“Sadrac, Mesac y Abed-nego”, Relatos del Antiguo Testamento, 2022
“Sadrac, Mesac y Abed-nego”, Relatos del Antiguo Testamento
Daniel 1; 3
Sadrac, Mesac y Abed-nego
Una peligrosa prueba de fe
El rey Nabucodonosor construyó una estatua de oro gigantesca y obligó a su pueblo a adorarla. Si se negaban, los echarían a un horno ardiente.
Los amigos de Daniel: Sadrac, Mesac y Abed-nego, amaban a Jehová y no quisieron adorar al dios falso del rey. El rey se enojó con ellos.
Los tres amigos dijeron al rey que solo adorarían a Dios. Creían que Dios podría protegerlos, pero aunque no los salvara, ellos defenderían sus creencias.
El rey estaba furioso con Sadrac, Mesac y Abed-nego. Hizo que los arrojaran al horno de fuego, pero cuando el rey miró dentro del horno, se sorprendió al ver a un ser celestial en el fuego con los tres hombres. El fuego no les hizo daño.
El rey llamó a Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ellos salieron del horno. El fuego no les había hecho daño ni les había quemado la ropa.
Sadrac, Mesac y Abed-nego obedecieron los mandamientos de Dios, aun cuando sus vidas estaban en peligro. Su ejemplo ayudó al rey a creer en Dios.