Guía para los líderes sobre cómo compartir los recursos de la Iglesia

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días proporciona herramientas y recursos destinados a ayudar a todos los hijos de Dios en su trayecto por la vida terrenal. Algunas de esas herramientas y recursos incluyen grupos de autosuficiencia, grupos para recuperarse de las adicciones, grupos de resiliencia emocional, cursos de EnglishConnect, recursos de historia familiar en FamilySearch.org, oportunidades educativas como BYU–Pathway Worldwide y muchos otros (véase Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 22.13, LaIglesiadeJesucristo.org). Bajo la dirección de las llaves adecuadas del sacerdocio y con la guía de los consejos apropiados, los hijos de Dios pueden recibir bendiciones mediante estos recursos al tender los miembros una mano a sus comunidades y ministrarles a la manera del Señor. Si a su barrio o estaca le gustaría utilizar estas herramientas y recursos en su comunidad local, se recomiendan los siguientes pasos para ayudarle a comenzar.

Tres jóvenes conversan y estudian unos manuales

“Y todo esto para el beneficio de la iglesia del Dios viviente, a fin de que todo hombre mejore su talento, y cada uno gane otros talentos, sí, hasta cien tantos, para guardarlos en el almacén del Señor, para que lleguen a ser bienes comunes de toda la iglesia,

buscando cada cual el bienestar de su prójimo, y haciendo todas las cosas con la mira puesta únicamente en la gloria de Dios”.

—Doctrina y Convenios 82:18-19

Cómo empezar

1. Determinen las necesidades y oportunidades de su comunidad para las que podrían ser útiles los recursos de la Iglesia.

2. Determinen qué recursos de la Iglesia atenderán mejor esas necesidades; comenzar de forma pequeña y agregar según las necesidades y capacidades.

3. Deliberen en consejo con el Setenta de Área local, el presidente de estaca, o con ambos, sobre qué recursos abordarán mejor esas necesidades y cómo avanzar.

4. Involucren a su gerente local de Bienestar y Autosuficiencia para recibir ayuda y apoyo.

5. Determinen cómo deben llevarse a cabo las clases o las reuniones: en persona, virtualmente o de ambos modos.

6. Asignen los facilitadores y coordinadores y ayúdenlos a tener éxito mediante la capacitación y los recursos proporcionados por medio del gerente de Bienestar y Autosuficiencia.

7. Trabajen con personas de la comunidad para dar a conocer las clases, organizar oportunidades de servicio, utilizar los recursos de la Iglesia y alentar a otras personas a compartir esos recursos con amigos y vecinos.

Más información: “Orientación adicional”