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5: ¿Qué función tiene el Libro de Mormón?


“5: ¿Qué función tiene el Libro de Mormón?” Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2018, págs. 107–120

“5 El Libro de Mormón”, Predicad Mi Evangelio, págs. 107–120

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¿Qué función tiene el Libro de Mormón?

Considere esto

  • ¿Por qué el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión?

  • ¿Cómo responde el Libro de Mormón a las grandes preguntas del alma?

  • ¿Por qué es el Libro de Mormón tan potente en el proceso de la conversión?

  • ¿Cómo debo emplear el Libro de Mormón para desarrollar la fe y ayudar a otras personas a acercarse más a Dios?

  • ¿Por qué es tan esencial en la obra misional la promesa de Moroni 10:3–5?

El Libro de Mormón, combinado con el Espíritu, es el instrumento más poderoso que usted tiene para la conversión. Brinda evidencia potente de la divinidad de Cristo y es también una prueba de la Restauración por medio del profeta José Smith. Una parte esencial de la conversión es recibir el testimonio del Espíritu Santo de que el Libro de Mormón es verdadero. Como misionero, usted debe primero tener un testimonio personal de que el Libro de Mormón es verdadero. Ese testimonio puede conducir a una fe profunda y firme en la influencia de ese libro durante el proceso de la conversión. Tenga confianza en que el Espíritu Santo testificará a cualquier persona que lea el Libro de Mormón, medite sobre su contenido y le pregunte a Dios si es verdadero con corazón sincero, con verdadera intención y con fe en Cristo. Ese testimonio del Espíritu Santo debe ser el foco principal de su enseñanza.

El Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión

El profeta José Smith enseñó que el Libro de Mormón es “la piedra clave de nuestra religión” (introducción al Libro de Mormón). En otra oportunidad dijo: “Si quitamos el Libro de Mormón y las revelaciones, ¿dónde queda nuestra religión? No tenemos ninguna” (Minutes and Discourse, 21 de abril de 1834, Biblioteca de Historia de la Iglesia, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Salt Lake City).

Un arco es un fuerte componente arquitectónico compuesto de partes en forma de cuña que se sostienen unas a otras. La pieza central, llamada piedra clave, es por lo general más grande que las otras y las sostiene en su lugar. Al llamar al Libro de Mormón “la piedra clave de nuestra religión”, José Smith enseñó que el libro mantiene unida nuestra religión. El presidente Ezra Taft Benson dijo que hay tres formas en las que el Libro de Mormón es la piedra clave:

En el testimonio de Cristo. “El Libro de Mormón es la piedra clave de nuestro testimonio de Jesucristo quien, a la vez, es la piedra angular de todo lo que hacemos. Testifica de Su realidad con poder y claridad”.

En la plenitud de la doctrina. “… el Señor mismo ha declarado que el Libro de Mormón contiene ‘la plenitud del evangelio de Jesucristo’ (Doctrina y Convenios 20:9[; 27:5])… en el Libro de Mormón encontraremos la plenitud de [la doctrina necesaria] para nuestra salvación; y se enseña clara y simplemente a fin de que aun los niños puedan aprender los senderos de salvación y exaltación”.

En el fundamento del testimonio. “Al igual que el arco se derrumba si se le quita la piedra clave, así también toda la Iglesia permanece o cae en base a la veracidad del Libro de Mormón. Los enemigos de la Iglesia entienden esto claramente, y esa es la razón por la que luchan tan arduamente para tratar de desacreditar el Libro de Mormón, porque si pueden hacerlo, también descalificarían al profeta José Smith, así como nuestra afirmación de que poseemos las llaves del sacerdocio, la revelación y la Iglesia restaurada. Pero, de igual manera, si el Libro de Mormón es verdadero —y millones de personas ya han testificado que tienen el testimonio del Espíritu de que en realidad es verdadero—, entonces es preciso aceptar las declaraciones de la Restauración y todo lo que le acompaña” (véase “El Libro de Mormón: la clave de nuestra religión”, Liahona, enero de 1987, pág. 4).

El Libro de Mormón es el libro más correcto de la tierra (véase la introducción al Libro de Mormón), y enseña claramente la doctrina de Cristo, particularmente en las lecciones que usted enseña a las personas. Utilícelo como su fuente principal de enseñanza del Evangelio restaurado. A continuación aparecen ejemplos de las verdades que se enseñan con claridad en el Libro de Mormón y que usted enseñará a las personas.

