Introducción

Jesucristo enseñó a Sus discípulos a servir a los necesitados, y esto incluye a los que están o han estado en la cárcel. Él dijo: “En cuanto lo hicisteis a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40).

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una de las muchas organizaciones religiosas y comunitarias que colaboran para ayudar a las personas afectadas por los delitos y el encarcelamiento. Se nos invita a todos a seguir el ejemplo de Jesucristo al cuidar de los que están o hayan estado en la cárcel y de sus familiares (véase Mateo 25:35–40; Mosíah 18:8–9).

El Salvador actuó con compasión hacia aquellos que habían estado en la cárcel (véase Lucas 23:43). Del mismo modo, los discípulos de Cristo pueden ayudar a las personas que están agobiadas a arrepentirse; pueden ayudarlas a establecer pautas saludables para vivir con éxito y regresar a la seguridad y el amor que brinda la Iglesia de Cristo (véase Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, capítulo 32).

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