Juan 10
“El Buen Pastor”
Jesús enseñó que Él es el Buen Pastor. Él usó esta metáfora para ayudar a Sus oyentes a entender más sobre Él y sobre la relación de ellos con Él. El propósito de esta lección es ayudarte a sentir más confianza en Jesucristo como tu Pastor y a aumentar tu deseo de escuchar Su voz y seguirlo.
Jesucristo es el Buen Pastor
Observa detenidamente la ilustración que se muestra al comienzo de esta lección y considera lo que podría estar enseñando. Las siguientes preguntas pueden ser de ayuda: ¿Por qué el pastor podría estar cargando al cordero? ¿Qué observas sobre la posición del pastor en comparación con las otras ovejas?
Hoy estudiarás la parábola del Buen Pastor. En esta parábola, Jesucristo se compara a sí mismo con un pastor que lidera y protege su rebaño de ovejas. Mientras estudias, presta atención a lo que aprendas sobre el Salvador.
En Juan 10 , Jesús enseña que Él es el Buen Pastor (véanse los versículos 11, 14).
En la parte superior de una página de tu diario de estudio escribe el título “Buen Pastor”. Aquí puedes mencionar lo que aprendas o sientas por Jesucristo, el Buen Pastor, y por lo que hace por Sus ovejas. Si lo deseas, puedes dibujar una oveja sencilla en tu hoja, como la que se muestra a continuación, y escribir dentro del dibujo lo que aprendiste o sentiste.
Lee Juan 10:1–5 en busca de una parábola que Jesús enseña sobre Su función como el Buen Pastor.
Mira el video “El Buen Pastor”. En este video, el presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habla de la experiencia de observar pastores y ovejas. El video está disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
Agrega a tu lista las perspectivas que hayas obtenido sobre el Buen Pastor.
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¿Qué te impresiona sobre la relación entre los pastores y las ovejas como se describe aquí?
Algunos de los que estaban escuchando no entendieron la parábola que Jesús enseñó (véase Juan 10:6). Jesús explicó el modo en que la parábola enseñaba sobre Él. Lee Juan 10:7–18, 27–28 en busca de ideas adicionales sobre Jesús como el Buen Pastor. Añade las observaciones a tu lista. (Nota: Un asalariado es alguien cuyo principal motivo para trabajar es recibir un pago).
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Al mirar la lista, ¿qué te ayudó a entender la parábola del Buen Pastor sobre Jesucristo?
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¿Qué aprendiste de estos versículos sobre por qué querrías seguirlo a Él?
1. Completa la siguiente oración y responde en tu diario de estudio la pregunta que está a continuación.
Si sigo al Buen Pastor, recibiré…
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¿Qué experiencias te vienen a la mente en las que hayas sentido que el Salvador se preocupaba por ti, como un pastor?
¿Cómo puedes oír la voz del Buen Pastor?
Piensa en las siguientes preguntas:
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¿Para qué cosas necesitas la ayuda o la guía del Salvador?
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¿Cuál de las bendiciones que el Salvador ofrece a Sus ovejas deseas?
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¿Por qué querrías aumentar tu capacidad para escuchar la voz del Buen Pastor?
En esta parábola, las ovejas del Buen Pastor son quienes escuchan Su voz y lo siguen a Él (véase Juan 10:3–5, 27).
El presidente Russell M. Nelson compartió las siguientes reflexiones acerca de escuchar la voz de Jesucristo:
Nuestro Padre sabe que lo que más nos ayudará cuando nos rodee la incertidumbre y el temor, es escuchar a Su Hijo.
Porque cuando procuremos escuchar —verdaderamente escuchar— a Su Hijo, seremos guiados a saber lo que debemos hacer en toda circunstancia.
… En esa palabra, “Escúchalo”, Dios nos da el patrón o modelo para tener éxito, felicidad y gozo en esta vida. ¡Debemos escuchar las palabras del Señor, prestar atención a ellas y dar oído a lo que Él nos ha dicho!