Lecciones misionales

Doctrina

Referencias

El mensaje de la restauración del evangelio de Jesucristo

La Apostasía, la Restauración, José Smith, la autoridad del sacerdocio

1 Nefi 12–14

2 Nefi 3; 26–29

Mosíah 18

El Plan de Salvación

El “gran plan del Dios Eterno”, que incluye la caída de Adán y Eva, la expiación de Jesucristo, la Resurrección y el Juicio

2 Nefi 2; 9

Mosíah 3; 15

Alma 34:9

Alma 12; 40–42

El evangelio de Jesucristo

Fe en Cristo, arrepentimiento, bautismo, el don del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin

2 Nefi 31–32

3 Nefi 11; 27

Los mandamientos; las leyes y ordenanzas

Ordenanzas como el bautismo, la confirmación, la ordenación al sacerdocio y la Santa Cena

3 Nefi 11:22–28; 18

Moroni 2–6

Actividad: Estudio personal

Conteste las siguientes preguntas en su diario de estudio:

  • ¿Cómo ha influido el estudio del Libro de Mormón en su testimonio de Jesucristo?

  • ¿Cómo puede usted utilizar el Libro de Mormón para fortalecer el testimonio de otras personas?

Estudio de las Escrituras

¿Qué dice el Salvador sobre el Libro de Mormón?

El Libro de Mormón testifica de Cristo

Fotografía cortesía de C. Harrison Conroy Co., Inc. Prohibida la reproducción.

Un propósito esencial del Libro de Mormón es convencer a toda persona de que Jesús es el Cristo (véase la portada del Libro de Mormón). Testifica de Cristo afirmando la realidad de Su vida, de Su misión y de Su poder; enseña doctrina verdadera con respecto a la expiación de Cristo, que es el fundamento del Plan de Salvación. Varias de las personas cuyos escritos se han preservado en el Libro de Mormón vieron a Cristo personalmente. El hermano de Jared, Nefi y Jacob vieron al Cristo premortal; Mormón y Moroni vieron al Cristo resucitado. Además, hubo multitudes que presenciaron el breve pero extraordinario ministerio del Salvador entre los nefitas (véase 3 Nefi 11–28). Los que sepan poco o nada acerca de Él llegarán a conocerlo si leen el Libro de Mormón y meditan y oran sobre su contenido.

El testimonio del Libro de Mormón de que Jesús es el Hijo Unigénito de Dios y el Salvador del mundo confirma el testimonio de la Biblia. Al enseñar la plenitud del evangelio de Jesucristo, usted testificará a menudo sobre el Salvador y Redentor del mundo. Por el poder del Espíritu Santo, agregará su propio testimonio de la veracidad de este mensaje.

Estudio de las Escrituras

¿Qué explicaciones dieron los profetas del Libro de Mormón de las razones por las que escribieron sus anales?

El Libro de Mormón y la Biblia se apoyan el uno al otro

Las creencias de la gente sobre la Biblia varían mucho. Algunos creen que es perfecta, sin errores, y que es todo lo que necesitamos para salvarnos; otros creen que es una publicación que vale la pena estudiar, pero niegan que sea evidencia de la divinidad y de los milagros de Cristo o que contenga revelación directa de Dios. Algunos no le dan importancia y otros nunca la han visto ni han tenido la oportunidad de leerla.

Los Santos de los Últimos Días “creemos que la Biblia es la palabra de Dios hasta donde esté traducida correctamente” (Artículos de Fe 1:8). Lejos de competir con la Biblia, el Libro de Mormón la apoya , nos exhorta a leerla y testifica de la veracidad de su mensaje. Debe utilizar el Libro de Mormón para apoyar la Biblia y viceversa.

El Libro de Mormón habla de los convenios antiguos que Dios hizo con Sus hijos; la Biblia habla de los grandes profetas que también recibieron esos convenios por fe. El Libro de Mormón testifica de Cristo y de Su expiación; la Biblia provee el relato de Su nacimiento, Su ministerio, Su muerte, Expiación y Resurrección. Por eso, la Biblia y el Libro de Mormón se complementan y se refuerzan el uno al otro.

