Capítulo 9
El Libro de Mormón: La clave de nuestra religión
“¿No hay algo profundo en nuestro corazón que añora acercarse más a Dios?… Si es así, el Libro de Mormón nos ayudará a lograrlo más que ningún otro libro”.
De la vida de Ezra Taft Benson
El 5 de enero de 1986, el presidente Ezra Taft Benson presidió una conferencia de estaca en Annandale, Virginia, la cual fue su primera conferencia de estaca en calidad de presidente de la Iglesia. Los Santos de los Últimos Días allí presentes estaban “visiblemente conmovidos” al escucharlo hablar. En su sermón, “dio testimonio del poder del Libro de Mormón para cambiar vidas y conducir a las personas a Cristo”. Promulgó el “animoso desafío [de] estudiar ese libro de Escrituras”1.
El mensaje no era nuevo en el ministerio del presidente Benson. Como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, a menudo había instado a los Santos de los Últimos Días a estudiar el Libro de Mormón y a seguir sus enseñanzas2. Pero en calidad de presidente de la Iglesia, fue inspirado a enfatizar incluso más el mensaje. Él dijo: “El Señor inspiró a Su siervo Lorenzo Snow para que hiciese renovado hincapié en el principio del diezmo a fin de redimir a la Iglesia de la esclavitud económica… Ahora, en nuestra época, el Señor ha revelado la necesidad de hacer renovado hincapié en el Libro de Mormón”3. El presidente Benson testificaba del Libro de Mormón a dondequiera que iba: en reuniones misionales, en conferencias regionales y de estaca, en conferencias generales y en reuniones con las Autoridades Generales4.
En su primer discurso en una conferencia general como presidente de la Iglesia, el presidente Benson compartió una de las razones que motivaba la urgencia de ese mensaje. “A menos que leamos el Libro de Mormón y prestemos oídos a sus enseñanzas”, advirtió, “el Señor ha declarado en la sección 84 de Doctrina y Convenios que toda la Iglesia está bajo condenación: ‘Y esta condenación pesa sobre los hijos de Sión, sí, todos ellos’ [D. y C. 84:56]. El Señor continúa: ‘…y permanecerán bajo esta condenación hasta que se arrepientan y recuerden el nuevo convenio, a saber, el Libro de Mormón y los mandamientos anteriores que les he dado, no sólo de hablar, sino de obrar de acuerdo con lo que he escrito’ [D. y C. 84:57]”5.
Las siguientes citas, todas las cuales provienen de sermones que el presidente Benson pronunció como presidente de la Iglesia, nos dan una muestra de sus advertencias y promesas en relación con el Libro de Mormón:
“Ahora no sólo debemos hablar más sobre el Libro de Mormón sino que tenemos que hacer más con él. ¿Por qué? El Señor responde: ‘…a fin de que den frutos dignos para el reino de su Padre; de lo contrario, queda por derramarse un azote y juicio sobre los hijos de Sión’ [D. y C. 84:58]. ¡Ya hemos sentido ese azote y juicio!
“…El Libro de Mormón no ha sido, ni es hoy en día, la base de nuestro estudio personal, de lo que enseñamos a nuestra familia, de nuestra predicación, ni de la obra misional. De esto tenemos que arrepentirnos”6.
“…no hemos estado utilizando el Libro de Mormón como hemos debido hacerlo. Nuestros hogares no cuentan con la fortaleza suficiente si no lo utilizamos para acercar a nuestros hijos a Cristo. Nuestras familias pueden verse debilitadas por las opiniones y las enseñanzas mundanas si no sabemos utilizar el libro para poner en evidencia las falsedades y combatirlas… A nuestros misioneros les falta eficacia si no [enseñan] con el Libro de Mormón. Los conversos que lleguen a la Iglesia por motivos sociales, éticos, culturales o educacionales no sobrevivirán a los calores del día si no han echado raíces en la plenitud del Evangelio que contiene el Libro de Mormón. Nuestras clases de la Iglesia nunca se llenan tanto del Espíritu si no levantamos el libro como un estandarte”7.
“Los bendigo con una mayor comprensión del Libro de Mormón. Les prometo que desde este momento, si diariamente leemos de sus páginas y vivimos sus preceptos, Dios derramará sobre cada hijo de Sión y sobre la Iglesia bendiciones como las que jamás hemos visto; y suplicaremos al Señor que empiece a levantar la condenación, el azote y el juicio. De esto testifico solemnemente”8.
“No sé cabalmente por qué Dios me ha preservado la vida hasta esta edad, pero esto sí sé: que al presente Él me ha revelado la absoluta necesidad de impulsar el Libro de Mormón ahora y de un modo maravilloso. Todos ustedes deben ayudar en esta tarea y en esta bendición que Dios ha depositado sobre toda la Iglesia, sí, sobre todos los hijos de Sión.
