Introducción
La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles han establecido la serie Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia para que usted tenga una comprensión más profunda del Evangelio restaurado y para que se acerque más al Señor por medio de las enseñanzas de los profetas de los últimos días. A medida que la Iglesia vaya agregando más tomos a esta serie, usted podrá tener en su hogar una colección de libros de referencia del Evangelio. Los tomos de esta serie se han preparado tanto para el estudio personal como para la instrucción dominical. También pueden servirle para preparar lecciones o discursos y para responder preguntas en cuanto a la doctrina de la Iglesia.
Este libro presenta las enseñanzas del presidente Lorenzo Snow, quien prestó servicio como Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde el 13 de septiembre de 1898 hasta el 10 de octubre de 1901.
Estudio personal
A medida que estudie las enseñanzas del presidente Lorenzo Snow, tenga una oración en el corazón a fin de buscar la inspiración del Espíritu Santo. Las preguntas que figuran al final de cada capítulo le ayudarán a comprender las enseñanzas del presidente Snow y a ponerlas en práctica en su vida. Conforme estudie estas enseñanzas, quizá desee pensar en maneras en que podría enseñarlas a los integrantes de su familia o a sus amigos, puesto que el hacerlo le ayudará a fortalecer su comprensión de lo que lea.
Cómo enseñar con este libro
Este libro se ha diseñado para enseñar tanto en el hogar como en la Iglesia. Las siguientes pautas pueden serle de utilidad para enseñar con este libro.
Prepárese para enseñar
Procure tener la guía del Espíritu Santo conforme se prepare para enseñar. Estudie el capítulo asignado con espíritu de oración a fin de ganar confianza en su comprensión de las enseñanzas del presidente Snow. Podrá enseñar con mayor sinceridad y poder si las palabras que él pronunció han influido en usted (véase D. y C. 11:21).
Si va a enseñar una clase a la Sociedad de Socorro o al Sacerdocio de Melquisedec, no debe dejar este libro de lado ni preparar la lección con otros materiales. Elija con espíritu de oración las enseñanzas del capítulo que considere que serán de mayor provecho para las personas a quienes enseñe. Algunos capítulos contienen más material del que podrá cubrir durante el tiempo de la clase.
Anime a los integrantes de la clase a estudiar el capítulo antes de la lección y a llevar el libro a la Iglesia. Cuando lo hagan, estarán mejor preparados para participar en el análisis y para edificarse unos a otros.
Introduzca el capítulo
A medida que presente la introducción del capítulo, y a lo largo de la lección, procure crear un ambiente en el que el Espíritu llegue al corazón y a la mente de aquellos a quienes enseña. Para iniciar la lección, ayude a los miembros de la clase a concentrarse en las enseñanzas del capítulo. Considere las siguientes ideas:
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Leer y analizar la sección intitulada “De la vida de Lorenzo Snow” que figura al principio del capítulo.
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Analizar una lámina o un pasaje de las Escrituras que figure en el capítulo.
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Cantar juntos un himno que se relacione con el tema.
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Relatar brevemente una experiencia personal que se relacione con el tema.
Dirija un análisis en cuanto a las enseñanzas del presidente Snow
A medida que enseñe de este libro, invite a los demás a compartir sus ideas, a hacer preguntas y a enseñarse mutuamente. Cuando las personas participen activamente, estarán más preparadas para aprender y para recibir revelación personal. Permita que un buen análisis continúe en vez de tratar de cubrir todas las enseñanzas. A fin de fomentar el análisis, utilice las preguntas que figuran en cada capítulo. Las notas que aparecen por todo el capítulo hacen referencia a dichas preguntas. Usted también podría formular sus propias preguntas dirigidas especialmente a las personas a quienes enseña.
Las siguientes opciones podrían proporcionarle ideas adicionales:
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Pida a los participantes que compartan lo que hayan aprendido durante su estudio personal del capítulo. Podría ser útil ponerse en contacto con algunos participantes durante la semana y pedirles que vayan preparados para compartir lo que hayan aprendido.
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Dé asignaciones a los participantes para que lean preguntas seleccionadas del final del capítulo (ya sea en forma individual o en pequeños grupos) y pídales que busquen las enseñanzas del capítulo que se relacionen con las preguntas. Luego, invítelos a compartir sus ideas y lo que hayan descubierto con el resto del grupo.
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Lean juntos una selección de las declaraciones del presidente Snow que figuran en el capítulo. Pida a los participantes que den ejemplos de las Escrituras y de sus propias experiencias que ilustren lo que el presidente Snow enseñó.
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Pida a los participantes que escojan una sección y que la lean en silencio y luego invítelos a que se junten en grupos de dos o tres personas que hayan escogido la misma sección y que conversen acerca de lo que aprendieron.
Aliente a los participantes a compartir y a poner en práctica las enseñanzas
Las enseñanzas del presidente Snow tendrán más significado para los participantes que las compartan con otras personas y que las pongan en práctica en su vida. Considere las siguientes ideas:
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Pregunte a los participantes cómo podrían poner en práctica las enseñanzas del presidente Snow en lo que se relaciona con sus responsabilidades como padres o como maestros orientadores o maestras visitantes.
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Exhorte a los participantes a compartir algunas de las enseñanzas del presidente Snow con los integrantes de su familia o con sus amigos.
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Invite a los participantes a poner en práctica lo que hayan aprendido y a compartir sus experiencias al principio de la siguiente clase.
Concluya el análisis
Resuma brevemente la lección o pida a uno o a dos participantes que lo hagan. Testifique de las enseñanzas que hayan analizado. Quizá también desee invitar a otros a compartir su testimonio.
Datos sobre las fuentes que se citan en este libro
Las enseñanzas que este libro contiene son citas directas de los sermones, obras publicadas, cartas y diarios personales del presidente Lorenzo Snow. En todas las citas de sus cartas y diarios personales, se han actualizado la puntuación, la ortografía, el uso de mayúsculas y la disposición de los párrafos. En las citas que provienen de fuentes publicadas se ha retenido la puntuación, la ortografía, el uso de mayúsculas y la disposición de los párrafos de las fuentes originales a menos que haya sido necesario hacer cambios editoriales o tipográficos a fin de facilitar la lectura. Por esta razón, quizá se observen ciertas faltas de uniformidad en el texto. Por ejemplo, la palabra evangelio aparece con minúscula en las citas de pasajes de las Escrituras y con mayúscula en otro tipo de citas.
Además, el presidente Snow con frecuencia usaba términos como hombres, hombre o humanidad para referirse tanto a hombres como a mujeres. Con frecuencia usaba los pronombres personales él y de élpara referirse a ambos géneros, lo cual era común en su época. A pesar de las diferencias que hay entre estas convenciones del lenguaje y el uso actual, las enseñanzas del presidente Snow se aplican tanto a mujeres como a hombres.