La edición Santo de los Últimos Días de la Biblia, 2015, versión Reina-Valera 2009, y el Libro de Mormón tienen referencias correlacionadas y ayudas de estudio que hacen que el palo de Judá (la Biblia) y el palo de José (el Libro de Mormón) sean uno en nuestras manos (véase Ezequiel 37:15–17; véanse también 1 Nefi 13:34–41; 2 Nefi 3:12; 29:8). Cuando enseñe, dé prioridad a los pasajes del Libro de Mormón pero también demuestre que ambos libros enseñan los mismos principios.

Emplee el Libro de Mormón para aclarar y explicar pasajes de la Biblia. Por ejemplo, en el Nuevo Testamento leemos que Cristo se bautizó para que se cumpliera “toda justicia” (Mateo 3:14–15). En el Libro de Mormón se explica lo que significa cumplir toda justicia (véase 2 Nefi 31:5–9).

Si utiliza el Libro de Mormón y la Biblia como tomos compañeros, estas Escrituras vencerán la contención y corregirán la doctrina falsa (véase 2 Nefi 3:12).

En la Biblia se enseña lo siguiente en cuanto a la ley de los testigos: “Por boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto” (2 Corintios 13:1). En armonía con esa ley, tanto el Libro de Mormón como la Biblia testifican de Jesucristo.

Actividad: Estudio personal y con el compañero

Busque en el Libro de Mormón y en la Biblia las referencias correlacionadas de los temas siguientes. Los ejemplos se dan entre paréntesis después de cada tema. Agregue las referencias de pasajes y los temas que encuentre por su cuenta.

Estudio de las Escrituras

¿Qué dice la Biblia acerca del Libro de Mormón?

¿Qué dice el Libro de Mormón acerca de la Biblia?

¿En qué sentidos son ambos libros testamentos de Cristo?

El Libro de Mormón da respuestas a las preguntas del alma

El presidente Ezra Taft Benson dijo que es indispensable que los misioneros sepan que el Libro de Mormón contesta a las grandes preguntas del alma (véase “Tenemos que inundar la tierra con el Libro de Mormón”, Liahona, enero de 1989, pág. 5).

“Las grandes preguntas del alma” pueden ser similares a estas: ¿Existe realmente Dios? ¿Existí yo antes de nacer? ¿Viviré después de la muerte? ¿Qué propósito tiene la vida? ¿Es verdad que Jesús es el Salvador?

Hay otras preguntas que se dirigen a situaciones más temporales: ¿Cómo puedo mejorar mi relación con mi cónyuge? ¿Qué puedo hacer para ayudar a mis hijos adolescentes a evitar las drogas o la inmoralidad? ¿Cómo encontraré trabajo para mantener a mi familia?

El evangelio de Jesucristo ayuda a dar respuestas a ambas clases de preguntas. Al obtener fe en que el Libro de Mormón es verdadero, empezamos a encontrar las respuestas a las preguntas sobre el propósito de la vida y la esperanza de obtener la vida eterna. El Libro de Mormón describe el plan de la felicidad, que da significado a la vida y la pone en la debida perspectiva. En el Libro de Mormón se enseñan claramente las respuestas a preguntas como las que están a continuación:

  • ¿Existe Dios? (Alma 22)

  • ¿Qué espera de mí Jesucristo? (2 Nefi 9)

  • ¿En qué me puede ayudar el creer en Jesucristo? (Alma 36)

  • ¿Hay vida después de la muerte? (Alma 40)

  • ¿Qué propósito tiene la vida? (Alma 34)

  • ¿Por qué permite Dios que haya maldad y sufrimiento? (2 Nefi 2; Alma 14:9–11; 60:13)

  • ¿Es necesario que sea bautizado mi niño pequeñito? (Moroni 8)

  • ¿Me conoce Dios? (Alma 5:38, 58)

  • ¿Contesta Dios las oraciones? (Enós 1)

  • ¿Cómo puedo hallar paz y gozo? (Mosíah 2, 4)

  • ¿Cómo puede ser mi familia más feliz y unida? (Mosíah 2)

  • ¿Qué puedo hacer para equilibrar mi familia y mi carrera? (3 Nefi 13)

  • ¿Cómo puedo fortalecer la relación que tengo con mi cónyuge? (3 Nefi 14)

  • ¿Cómo puedo alejar los males que amenazan a mi familia? (Alma 39)

  • ¿Cómo puedo evitar el pecado? (Helamán 5)

Si leemos el Libro de Mormón con la guía del Espíritu, eso nos ayuda a responder a nuestras preguntas personales. En él se nos enseña que la oración y la revelación son la clave para resolver determinados problemas. Y nos ayuda a tener fe en que Dios contestará nuestras oraciones.