“Moisés nunca entró en la tierra prometida. José Smith nunca vio la redención de Sión. Algunos tal vez no vivamos para ver el día en que el Libro de Mormón inunde la tierra y el Señor quite Su condenación. (Véase D. y C. 84:54–58.) Pero, Dios mediante, pienso dedicar el resto de mis días a esta magnífica tarea”9.
Enseñanzas de Ezra Taft Benson
1
El Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión.
¿Cuán importante es el Libro de Mormón? José Smith lo llamó “la [piedra] clave de nuestra religión” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 67). “Si quitamos el Libro de Mormón y las revelaciones”, dijo él, “¿dónde queda nuestra religión? No tenemos ninguna” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, pág. 206)10.
Una piedra clave es la piedra central o angular de un arco; sostiene a todas las demás piedras en su lugar, y si se quita, el arco se derrumba
…Al igual que el arco se derrumba si se le quita la piedra clave, así también toda la Iglesia permanece o cae en base a la veracidad del Libro de Mormón. Los enemigos de la Iglesia entienden esto claramente, y ésa es la razón por la que luchan tan arduamente para tratar de desacreditar el Libro de Mormón, porque si pueden hacerlo, también descalificarían al profeta José Smith, por eso nuestra afirmación de que poseemos las llaves del sacerdocio, la revelación y la Iglesia restaurada. Asimismo, si el Libro de Mormón es verdadero —y millones ya han testificado que han recibido la confirmación del Espíritu de que en realidad es verdadero— entonces uno debe aceptar las afirmaciones de la Restauración y todo lo que la acompaña11.
Quizás no haya nada que testifique más claramente de la importancia de este libro de Escrituras que lo que el Señor mismo ha dicho sobre él.
Por Su propia boca ha dado testimonio de que (1) es verdadero (D. y C. 17:6), (2) contiene la verdad y Sus palabras (D. y C. 19:26), (3) se tradujo por el poder de lo alto (D. y C. 20:8), (4) contiene la plenitud del evangelio de Jesucristo (D. y C. 20:9; 42:12), (5) fue dado por inspiración y confirmado por el ministerio de ángeles (D. y C. 20:10), (6) da evidencia de que las santas Escrituras son verdaderas (D. y C. 20:11), y (7) aquellos que lo reciban con fe recibirán la vida eterna (D. y C. 20:14)12.
2
El Libro de Mormón testifica de Jesucristo y nos acerca más a Dios.
La misión principal del Libro de Mormón, según queda asentado en su portada, es “para convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones”.
Aquel que sinceramente esté buscando la verdad puede obtener el testimonio de que Jesús es el Cristo, si medita con espíritu de oración en las palabras inspiradas del Libro de Mormón13.
¿Recordamos el nuevo convenio, a saber, el Libro de Mormón? En la Biblia tenemos el Antiguo y el Nuevo Testamento. La palabra testamento es el equivalente de una palabra griega que se puede traducir como convenio. ¿Es esto lo que quiso decir el Señor cuando llamó al Libro de Mormón el “nuevo convenio”? Realmente es otro testamento o testigo de Jesús; ésa es una de las razones por las que recientemente hemos agregado las palabras “Otro Testamento de Jesucristo” al título del Libro de Mormón…
El Libro de Mormón es la piedra clave de nuestro testimonio de Jesucristo, quien a la vez es la piedra angular de todo lo que hacemos. Con poder y claridad testifica de Su realidad. A diferencia de la Biblia, que pasó por generaciones de copistas, traductores y religiosos corruptos que manipularon indebidamente el texto, el Libro de Mormón vino de escritor a lector en un solo paso inspirado de traducción; por lo tanto, su testimonio del Maestro es claro, puro y lleno de poder. Pero hace más aún. Gran parte del mundo cristiano actual rechaza la divinidad del Salvador, pone en tela de juicio Su nacimiento milagroso, Su vida perfecta y la realidad de Su gloriosa resurrección. El Libro de Mormón enseña en términos claros e inequívocos la autenticidad de tales hechos. También proporciona la explicación más completa de la doctrina de la Expiación. En verdad, este libro divinamente inspirado es una piedra clave al dar testimonio al mundo de que Jesús es el Cristo14.
