelación
Debido a que Cornelio y Pedro actuaron de acuerdo con las revelaciones que recibieron primero, fueron bendecidos con un entendimiento más completo. Esto ilustra otra verdad que se encuentra en Hechos 10: El Padre Celestial nos bendecirá con revelación adicional a medida que sigamos la revelación que recibamos.
El élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó la importancia de actuar de acuerdo con la revelación del Padre Celestial. Mira el video “Deja que el Espíritu te enseñe”, que se encuentra en LaIglesiadeJesucristo.org, desde el minuto 14:41 hasta el 15:19, o lee la siguiente declaración.
Deja que el Espíritu te enseñe
El élder Rasband enseña que el Espíritu Santo inspira, testifica, enseña y nos inspira.
Si prestamos atención a los susurros que recibimos, aumentará en nosotros el espíritu de revelación, y recibiremos más y más conocimiento y dirección inspirados por el Espíritu. El Señor ha dicho: “Pon tu confianza en ese Espíritu que induce a hacer lo bueno” [Doctrina y Convenios 11:12].
Ruego que tomemos en serio el llamado del Señor: “Sed de buen ánimo, porque yo os guiaré” [Doctrina y Convenios 78:18]. Él nos guía mediante el Espíritu Santo. Ruego que vivamos cerca del Espíritu y que actuemos rápidamente de conformidad con nuestros primeros susurros, al saber que vienen de Dios.
(Ronald A. Rasband, “Deja que el Espíritu te enseñe”, Liahona, mayo de 2017, pág. 96)
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¿Cómo puedes prepararte para recibir revelación?
Revelación para tu vida
2. Responde al menos dos de las preguntas siguientes en tu diario de estudio:
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¿Qué has aprendido acerca de la revelación que pueda ayudarte en tus circunstancias personales?
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¿Qué revelación te ha dado el Padre Celestial sobre la cual debes actuar y cómo puedes actuar de conformidad con ella?
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¿Qué has aprendido que pueda ayudarte a ver el amor que tu Padre Celestial tiene por ti?
Opcional: ¿Quieres aprender más?
¿Cómo puedo reconocer la revelación a través del Espíritu Santo?
Consideren mirar el video “Sentir el Espíritu Santo” (3:16), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, para escuchar acerca de las diferentes maneras en que las personas sienten y reconocen al Espíritu Santo.
Sentir el Espíritu Santo
Los sentimientos del Espíritu Santo pueden compararse con la esperanza, el gozo y la paz en el corazón y la mente.
¿Qué debo hacer si siento que no recibo revelación del Padre Celestial, incluso cuando la busco?
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:
El espíritu de revelación
El espíritu de revelación es real y puede funcionar, y de hecho funciona, en la vida de cada uno y en La Iglesia.
En muchas de las incertidumbres y los desafíos que afrontamos en nuestra vida, Dios nos pide que hagamos lo mejor posible, que actuemos y no que se actúe sobre nosotros (2 Nefi 2:26), y que confiemos en Él. Quizás no veamos ángeles, no escuchemos voces celestiales ni recibamos impresiones espirituales sorprendentes. Tal vez con frecuencia sigamos adelante con esperanza y oración —pero sin absoluta seguridad— de que estamos actuando de acuerdo con la voluntad de Dios. Pero a medida que honremos nuestros convenios y guardemos los mandamientos, al esforzarnos con más constancia por hacer lo bueno y ser mejores, podemos andar con la confianza de que Dios guiará nuestros pasos.
(Véase David A. Bednar, “El espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, pág. 90)
¿Qué hábitos o acciones podrían impedirme obtener revelación?
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, declaró:
El espíritu de revelación
El espíritu de revelación es real y puede funcionar, y de hecho funciona, en la vida de cada uno y en La Iglesia.
… En las Escrituras, con frecuencia se describe la influencia del Espíritu Santo como “una voz apacible y delicada” (1 Reyes 19:12; 1 Nefi 17:45; véase también 3 Nefi 11:3) y “una voz […] de perfecta suavidad” (Helamán 5:30). A causa de que el Espíritu nos susurra tierna y delicadamente, es fácil comprender por qué debemos rechazar los medios de comunicación inapropiados, la pornografía y las substancias y conductas perjudiciales y adictivas. Esas herramientas del adversario pueden dañar y, con el tiempo, destruir nuestra capacidad para reconocer los sutiles mensajes de Dios por medio del poder de Su Espíritu, y responder a ellos.
(Véase David A. Bednar, “El espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, pág. 88)
¿Qué puedo hacer para aumentar mi capacidad de recibir revelación?
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, declaró:
El llevar a cabo nuestro servicio y trabajo es una forma importante de hacernos dignos de recibir revelación. En mi estudio de las Escrituras he notado que, mayormente, los hijos de Dios reciben revelación cuando están en acción y no cuando se sientan en sus casas esperando que el Señor les diga el primer paso que deben dar […].
Recibiremos la inspiración del Espíritu cuando hayamos hecho todo lo que esté a nuestro alcance; cuando estemos trabajando bajo el sol, no cuando estemos descansando en la sombra orando para recibir dirección en cuanto al primer paso que debemos tomar. La revelación se recibe cuando los hijos de Dios están en movimiento.
De modo que hacemos todo lo que podemos y luego esperamos que el Señor nos envíe Su revelación. Él tiene Su propio horario.
(Véase Dallin H. Oaks, “En Su propio tiempo y a Su propia manera”, Liahona, agosto de 2013, págs. 24, 26)