El Libro de Mormón nos hace entender también que los mandamientos de Dios no son una lista limitativa de mandatos y prohibiciones sino señales que nos conducen a una vida feliz y plena. Al comenzar a comprender que los primeros principios y ordenanzas del Evangelio son el camino hacia la vida plena, agradeceremos el hecho de que esos principios ayudan a contestar cualquier pregunta y a satisfacer cualquier necesidad. Por ejemplo, entendemos que el arrepentimiento, el perdón y el convenio de servir a los demás son esenciales para mejorar nuestra relación con el cónyuge. Nos damos cuenta de que la fe en Cristo, el aceptar y guardar convenios y el seguir la inspiración del Espíritu puede ayudar a los adolescentes a evitar las enormes tentaciones que les rodean.

El Evangelio puede resolver casi toda duda o necesidad. Es por eso que usted debe enseñar “los principios de mi evangelio, que se encuentran en la Biblia y en el Libro de Mormón, en el cual se halla la plenitud del evangelio” (Doctrina y Convenios 42:12).

Actividad: Estudio personal y con el compañero

Haga una lista de algunas “grandes preguntas del alma” que las personas le hayan hecho. Busque en el Libro de Mormón versículos que las contesten. Anote las respuestas en su diario de estudio y utilícelas en su enseñanza.

El Libro de Mormón hace que la gente se acerque más a Dios

Con respecto al Libro de Mormón, el profeta José Smith dijo que “un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro” (introducción al Libro de Mormón). Es un resorte que impulsa a la persona hacia el testimonio y la revelación personal. Utilícelo para fomentar en la gente experiencias espirituales, especialmente el testimonio del Espíritu Santo de que el libro es verdadero. Al exhortar constantemente a las personas a vivir los principios que se encuentran en el Libro de Mormón, usted les ayuda a desarrollar la fe en Jesucristo y a acercarse más a Dios.

El presidente Gordon B. Hinckley declaró: “Los que lo han leído, orando respecto a él, fueran ricos o pobres, eruditos o ignorantes, han crecido espiritualmente gracias a su poder… [Sin] reservas les prometo que si leen el Libro de Mormón y oran acerca de él, no obstante las muchas veces que lo hayan leído antes, entrará en su corazón… el Espíritu del Señor, se fortalecerá su decisión de caminar en obediencia a Sus mandamientos y recibirán un testimonio más fuerte de la viviente realidad del Hijo de Dios” (véase “El Libro de Mormón”, Liahona, octubre de 1988, pág. 7).

Utilice el Libro de Mormón para responder a las objeciones

Habrá muchos que no creerán todo lo que les enseñe. El presidente Ezra Taft Benson explicó la forma en que el Libro de Mormón puede ser el recurso principal para responder en esas situaciones:

“Debemos utilizar el Libro de Mormón para responder a las objeciones con respecto a la Iglesia…

“Todas las objeciones, sean sobre el aborto, el matrimonio plural, la adoración en el séptimo día de la semana, etc., dependen básicamente del hecho de que José Smith y sus sucesores hayan sido y sean o no profetas de Dios que reciben revelación divina… 

Mi siervo José © 2004, Liz Lemon Swindle. Imagen reproducida con permiso de Foundation Arts, American Fork, Utah 84003.

“El único problema que la persona que haga la objeción tiene que resolver por sí misma es saber si el Libro de Mormón es verdadero. Porque si lo es, entonces Jesús es el Cristo, José Smith fue Su profeta, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es verdadera y está dirigida en la actualidad por un profeta que recibe revelación.

“Nuestra tarea principal es declarar el Evangelio con eficacia. No tenemos la obligación de responder a toda objeción que se nos presente. Al fin y al cabo, toda persona tiene que enfrentarse con el muro de la fe y ahí tomar su decisión” (A Witness and a Warning, págs. 4–5).