El profeta José Smith… dijo: “Declaré a los hermanos que el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la [piedra] clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro” (Introducción del Libro de Mormón). …¿No hay algo profundo en nuestro corazón que añora acercarse más a Dios, ser más como Él en nuestra vida diaria, sentir Su presencia constantemente? Si es así, el Libro de Mormón nos ayudará a lograrlo más que ningún otro libro…
Nuestro amado hermano, el presidente Marion G. Romney… quien sabe por sí mismo del poder que contiene este libro, testificó sobre las bendiciones que pueden llegar a la vida de aquellos que lean y estudien el Libro de Mormón. Él dijo:
“Tengo la certeza de que si en el hogar los padres leen el Libro de Mormón en forma regular y con oración, tanto solos como con sus hijos, el espíritu de ese gran libro reinará en nuestro hogar así como en los que moren allí. El espíritu de reverencia aumentará; el respeto y la consideración mutuos crecerán. El espíritu de contención se alejará. Los padres aconsejarán a sus hijos con más amor y sabiduría. Los hijos serán más receptivos y sumisos al consejo de sus padres. Aumentará la rectitud. La fe, la esperanza y la caridad —el amor puro de Cristo— abundarán en nuestro hogar y en nuestra vida, trayendo consigo paz, gozo y felicidad” (véase Liahona, julio de 1980, pág. 109).
Esas promesas —el aumento del amor y la armonía en el hogar, un mayor respeto entre padres e hijos, mayor espiritualidad y rectitud— no son promesas vanas, sino es exactamente lo que el profeta José Smith quiso decir cuando declaró que el Libro de Mormón nos ayudará a acercarnos más a Dios15.
3
El Libro de Mormón enseña doctrina verdadera, contradice las doctrinas falsas y pone al descubierto a los enemigos de Cristo.
El Señor mismo ha declarado que el Libro de Mormón contiene “la plenitud del evangelio de Jesucristo” (D. y C. 20:9). Eso no quiere decir que contenga todas las enseñanzas, ni toda la doctrina que se haya revelado. Más bien, quiere decir que en el Libro de Mormón encontraremos la plenitud de las doctrinas necesarias para nuestra salvación; y se enseñan de manera clara y sencilla a fin de que aun los niños puedan aprender los senderos de la salvación y la exaltación. El Libro de Mormón ofrece muchas cosas que ensanchan nuestro conocimiento de las doctrinas de salvación; sin él, mucho de lo que se enseña en otras Escrituras no sería tan claro y precioso16.
En lo que respecta a la predicación del Evangelio, el Libro de Mormón contiene la explicación más clara, más concisa y más completa. No hay ningún otro registro con el que se le pueda comparar. ¿En qué registro se obtiene una comprensión tan completa de la naturaleza de la Caída, la naturaleza de las muertes física y espiritual, la doctrina de la Expiación, la doctrina de la justicia y la misericordia en relación a la Expiación, y los principios y ordenanzas del Evangelio? El Libro de Mormón contiene la explicación más completa de esas doctrinas fundamentales17.
El Libro de Mormón… verifica y aclara lo que dice la Biblia. Quita tropezaderos y restablece muchas cosas claras y preciosas. Testificamos que cuando se usan juntos, la Biblia y el Libro de Mormón contradicen las doctrinas falsas, ponen fin a las contenciones y establecen la paz. (Véase 2 Nefi 3:12)18.
Deberíamos… conocer el Libro de Mormón mejor que cualquier otro libro. No solamente deberíamos conocer la historia y los relatos inspiradores que contiene, sino también comprender sus enseñanzas. Si realmente cumplimos nuestro deber y abordamos el Libro de Mormón doctrinalmente, podemos poner al descubierto los errores y encontrar las verdades que nos servirán para combatir muchas de las actuales teorías y filosofías falsas de los hombres.
He observado en la Iglesia la diferencia de discernimiento, entendimiento, convicción y espíritu que hay entre los que conocen y aman el Libro de Mormón y los que no. Ese libro es un gran cernedor19.
El Libro de Mormón pone al descubierto a los enemigos de Cristo; contradice las doctrinas falsas y pone fin a las contenciones (Véase 2 Nefi 3:12). Fortalece a los humildes seguidores de Cristo contra los designios malignos, las artimañas y las doctrinas del diablo en nuestra época. La clase de apóstatas que se describe en el Libro de Mormón es muy parecida al tipo de apóstatas que se manifiestan actualmente. Dios, con Su presciencia infinita, inspiró la formación del Libro de Mormón de manera que nosotros pudiéramos ver el error y supiéramos combatir los falsos conceptos educativos, políticos, religiosos y filosóficos de nuestra época20.
4
Doctrina y Convenios es el eslabón entre el Libro de Mormón y la obra continua de la Restauración.
