Aprender — Tiempo máximo: 45 minutos
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Analizar:¿Por qué cree que “pagar diezmos y ofrendas” constituye el primer nivel en el mapa para lograr el éxito en la mayordomía financiera?
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Leer:Se ha aconsejado a los miembros de la Iglesia que paguen sus diezmos y ofrendas antes de pagar por otros gastos, incluso antes de pagar por los de primera necesidad. El élder Dallin H. Oaks enseñó: “El pago del diezmo es una prueba de prioridades” (véase “El diezmo”, Liahona, julio de 1994, pág. 41). A medida que usted le muestra a Dios cuáles son sus prioridades, usted dará pie a mayores oportunidades para que Él le bendiga. Las Escrituras a menudo hacen hincapié en que las cosas deben hacerse en orden. (Por ejemplo, véanse 1 Corintios 14:40, Mosíah 4:27 y Doctrina y Convenios 93:43).
El presidente Heber J. Grant enseñó: “A los hombres y a las mujeres que hayan sido totalmente honrados con Dios, que hayan pagado su diezmo… Dios les ha dado sabiduría por la cual han podido utilizar los restantes nueve décimos, y éstos han sido de mayor valor para ellos, y han logrado más con ellos que lo que hubieran logrado si no hubiesen sido honrados con el Señor” (en Conference Report, abril de 1912, pág. 30; citado en “El diezmo”, Liahona, julio de 1994, págs. 39–40).
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Analizar:¿Cómo cree que pagar el diezmo primero le ayudará a utilizar mejor los restantes nueve decimos de dinero que tiene?
1. Cambie su visión de cómo administrar el dinero
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Leer:Para poder pagar el diezmo y las ofrendas primero, quizás sea necesario cambiar su enfoque general de la administración del dinero. El atender a los gastos cotidianos de la vida a menudo puede sobrepasar nuestra capacidad de ahorrar para el futuro y establecer seguridad económica. Muchas personas siguen ese método en su mayordomía financiera: pagan por las necesidades inmediatas como alimentos, vivienda, transporte y atención médica, y luego intentan ahorrar dinero y pagar el diezmo con lo que ha quedado. Ese método se ilustra en el diagrama siguiente.
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Leer:Aunque esa práctica sea muy común, hay una mejor manera de abordar la mayordomía financiera: Cuando reciba ingresos, primero pague el diezmo y luego reserve dinero para el futuro, aunque solo sea un poco. Luego, utilice lo que quede (que es la mayor parte de su ingreso) para cubrir los gastos de mantenimiento. Ese método se ilustra en el diagrama siguiente.
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Analizar:¿Cuáles son algunas de las diferencias que hay entre esos dos enfoques? ¿Por qué terminan la mayoría de las personas optando por el enfoque habitual de mayordomía financiera?
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Leer:Nos valdremos de la siguiente ilustración con un frasco, algunas piedras y arena para demostrar la sabiduría de apartar primeramente dinero para el Señor y para nuestro futuro (véase Stephen R. Covey, A. Roger Merrill y Rebecca R. Merrill, Primero lo Primero: Vivir, amar, aprender, dejar un legado, 1995, págs. 123–124).
El frasco representa nuestro ingreso: un recurso de tamaño limitado. El tamaño del frasco de cada uno de nosotros varía, pero el principio que se analiza aquí se aplica a todos. Las piedras y la arena que se colocan en el frasco representan las maneras en que podemos utilizar nuestro dinero. En ese ejemplo, las piedras grandes y las pequeñas representan nuestras prioridades a largo plazo: apartar dinero para el Señor y para nuestro futuro; mientras que la arena representa nuestras necesidades y deseos actuales.
Coloquemos eso en el frasco siguiendo el enfoque habitual de mayordomía financiera.
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Leer:Observe que al verter primero la arena en el frasco, no queda suficiente espacio para que quepan todas las piedras.
Ahora, llenemos el frasco siguiendo el enfoque autosuficiente de mayordomía financiera.
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Leer:Observe que al colocar primero las piedras, aún queda espacio para toda la arena.
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Analizar:¿Cómo se relaciona el ejemplo del frasco con el pago del diezmo y el ahorrar dinero? ¿Por qué cupo todo en el frasco la segunda vez? ¿En qué sentido el colocar primero las piedras en el frasco es un ejemplo que demuestra fe?
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Leer:En este curso, usted estará aprendiendo continuamente cómo implementar el enfoque autosuficiente en su mayordomía financiera. Si bien puede resultar incómodo al principio, el seguir este enfoque autosuficiente le ayudará a prepararse mejor para el futuro. Es natural que se preocupe de que quizás no quede suficiente dinero para sus necesidades actuales si primero paga el diezmo y aparta dinero para ahorrar. Eso es una prueba de fe. Un sabio obispo le dijo una vez a un converso nuevo que estaba preocupado: “Aunque pagar el diezmo implique que no pueda pagar el agua o la luz, pague los diezmos. Aunque pagar el diezmo signifique que no pueda pagar el alquiler, pague los diezmos. Aunque pagar el diezmo implique que no tendrá suficiente dinero para alimentar a su familia, pague los diezmos. El Señor no lo abandonará” (en Aaron L. West, “Transformaciones sagradas”, Liahona, diciembre de 2012, pág. 26).