Al tratar de ser discípulos de Jesucristo, nuestros esfuerzos por escucharle a Él han de ser cada vez con mayor intención. Se requiere un esfuerzo consciente y constante para llenar nuestra vida diaria con Sus palabras, Sus enseñanzas y Sus verdades.
(Véase Russell M. Nelson, “Escúchalo”, Liahona, mayo de 2020, pág. 89)
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¿Cuáles son las formas en que se puede escuchar la voz del Buen Pastor?
Si es posible, mira los videos titulados “Cómo lo escucho: Élder David A. Bednar” (1:15) y “Cómo lo escucho: Hermana Joy D. Jones” (2:46) para escuchar ejemplos de cómo los líderes de la Iglesia escuchan la voz del Salvador. Estos videos, junto con ejemplos adicionales, están disponibles en LaIglesiadeJesucristo.org.
2. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio:
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¿Cómo crees que escuchar la voz de Jesucristo puede ayudarte con tus necesidades?
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¿Qué has aprendido o sentido acerca de Jesucristo al aprender de Su función como el Buen Pastor?
Opcional: ¿Quieres aprender más?
Juan 10:7 . ¿Por qué decía Jesús: “… Yo soy la puerta de las ovejas”?
En Israel, los pastores se ponían a la entrada del redil e inspeccionaban a cada oveja a medida que entraban, y curaban las heridas, según fuera necesario. Luego de que las ovejas estaban reunidas en el recinto para pasar la noche, el pastor se ponía a dormir en la entrada, bloqueándola para que los predadores o ladrones no pudieran herir a las ovejas. La declaración del Salvador, “Yo soy la puerta”, deja en claro que Él estaba dispuesto a “pon[er] [Su] vida por las ovejas” (véase Juan 10:7, 15), y que Él finalmente decidirá quién entrará en el Reino de los Cielos. Haciendo uso de una imagen similar a una puerta, el profeta Jacob, del Libro de Mormón, declaró que “el guardián de la puerta es el Santo de Israel; y allí él no emplea ningún sirviente” (véase 2 Nefi 9:41).
¿Cuál es la diferencia entre el Buen Pastor y un asalariado?
El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) enseñó:
No obstante, a veces un animal salvaje, acosado por el hambre, saltaba el muro y caía en medio de las ovejas, asustándolas. Ante esta situación se veía la diferencia que había entre el pastor verdadero, el cual amaba a las ovejas, y el asalariado, que sólo trabajaba por obligación y por la paga.
El pastor verdadero estaba dispuesto a dar su vida por las ovejas. Él iba entre las ovejas y luchaba por defenderlas. El asalariado, por el contrario, valoraba más su seguridad personal que la de las ovejas, y usualmente huía del peligro.
Jesucristo utilizó esta ilustración tan común en Su época para declarar que Él era el Buen Pastor, el Pastor Verdadero. Debido a Su amor por Sus hermanos y hermanas, por propia y libre voluntad pondría Su vida por ellos (véase Juan 10:17–18).
(Véase Ezra Taft Benson, “Un llamado al sacerdocio: ‘Apacienta mis ovejas’”, Liahona, julio de 1983, págs. 68–69)
Juan 10:30 . ¿A qué se refirió Jesús cuando dijo, “Yo y el Padre uno somos”?
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
El primero y más importante artículo de fe de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es: “Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo” [ Artículos de Fe 1:1 ]. Creemos que esas tres personas divinas que constituyen una sola Trinidad están unidas en propósito, en su modo de ser, en testimonio, en misión. Creemos que poseen el mismo sentido divino de misericordia y amor, justicia y gracia, paciencia, perdón y redención. Creo que es acertado decir que creemos que son uno en todo aspecto significativo y eterno que se podría imaginar, excepto en que son tres personas combinadas en una sustancia, concepto trinitario que nunca se expuso en las Escrituras porque no es verdadero.
(Jeffrey R. Holland, “El único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 40)