Quisiera hablarles en particular del Libro de Mormón y de Doctrina y Convenios. Estos dos grandiosos libros de Escrituras de los últimos días están unidos como revelaciones del Dios de Israel con el propósito de congregar y preparar a Su pueblo para la segunda venida del Señor…
El Señor le dijo al profeta José Smith: “… esta generación recibirá mi palabra por medio de ti” (D. y C. 5:10). El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios son parte del cumplimiento de esa promesa; juntas, estas dos grandes obras de Escritura traen enormes bendiciones a esta generación…
Cada una de estas grandiosas Escrituras de los últimos días da testimonio elocuente y poderoso del Señor Jesucristo. Casi todas las páginas de Doctrina y Convenios y del Libro de Mormón nos enseñan en cuanto al Maestro —Su sacrificio expiatorio y el gran amor que tiene por Sus hijos— y nos enseñan cómo debemos vivir para poder volver con Él y con nuestro Padre Celestial.
Cada uno de estos grandes libros de Escrituras de los últimos días contiene el conocimiento y el poder para ayudarnos a vivir una vida mejor en una época en la que abundan la iniquidad y el mal. Aquellos que se dediquen a estudiar con esmero y con espíritu de oración las páginas de estos libros encontrarán consuelo, consejos, guía y la apacible capacidad para mejorar sus vidas21.
Doctrina y Convenios es el eslabón entre el Libro de Mormón y la obra continua de la Restauración a través del profeta José Smith y sus sucesores.
En Doctrina y Convenios aprendemos acerca de la obra en el templo, las familias eternas, los grados de gloria, la organización de la Iglesia y muchas otras grandes verdades de la Restauración…
El Libro de Mormón es la “piedra angular” de nuestra religión, y Doctrina y Convenios es la “piedra de coronamiento”, con revelación moderna constante. El Señor ha puesto Su sello de aprobación tanto en la piedra angular como en la de coronamiento22.
Doctrina y Convenios es un magnífico libro de Escrituras que se dio directamente a nuestra generación. Contiene la voluntad del Señor en cuanto a nosotros en estos últimos días que preceden a la segunda venida de Cristo. Contiene muchas verdades y doctrinas que no se encuentran revelados en su totalidad en otras Escrituras. Al igual que el Libro de Mormón, fortalecerá a los que estudien el contenido de sus páginas con dedicación y espíritu de oración.
Nosotros, los santos del Altísimo, ¿valoramos la palabra que Él ha preservado para nosotros a un precio tan alto? ¿Utilizamos estos libros de revelaciones de los últimos días para mejorar nuestra vida y resistir los poderes del maligno? Ése es el propósito con el cual se nos dieron. ¿Cómo no vamos a estar condenados ante el Señor si los tratamos a la ligera, permitiendo que no hagan nada sino acumular polvo en nuestros estantes?
Mis queridos hermanos y hermanas, les doy mi solemne testimonio de que estos libros contienen la disposición y la voluntad del Señor para nosotros en estos días de pruebas y tribulación. Junto con la Biblia, nos testifican del Señor y de Su obra. Estos libros contienen la voz del Señor dirigida a nosotros en esta época. Es mi deseo que recurramos a ellos con íntegro propósito de corazón y que los utilicemos de la manera que el Señor quiere que lo hagamos23.
Sugerencias para el estudio y la enseñanza
Preguntas
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Al leer las enseñanzas del presidente Benson de que el Libro de Mormón es la piedra clave de nuestra religión (véase la sección 1), reflexione sobre el lugar que éste ocupa en su vida. ¿Qué podemos hacer para que el Libro de Mormón ocupe un lugar primordial en nuestros esfuerzos por vivir el Evangelio?
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El presidente Benson dijo que el Libro de Mormón testifica de Jesucristo y que nos acerca más a Dios (véase la sección 2). ¿Cuáles son algunas de las cosas que ha aprendido en cuanto al Salvador a medida que ha estudiado el Libro de Mormón? ¿De qué manera el Libro de Mormón los ha acercado a usted y a su familia más a Dios?
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¿Por qué debemos “conocer el Libro de Mormón mejor que cualquier otro libro”? ¿De qué forma le han fortalecido las doctrinas del Libro de Mormón contra las “las doctrinas del diablo en nuestra época”? (véase la sección 3).
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¿De qué maneras se combinan el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios para fortalecernos? (Véase la sección 4).
Pasajes de las Escrituras relacionados con el tema
Isaías 29:9–18; 1 Nefi 13:35–41; 2 Nefi 25:23, 26; 29:6–9; D. y C. 1:17–29.
Ayuda didáctica
“La mayoría de los manuales de lecciones proporcionan preguntas para comenzar y desarrollar los análisis en grupo. Usted podría utilizar dichas preguntas o preparar otras. Haga preguntas que requieran que los alumnos reflexionen antes de contestar y que ayuden a las personas a meditar verdaderamente sobre el Evangelio” (La enseñanza: El llamamiento más importante, 2000, pág. 68).