Por ejemplo, habrá personas sinceras que tengan objeciones a lo que usted les haya enseñado sobre la Palabra de Sabiduría; ayúdelas a comprender que su verdadera duda es saber si José Smith hablaba como profeta de Dios cuando ese mandamiento fue renovado en esta dispensación. Puede decirles algo como esto: “A fin de tener fe para aceptar esta enseñanza, se necesita la seguridad de que este mandamiento se recibió por medio de la revelación de Dios al profeta José Smith. La manera de saber si José Smith es un profeta de Dios es leer el Libro de Mormón y orar al respecto”.

Las personas deben resolver ellas mismas sus dudas y objeciones. Usted les puede ayudar si hace que se concentren en lo que les fortalezca la fe en Jesucristo: leer el Libro de Mormón y orar sobre su contenido. Una vez que fortalezcan su testimonio de la Restauración, tendrán la fortaleza para sobreponerse a sus objeciones y dudas.

Al responder a las dudas, recuerde que nuestra comprensión proviene de los profetas de nuestros días —José Smith y sus sucesores—, que reciben revelación directamente de Dios. Por lo tanto, la primera pregunta que una persona debe contestarse es si José Smith fue un profeta, y podrá responder a esa pregunta si lee el Libro de Mormón y ora con respecto a él.

José Smith y el Libro de Mormón

Una manera de saber que José Smith es un profeta de Dios es leer el Libro de Mormón y orar al respecto.

Actividad: Estudio personal

En su diario de estudio, escriba cómo se referiría a José Smith y al Libro de Mormón para responder a las objeciones o dudas siguientes:

  • “No creo que Dios todavía hable con la gente”.

  • “Pienso que puedo adorar a Dios a mi manera en lugar de hacerlo a través de una religión”.

  • “¿Por qué tengo que dejar de tomar vino en las comidas si me uno a la Iglesia?”.

  • “¿Para qué necesito una religión?”.

¿Cómo debe utilizar el Libro de Mormón?

Hay muchas personas que no leen el Libro de Mormón o que no entienden lo que leen. A los que no lo lean o no lo entiendan se les dificultará recibir un testimonio de que es verdadero.

Lea el Libro de Mormón con las personas a las que enseña

Al leer juntos, ore para que el Espíritu Santo les testifique que el Libro de Mormón es verdadero.

Puede ayudar a las personas si lee con ellas el Libro de Mormón. Al seleccionar los pasajes del libro que se relacionen con los problemas y con las dudas que tengan, ore pidiendo ayuda. Pueden leer juntos como parte de la enseñanza regular o en una visita que les hagan, y también puede pedir a los miembros que lean con ellas.

Algunos pasajes particularmente importantes son la portada, la introducción (especialmente los dos últimos párrafos) y Moroni 10:3–5. Esos son pasajes que ayudan a las personas a comprender cómo se obtiene el testimonio del Libro de Mormón. Anímelos a leer el libro desde el principio, incluso los testimonios de los tres y de los ocho testigos, así como el testimonio del profeta José Smith.

Lean y analicen pasajes cortos, tales como 1 Nefi 3:7 o Mosíah 2:17; y pasajes más largos o capítulos completos, como 2 Nefi 31, Alma 7 o 3 Nefi 18.

Cuando lea con las personas, deténgase de vez en cuando para analizar lo que hayan leído. Indíqueles mensajes clave o doctrina importante que puedan localizar mientras usted lea con ellos. Mencióneles percepciones apropiadas, sentimientos, testimonio y experiencias personales que usted haya tenido. Ayude a los demás a sentir la fuerza espiritual del Libro de Mormón; de ese modo, podrá enseñarles la doctrina verdadera directamente del libro. Continúe haciendo esto en las visitas siguientes a fin de que las personas a las que enseñe desarrollen la habilidad de leer y orar por su cuenta.

Enseñe principios y doctrina empleando palabras y frases de los profetas del Libro de Mormón; cuando lo haga, explique los antecedentes y el contexto del pasaje. Explique también las palabras y frases que resulten desconocidas para los investigadores.

“Compare” lo que haya leído a usted mismo y a los que enseña; para ello, encuentre formas de aplicarlo que sean relevantes para usted personalmente (véase 1 Nefi 19:23). La aplicación es como un puente mental entre la comprensión de la doctrina y la obediencia a ella. Para leer sinceramente y con verdadera intención, usted y aquellos a quienes enseñe deben estar dispuestos a poner en acción la doctrina, a incorporarla en su vida diaria y, cuando sea necesario, a arrepentirse. Al vivir de acuerdo con la doctrina, obtendrá la seguridad de que es verdadera. Por ejemplo, podría decirle lo siguiente a una persona:

  • “Como usted, Nefi se enfrentó a una gran dificultad. Pero, al poner en práctica la fe para ir y hacer lo que el Señor le había mandado, logró tener éxito. (Lean 1 Nefi 3:7). Yo sé que Dios preparará el camino para que usted obedezca la Palabra de Sabiduría”.