Mientras ha estado llevando un registro de sus gastos, probablemente también haya recibido un ingreso. Reflexione sobre la manera en que usted administra el dinero actualmente y cómo podría mejorar para pagar primero el diezmo y ahorrar para su futuro. Uno de sus compromisos de esta semana será el aplicar esos principios y continuar llevando un registro de su ingreso y egresos esta semana.
Aunque el enfoque autosuficiente de la mayordomía financiera requiere ejercer la fe en Jesucristo, también es necesario poner en práctica las destrezas financieras correctas. La próxima semana, usted comenzará a dominar la habilidad de utilizar correctamente un presupuesto, lo que le ayudará a tomar el control de sus gastos y le permitirá estirar su dinero para poder cubrir todos sus gastos.
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Analizar:¿De qué manera el pagar los diezmos y ahorrar dinero primero puede cambiar su vida?
2. Pague diezmos y ofrendas
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Leer:“La ley del diezmo es sencilla”, enseñó el presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia. “Pagamos anualmente una décima parte de nuestro interés personal. La Primera Presidencia ha interpretado que la palabra interés significa ganancia. La cantidad que representa el diez por ciento de nuestra ganancia personal depende de cada uno de nosotros y de nuestro Creador… Tal como lo dijo una vez un converso en Corea: ‘Con el diezmo, no importa si uno es rico o pobre… Si gana mucho, se paga el diez por ciento. Si gana poco, aun así se paga el diez por ciento’” (“Abrir las ventanas de los cielos”, Liahona, enero de 1999, pág. 67).
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Ver:“Elías y la viuda de Sarepta”, disponible en https://www.lds.org/media-library/video/2011-03-071-elijah-and-the-widow-of-zarephath?lang=spa. (¿No tiene el video? Lea la página 49).
1:32
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Analizar:¿Por qué la viuda de Sarepta dio su última comida al profeta Elías? ¿Hubiera usted podido hacerlo? ¿Sí o no, y por qué?
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Leer:La ley del diezmo ha estado en vigor desde los tiempos del Antiguo Testamento. En Malaquías, leemos que si pagamos nuestros diezmos, el Señor abrirá las “ventanas de los cielos” para nosotros (véase Malaquías 3:10).
El élder Bednar enseñó: “La imagen de las ‘ventanas’ de los cielos que usó Malaquías es instructiva. Las ventanas permiten que la luz natural entre en un edificio. Del mismo modo, la perspectiva y la iluminación espiritual se derraman a través de las ventanas de los cielos a nuestra vida cuando honramos la ley del diezmo… Quizás necesitemos un empleo adecuado y oremos por ello… [Reconoceremos] el don espiritual de mayor discernimiento que nos ayudará a identificar oportunidades de trabajo que otras personas podrían pasar por alto… Tal vez, y con razón, deseemos y trabajemos para recibir un aumento de sueldo a fin de proveer mejor para las necesidades de la vida… Tal vez queramos y esperemos un cheque más grande, pero puede que la bendición que recibamos a través de las ventanas celestiales sea una mayor capacidad de cambiar nuestras circunstancias en lugar de esperar que alguien o algo las cambie” (“Las ventanas de los cielos”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 18).
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Analizar:¿De qué manera le ha guiado la iluminación espiritual (o la inspiración personal) para cambiar sus circunstancias personales?
La ley del ayuno
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Leer:“La observancia apropiada del día de ayuno por lo general implica abstenerse de comer y beber durante dos comidas consecutivas durante un período de 24 horas, asistir a la reunión de ayuno y testimonios y dar una ofrenda de ayuno generosa para ayudar a cuidar a los necesitados” (Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, sección 21.1.17).
Se utilizan las ofrendas de ayuno para ayudar a los pobres y a los necesitados. El dar una generosa ofrenda de ayuno también aumentará nuestra capacidad para ser autosuficientes.
El élder Jeffrey R. Holland enseñó: “Testifico de los milagros, tanto espirituales como temporales, que reciben quienes viven la ley del ayuno… Aprecien ese sagrado privilegio, al menos mensualmente, y sean tan generosos como sus circunstancias lo permitan con las ofrendas de ayuno y con otras donaciones humanitarias, educativas y misionales. Les prometo que Dios será generoso con ustedes, y las personas que reciban alivio de sus manos les llamarán bienaventurados para siempre” (“¿No somos todos mendigos?”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 42).
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Analizar:¿Qué puede hacer para mejorar sus ayunos?
Analice el tema de los diezmos y las ofrendas en su consejo familiar
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Leer:En su consejo familiar de esta semana, analicen el beneficio de pagar el diezmo y apartar algo de dinero a modo de ahorros inmediatamente después de recibir su ingreso. Determine junto con su cónyuge cómo pueden mejorar sus ayunos.
Quizás quiera utilizar la reseña “Modelo de análisis de consejo familiar” que sigue a continuación.
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Analizar:¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra experiencia en el grupo?