  • “Juan, es bueno que usted quiera librarse de su sentimiento de culpa. Tal como el Salvador prometió a los nefitas, si se arrepiente, se bautiza y recibe el Espíritu Santo, quedará ‘sin culpa ante [el] Padre’”. (Lean 3 Nefi 27:16).

Confíe en la promesa de Moroni 10:3–5. Toda persona que lea este libro y ore sinceramente puede saber con certeza su veracidad por el poder del Espíritu Santo. Haga todo lo posible por ayudar a las personas a:

  • Leer el Libro de Mormón y meditar sobre su mensaje concerniente a Jesucristo.

  • Orar a Dios con fe en Jesucristo para recibir el testimonio de que el Libro de Mormón es verdadero y que José Smith es el Profeta de la Restauración.

  • Orar sinceramente y con verdadera intención, lo que quiere decir que tienen la intención de actuar de acuerdo con la respuesta que reciban de Dios.

Usted también debe poner a prueba esa promesa regularmente para fortalecer y renovar su propio testimonio del Libro de Mormón. La renovación del testimonio contribuirá a que mantenga una firme confianza en que cualquiera que ponga a prueba la promesa recibirá la respuesta.

Utilice el Libro de Mormón en todo aspecto de sus labores

El Libro de Mormón es un recurso potente para la conversión. Utilícelo como fuente principal para enseñar la verdad restaurada.

Recuerde esto

  • El Libro de Mormón es la piedra clave de nuestro testimonio de Cristo, de nuestra doctrina y de nuestro testimonio.

  • El Libro de Mormón enseña claramente la doctrina que se encuentra en las lecciones misionales.

  • Utilice el Libro de Mormón para contestar las preguntas del alma y para responder a las objeciones con respecto a la Iglesia.

  • Lea el Libro de Mormón regularmente con las personas a las que enseña. Haga todo lo que pueda para ayudarlas a leerlo diariamente por su cuenta y a aplicar a su propia vida lo que aprendan.

  • Confíe en la promesa del Señor de que toda persona que lea sinceramente el Libro de Mormón y ore al respecto se convencerá de su veracidad por el poder del Espíritu Santo.

Ideas para el estudio y la práctica

Estudio personal

  • Lea 2 Nefi 2, 9, 30, 31, 32, y marque todas las referencias sobre Jesucristo. Haga una lista de los diversos nombres y títulos de Cristo en esos capítulos. Subraye las palabras de Cristo; ilumine Sus atributos y Sus acciones. Si lo desea, puede continuar esta práctica en su lectura de todo el Libro de Mormón.

  • Escriba en su diario de estudio lo que sintió al recibir el testimonio espiritual de que el Libro de Mormón es verdadero.

  • En Doctrina y Convenios 20:17, al presentar doctrina que se enseña y se aclara en el Libro de Mormón, se emplea la frase “por estas cosas sabemos”. Lea Doctrina y Convenios 20:15–35 y haga una lista de las enseñanzas que se mencionan. Elija una y búsquela en la Guía para el Estudio de las Escrituras a fin de comparar lo que dice con lo que la Biblia enseña al respecto.

  • Compare el Sermón del Monte que está en Mateo 5–7 con el sermón de Cristo en el templo, que se encuentra en 3 Nefi 12–14. Haga una lista de las verdades claras y preciosas que se restauraron por medio del Libro de Mormón.

  • Haga una lista de las preguntas que las personas le hayan hecho. Busque pasajes del Libro de Mormón que contesten esas preguntas y utilícelas en el momento apropiado de su enseñanza diaria.

  • Busque un pasaje del Libro de Mormón que haya hecho un cambio en usted. Anote en su diario de estudio lo que sienta respecto de ese pasaje.

  • Busque en el Libro de Mormón todos los pasajes en los que se encuentren las palabras de una oración que alguien haya ofrecido. Anote en su diario de estudio los elementos comunes que tengan esas oraciones.

  • Lea 2 Nefi 33:10–15 y Moroni 10:27–29, 34. En el tribunal del juicio, ¿qué les dirá a Nefi y a Moroni sobre el uso que usted haya hecho del Libro de Mormón? Anote su respuesta y fíjese metas para mejorar

  • Lea los encabezamientos de los capítulos 11 a 16 de Mosíah y escriba un resumen de lo que enseñó Abinadí. Luego, lea los capítulos y amplíe su resumen.

  • Después de leer los encabezamientos de los capítulos 2 a 5 de Mosíah, escriba un resumen de las enseñanzas del rey Benjamín. Luego, lea los capítulos y amplíe su resumen.

  • Al leer diariamente el Libro de Mormón, anote en su diario de estudio los pasajes que más le impresionen. Escriba también de qué modo los aplicará en su vida diaria.

Estudio con el compañero

  • Lean juntos pasajes del Libro de Mormón; comenten lo que hayan aprendido y sentido. Además, expresen su testimonio el uno al otro.

  • ¿A qué profeta o misionero del Libro de Mormón le gustaría parecerse, y por qué? Hablen entre sí de la respuesta a esa pregunta.

  • Lean juntos Alma 26 y 29, y hablen de lo que sientan con respecto a su misión. Anótenlo en sus respectivos diarios de estudio.

  • Lean Alma 37:9 y analicen lo importantes que eran las Escrituras para Ammón y sus compañeros de misión. Busquen las referencias que describan cómo emplearon ellos las Escrituras.

  • Lea con su compañero Alma 11–14 tomando uno el papel de Alma o Amulek y el otro el de los adversarios. Fíjense en la forma en que aquellos misioneros respondieron a las preguntas difíciles.

  • Lean el siguiente relato de la vida real y analicen lo que aprendan con respecto a la importancia y la fuerza del Libro de Mormón (los nombres se han cambiado).

    “Cuando invitamos a los Salazar a ser bautizados y confirmados, la hermana Salazar estaba lista pero el esposo dijo: ‘No cuenten conmigo, élderes. No sé si llegará el día en que lo haga’. A pesar de que él aceptaba lo que le enseñábamos y siempre era amable y amistoso, le preocupaba mucho la reacción que su familia pudiera tener si se convertía a otra religión.

    “Después de varias semanas de observar la lucha que tenía consigo el hermano Salazar, mi compañero y yo tuvimos la impresión de leer otra vez 3 Nefi 11 con él y la esposa. Nunca olvidaré lo que pasó aquella noche. Al abrir el Libro de Mormón, mi compañero les explicó: ‘Este capítulo, como recordarán, relata la visita del Salvador a la gente del Libro de Mormón; también describe el amor que Él tenía por ese pueblo y habla sobre lo que les enseñó’. Nos turnamos para leer uno o dos versículos cada uno. Después del versículo 5, mi compañero interrumpió y dijo: ‘Siempre me ha impresionado la descripción que se hace aquí de la voz que oyeron. No era áspera ni fuerte, pero a pesar de ser una voz suave, tuvo un efecto penetrante en ellos. No solo la oyeron con los oídos, sino que les penetró el corazón’. Observé que los Salazar escuchaban a mi compañero con mucha atención.

    “Después de un análisis breve de la oración y de la importancia de prestar atención al Espíritu, le tocó el turno de leer al hermano Salazar: ‘Y he aquí, la tercera vez entendieron la voz que oyeron, y les dijo: He aquí a mi Hijo Amado, en quien me complazco, en quien he glorificado mi nombre: a él oíd’. El hermano Salazar hizo una pausa, con la mirada fija en el Libro de Mormón. Después, alzó la vista, me miró y dijo: ‘El Padre Celestial estaba verdaderamente orgulloso de Su Hijo, ¿verdad?’. ‘Sí’, le contesté. Volvió a fijar la vista en el libro, contemplando las páginas abiertas, hundido en sus pensamientos. Por fin dijo: ‘Quisiera que el Padre Celestial estuviera orgulloso de mí también. Me pregunto con qué palabras me presentaría Él. Pienso que… bueno, si quiero que esté orgulloso de mí, será mejor que haga lo que Él quiere’. ‘Sí, creo que eso es importante’, le respondí. ‘Bueno’, continuó, ‘creo que he estado preocupándome mucho por lo que piensan los demás y no lo suficiente por lo que Dios piensa’. Después de una pausa breve, el hermano Salazar movió la cabeza asintiendo y, con una mirada de determinación, dijo: ‘Creo que será mejor que me bautice’. Su reacción fue tan inesperada que mi compañero y yo lo contemplamos con una mirada vacía. Finalmente, mi compañero le dijo: ‘Sí, eso sería lo correcto. De hecho, más adelante en ese capítulo el Salvador enseña…’. Mientras mi compañero hablaba, yo sentí un ardor en el corazón y una enorme gratitud por el poder del Libro de Mormón”.

¿Cómo utilizaron aquellos misioneros el Libro de Mormón? ¿Cómo lo usarán usted y su compañero de manera más eficaz en sus labores misionales?

Consejo de distrito, conferencia de zona y consejo de líderes de la misión

  • Practiquen el uso del Libro de Mormón en cada una de las formas que se mencionan en los encabezamientos principales de este capítulo.

  • Anoten las objeciones o preguntas de las personas a las que enseña. Explíquense mutuamente cómo contestarían cada una de ellas utilizando el Libro de Mormón.

  • Lean juntos pasajes del Libro de Mormón; Den a conocer a los demás su conocimiento, sus sentimientos y su testimonio.

  • Practiquen la forma de emplear el Libro de Mormón para confirmar el mensaje de la Restauración.

  • Elijan a uno de los grandes misioneros del Libro de Mormón. Analicen las características del misionero y pida a los misioneros que hagan una lista de ellas. Exhórtelos para que cada uno se establezca la meta de aplicar a sí mismo una de esas características. Repitan esta actividad regularmente utilizando ejemplos de los misioneros del Libro de Mormón.

  • Invite a los misioneros a relatar experiencias en las cuales el Libro de Mormón haya contribuido al proceso de conversión de las personas a las que hayan enseñado.

  • Pida a los misioneros que mencionen la mejor respuesta que hayan encontrado en el Libro de Mormón para una de las preguntas del alma.

Presidente de misión, su compañera y los consejeros de él

  • Enseñe a los misioneros a utilizar el Libro de Mormón para confirmar la veracidad del mensaje de la Restauración.

  • Lea con los misioneros 1 Nefi 1 y compárelo con la experiencia de José Smith.

  • Entregue a los misioneros un ejemplar nuevo del Libro de Mormón, de tapas blandas, y pídales que marquen lo siguiente con colores diferentes:

    • Toda referencia a Jesucristo (cualquiera de Sus nombres o de los pronombres que se refieran a Él).

    • Sus palabras (dichas por Él mismo o por los profetas cuando dicen: “Así dice el Señor”).

    • Sus atributos.

    • La doctrina y los principios que contiene el Libro de Mormón.

    Pida a los misioneros que cuenten las partes marcadas en cada página y escriban el número total al pie de la página. En el período de dos o tres meses que dure esta actividad, durante las entrevistas o en el consejo de distrito, pida a los misioneros que se expliquen unos a otros lo que hayan aprendido. Si lo desea, puede tener una actividad similar con toda la misión, marcando en el libro referencias a la fe en Jesucristo, al arrepentimiento, al bautismo, al don del Espíritu Santo o a cualquiera de los principios fundamentales del Evangelio.

  • Durante las entrevistas o en conversaciones que tenga con los misioneros, pídales que le muestren pasajes del Libro de Mormón que hayan cambiado su vida.

  • Ayude a los misioneros a ver cómo enseña el Libro de Mormón la misma doctrina de las lecciones misionales. Por ejemplo, si el tema fuera la expiación de Jesucristo, haga que ellos escriban en una columna cada uno de los elementos principales de la expiación de Cristo que se enseñan en el Libro de Mormón, incluso las referencias de las Escrituras correspondientes. Después, en otra columna, que escriban lado a lado los mismos elementos que encuentren en la Biblia. Dígales que dejen en blanco la línea cuando un elemento no aparezca en la Biblia. Será muy evidente para ellos por qué el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra doctrina. Esta misma actividad se puede llevar a cabo con otra doctrina que enseñan los misioneros.

  • Averigüe cuáles son algunas de las preguntas del alma que hace la gente en su misión. Exhorte a los misioneros a buscar las respuestas correspondientes en el Libro de Mormón.